Mazón: «El Gobierno de España ha querido aprovechar la dana para tumbar al Consell»
Primera entrevista tras la dana ·
El presidente de la Generalitat asegura que jamás le dio una orden a Pradas, ni para convocar el Cecopi ni para activar la UME ni para mandar la alertaHéctor Esteban / J. C. Ferriol Moya
Valencia
Jueves, 9 de octubre 2025, 00:28
Hoy es 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana. La lluvia, la alerta naranja ha provocado la suspensión de todos los actos festivos e ... institucionales. La nueva realidad de los valencianos tras la fatídica dana del 29 de octubre de 2024. A veinte días de que se cumpla el aniversario de la riada que se llevó la vida de 229 personas, el president de la Generalitat, Carlos Mazón Guixot (Alicante, 8 de abril de 1974), cuenta cómo vivió aquel día y las consecuencias posteriores sociales, políticas e institucionales en una charla de más de dos horas con Las Provincias.
-¿Por qué no ha aclarado todas las dudas que hay sobre su agenda de trabajo del 29 de octubre de 2024?
-Lo he intentado aclarar en todo momento. El ruido interfiere. Ha habido decenas de bulos y mentiras sobre el 29 de octubre. Los primeros días hubo una serie de intentos de generar un relato político que nos ha acompañado durante mucho tiempo. El de un presidente despreocupado, ajeno a lo que estaba ocurriendo. Eso ocurrió. Nosotros no estuvimos pendientes de desmontar ese relato porque estábamos en la emergencia. Le voy a dar un dato: al día siguiente se comienzan a cribar las llamadas de desaparecidos y había 17.000. Con rumores como que en Bonaire podrían haber mil muertos, con todo el trabajo... estábamos pendientes de la emergencia, no del relato político que se estaba fraguando. Muchas partes de ese relato se está cayendo once meses después. Estábamos centrados en los desaparecidos. No le dimos importancia a esa bola que se quería organizar. Yo ya dije que mantuve mi agenda. Hace apenas dos semanas hubo una alerta roja en Tarragona y el presidente Illa mantuvo su agenda. Nadie le preguntó nada. No entiendo cómo cuestiones que nada tienen que ver con la emergencia se convierten en algo clave, como si haber hecho una cosa o la otra tuviera que ver con decisiones operativas salvo que se pretenda dañar personal y políticamente a alguien de manera determinada.
-¿Y cuándo decidió ir al Cecopi?
-Alrededor de las ocho de la tarde, quizá un poco antes, quizá un poco después, la amenaza de la rotura de Forata amenazaba la vida de miles de personas. Y ese fue el momento en el que me trasladé personalmente allí, ante una posible eventualidad de magnitudes estratosféricas. Ese día mantuvimos la agenda como se hace en las gotas frías que habitualmente tenemos en la Comunitat Valenciana, sabiendo que todo el mundo estaba en su puesto, pensando que iban a llover como mucho 180 litros, no 800. Y pensando que era verdad que a partir de las 18 horas el temporal amainaba, según Aemet, y se iría a la serranía de Cuenca. Pensando que cualquier eventualidad sobre barrancos sería informada por los responsables de los barrancos, y con una convocatoria exclusiva del Cecopi por lo que acontecía en Utiel. Con la esperanza, según las previsiones no cambiadas por Aemet, de que a las seis de la tarde amainaba. Esa mañana nos enfrentábamos a una riada como las decenas que hemos tenido en la Comunitat Valenciana. Todos tenemos la misma imagen en la cabeza de barrancos que se desbordan a la altura del tobillo, no a una altura de dos metros. Con esta riada lo que ocurrió fue una cosa distinta a cualquier otra alerta roja. No fue una acumulación de lluvias sino que fue una gran riada, fue un desbordamiento mortal de un barranco con una lengua de barro, piedras, coches... de la que jamás se tuvo información ni para prevenirla ni para obrar en consecuencia.
-Pero, ¿por qué no detalló su agenda de manera inmediata?
-No entendía que hubiera que dar una precisión milimétrica de mi agenda para evitar cualquier tipo de rumorología de la que luego nos dimos cuenta. Después asistimos al repugnante festival del machismo, al de tratar de incriminar en este caso a mi persona, con aseveraciones directas o con mentiras, una detrás de otra y repetidas muchas veces como que estaba incomunicado, que estaba a propósito sin cobertura, que había llegado a apagar el móvil. Nada menos que el presidente del Gobierno de España no hace ni dos meses aseguraba en sede parlamentaria que yo había apagado el móvil cuando ya había dado cuenta de las llamadas, a quién se produjeron, a qué horas... El mismo partido, el PSOE, que aseguraba que estaba incomunicado me acusaba de dar órdenes por teléfono para intervenir en la emergencia. ¿Sabe qué? Que las dos cosas son mentira. De la misma manera que nada menos que una delegada del Gobierno de España llegó a asegurar que yo llegué a una hora determinada al centro de emergencias y que interfería en el mensaje. Que me vio hablando, despachando e interfiriendo en la gestión de la emergencia con los técnicos y que no se lanzó el famoso Es Alert hasta que yo llegué allí. Eso lo ha asegurado hasta que no ha tenido más remedio que reconocer donde correspondía, que eso no era así. La prueba la tiene el primer día de la dana, mientras estábamos atentos a los 17.000 posibles desaparecidos el PSOE pagó una campaña en redes para incriminarme. El mismo partido que una semana después hacía una moción de censura en Chiva y otra en Requena.
-Insisto, es entendible que lo prioritario era la emergencia. Pero ¿por qué tardó tanto tiempo en determinar dónde estaba comiendo, con quién, a qué hora llegó al Cecopi...?
-Nunca hemos mentido sobre eso...
-Pero la respuesta, la aclaración se demoró mucho...
-No era relevante sobre la emergencia, no tenía el foco sobre ello. Yo le aseguro que ese día no estaba con el reloj a la mano. Estaba pendiente de las llamadas. Y ese día no tenía previsto ir al Cecopi. Pregúntele a cualquier presidente autonómico. Están trabajando más allá de estar atentos a la información que le pueda llegar por si hay que trasladar algo. Los políticos no mandamos en las emergencias. Yo creo que es una buena noticia, aunque algunos quieran hacer pensar que un presidente autonómico es el capacitado para decir cuántos helicópteros vienen aquí, qué mensajes tienen que mandar allá, cómo se avisa a la población, si se evacúa... Estábamos pendientes de los recursos, de tratar de coordinarnos lo mejor posible con el Gobierno de España, que no era nada fácil. Quizá no di una respuesta adecuada pensando en hasta dónde podía llegar la repugnancia de la misoginia. Es verdad que Maribel Vilaplana pasa por ser una grandísima profesional con la que contábamos junto a otro grupo de periodistas porque jamás me planteé proponer para el Consejo de À Punt a comisarios políticos.
-¿Por qué no dijo con quién comía en ese momento?
-No me parecía conveniente citar a una persona que había rechazado la propuesta de À Punt, sobre todo si tenía trabajo y había pedido no entrar en la fase pública por haber rechazado una propuesta. El ruido político se tornó de tal envergadura que tampoco había nada que ocultar. Y se pidió permiso a ese respeto profesional y se trasladó.
-A ese ruido político...
-Me han hecho otra pregunta, no quiero parecer que no contesto. Con respeto mi hora de llegada al Cecopi. Yo llego sin mirar el reloj. No se me esperaba. No me tenían que hacer ninguna consulta ni pedirme permiso para nada. Durante todo el día se habían mandado 22.002 SMS y nadie me había pedido permiso. Se había convocado el propio de Cecopi sin pedirme permiso porque no es necesario. Se había activado la UME sin pedirme permiso porque si fuera así tendríamos todos un problema. Se mandaron 6.000 correos electrónicos, se avisó a todas las agencias locales de Protección Civil, a todos los ayuntamientos. De lo que no se sabe no se puede avisar, pero de lo que se sabe sí.
-Durante la comida sabía que se había activado la UME para ir a Utiel, que se mandaron miles de correos...
-Sí, sí, sí, que se estaba avisando, que la emergencia estaba funcionando y que se estaban tomando decisiones. No sabía que eran 22.002....
-Insisto, ¿que la UME iba a Utiel lo sabía...?
-Sí, sí, claro. Sé que iba porque la convocatoria del Cecopi la provoca la activación de la UME.
-Quiere decir usted que mientras comía estaba al tanto de la situación...
-Claro, y sabía que se estaban tomando las decisiones oportunas. Yo sabía tres cosas. Una, que la Aemet no había cambiado su previsión y que por lo tanto a la seis iba a acabar todo. Dos, sabía que estaba todo el mundo trabajando en función de sus de sus competencias y, tres, que el Cecopi comenzaba a las cinco. Por eso yo ya alrededor de las cinco y media llamo a la consellera para saber cómo va todo. Soy yo el que llama. Ese es el presidente incomunicado, el que apagaba el teléfono, el presidente desaparecido que estaba sin cobertura. Todos esas barbaridades que se han dicho tratando de acercarnos a una especie de repugnancia de relato machista y que lo digo hoy por primera vez. No sabía exactamente la hora a la que había llegado. Se lo prometo. No estaba pendiente de mirar el reloj, que luego hemos visto que había un reloj grande en la entrada. Pero sí que recordamos con los datos que ya teníamos, que hubo dos tipos de tarde: antes y después de las siete. Cuando se empieza a tener conocimiento de la evolución meteorológica que hubo, del riesgo cierto de la presa de Forata, y de cuando ya queda claro que esto a las seis no iba a terminar. Se han querido tergiversar unas palabras mías de que yo llegué a las siete al Cecopi. Nunca dije eso. Primero porque sería ingenuo en un edificio donde hay decenas de personas. Es imposible. A partir de las 19:00 horas todo cambió y conforme fuimos viendo que se acercaba el momento de un posible colapso de la presa de Forata, sí que decidí incorporarme a L'Eliana para hacer acto de presencia ante algo que nadie podía imaginarse que pudiera ocurrir. Se sucedieron una tras otra las mentiras, los bulos y las campañas, no sólo de la delegada del Gobierno sino de importantísimos medios de comunicación a nivel nacional, sin contrastar con la Generalitat, que aseguraron lo mismo que la delegada del Gobierno. Aseguraron que yo ralenticé la gestión de la emergencia. Y esto es muy grave. Aseverar esto sin ni siquiera contrastar. La intención era la de criminalizar. Esto no es una broma.
-¿Y qué hizo?
-Llegó un momento en el que dijimos: oye, vamos a cerciorarnos exactamente a qué hora fue y vimos que la entrada fue a las 20:28 horas. Nadie pidió perdón. Nadie pidió disculpas. Siguió esa hoja de ruta que sigue hoy vigente. Ya le digo, no hace ni dos meses que todo un presidente del Gobierno acusó a un presidente de la Generalitat de apagar el móvil en plena emergencia. Oiga, si entre las 17:30 horas y las 20 horas hice 15, 16 o 17 llamadas para ver qué estaba ocurriendo. Hombre, muy perdido, muy incomunicado o con falta de interés, no parece que estuviera, ¿no? Hace ya meses que las hice públicas. Pero dedicarme a contestar a esto, con una campaña incriminatoria, en lugar de agilizar las ayudas me parecía hasta inmoral. ¿Pues mire ahora qué pasa? Once meses después del silencio de toda una Confederación Hidrográfica, de todo un Gobierno sobre una cuestión, ahora resulta que lo que decíamos al principio ha quedado acreditado, pero no por mí, sino por el propio presidente de la Confederación Hidrográfica, que ha reconocido que no informó del barranco del Poyo, el causante de la grandísima tragedia que va a acompañar este pueblo siempre. Pero claro, esto ya no aparece en un titular, no aparece con esa potencia de fuego mediático de la generación de ese relato. Ahora resulta que nuestro parte meteorológico de ese día era que a las seis se iba toda la serranía de Cuenca y ¿cómo es posible que haya tenido que soportar que los representantes de Aemet nos criticaran por hacer esa aseveración? De la propia delegada del Gobierno y Aemet, cuando lo habían pronosticado ellos mismos. Han pasado once meses de relato oficial de la criminalización para acreditar que lo que estábamos diciendo ese día no era ni más ni menos lo que nos decían. No nos inventamos nada. Dijimos cuál era la previsión. Aemet dijo que se iría a la serranía de Cuenca y que iban a llover 180 litros, no 700.
-Siempre se habla de umbrales...
-No me vale, es una patraña. No me vale que Aemet diga 180 y a partir de ahí ya es tu problema. A mediodía sí que dijo que llovía 220, ¿entonces por qué no nos puede decir 700-800 litros? Incluso de nada sirve que nos digan lo que está ocurriendo. ¿De qué sirve decirle a un ciudadano de Chiva o de Carlet que está lloviendo si se asoma a la ventana y puede ver el agua? Lo que de verdad puede ayudar es que nos digan lo que va a ocurrir dentro de una hora. Lejos de adelantar lo que iba a ocurrir, por primera vez en una riada la alerta roja fue sobre observación, no sobre prevención. Otra mentira del Partido Socialista. El otro día en Les Corts Valencianes aseguraban que la Aemet había avanzado la alerta roja la noche anterior. Y es falso. La noche anterior Aemet hablaba de alerta amarilla, naranja, nunca de roja. La alerta roja de las 07:30 horas del 29 de octubre la establece Aemet pero no con antelación. El domingo pasado sí que tuvimos la suerte de que nos dijo que dentro de ocho horas va a haber una alerta roja. Eso permite tomar decisiones preventivas. El 29-O la única previsión era 180 litros y que a las seis pasaba lo peor. Las dos cosas eran un error. Ya basta de tanta mentira, porque es jugar también con el dolor de la gente que tiene derecho al menos a saber lo que pudo pasar de verdad.
-¿La activación de la UME no debería de haber sido motivo suficiente para dejar el almuerzo y desplazarse al Palau?
-Pues mire, la activación de la UME y la convocatoria del Cecopi debió ser estando yo en el Palau en la reunión con los empresarios y los sindicatos. La activación de la UME fue específica para Utiel.
-La UME se pide a las 15:26 horas.
-El Cecopi se convoca a las tres para las cinco pero la decisión creo que se toma algo antes, la decisión de decir si se va a convocar, si se va a activar la UME con todo el mundo sus puestos. Una convocatoria para Utiel con una previsión en cualquier caso de 180 litros no aumentada por Aemet y que acababa a las seis. Y por tanto yo continúo con mi agenda de trabajo. Tenía una comida y la continué. En cualquier caso, a partir de las cinco, que fue cuando comenzó el Cecopi, yo estaba haciendo las llamadas correspondientes igual que las hice por la calle cuando volvía hacia al Palau, como las hice en la Generalitat y de camino al Cecopi. ¿Dónde estuvo Mazón? Pues lo que siempre he dicho se lo vuelvo a decir. De la calle Bonaire (donde está El Ventorro) se pasa a la calle de la Paz, de ahí a la plaza de la Reina, se cruza la calle Miguelete, luego se llega a la Plaza de la Virgen, a la calle Caballeros y al Palau.
-¿Usted salió de esa comida a la hora que dijo la periodista en una carta (sobre 18:30 horas)?
-Nunca he estado en el debate del minutaje. Ya se lo he dicho.
-Sí, pero insisto, hay mucho debate sobre la agenda del presidente de la Generalitat...
-Sí, sí, sí. He tratado de explicarle por qué creo yo que hay tanto debate, por qué se incentiva y lo repugnante que me parecen las cosas de un machismo atroz que se quiere insinuar. Pero en cualquier caso, yo sí que le digo que estábamos pendientes de toda esta cuestión. En todo momento.
-Y sale del restaurante en el que estaba almorzando y viene andando al Palau. ¿Es cierto que durante esa comida con esa periodista usted no mostró, como ella dijo, ninguna inquietud por lo que se le transmitía?
-Lo que no estaba era dándole parte de la gestión de la emergencia a alguien que no tenía nada que ver con la emergencia. Las llamadas que yo hacía con terceros eran llamadas con terceros, pero no tenía que rendir cuentas. Me imagino que se referiría a eso.
-¿Le dio usted órdenes a Salomé Pradas respecto al contenido de la alerta que se iba a enviar a las poblaciones?
-Jamás, ni una ni media. Como no le di ninguna instrucción para convocar al Cecopi, como no le di ninguna instrucción para activar a la UME. Como no di ninguna instrucción de gestión operativa, ni técnica, ni de alerta, ni de mando en ningún caso.
-¿Y entonces, en las llamadas con la consellera de qué hablaban?
-De la situación de Utiel, de si se había hablado con algunos alcaldes, de cómo iba la evolución, de si había alguna novedad por parte de Aemet, de si había llegado ya el presidente de la Diputación. En ese momento se hablaba de la cuenca del Júcar, del Magro, que ahí es donde estaba el problema, más allá de Utiel... Luego hemos visto que sí, pero hay que pensar en el 29 con los ojos del 29, no con los ojos del 30 ni del 31. Se hablaba de que podían haber habido tornados en La Ribera. Luego nos enteramos de que sí hubo tornados no previstos también. Y yo recordaba con amargor la anterior dana que tuve que gestionar como presidente de la Diputación de Alicante, que fue la dana de Orihuela. Y recordaba que toda aquella avenida que acabó desembocando en Guardamar, en la desembocadura del Segura, con todas las cañas, con toda la falta de limpieza de barrancos por parte de la Confederación, en aquel caso la del Segura. Luego pude hablar con el bueno de Ricardo (alcalde de Utiel) y por eso llamé al alcalde de Cullera, porque es la desembocadura del Júcar.
-¿Y en alguna de esas llamadas la consellera no le dice que puede haber víctimas mortales en Utiel?
-No, estas cosas, en mi opinión, creo que se hacen bien. Se trabajan con confirmaciones y no con rumores. Escuche, la propia delegada del Gobierno no habla hasta el día siguiente de confirmaciones...
-Perdone que le interrumpa, pero tras revisar unos vídeos a las tres y media de la tarde en Utiel la situación ya era catastrófica. Con la lista de asesores, expertos que tienen, alguien le podría haber dicho que un barrio, a la orilla del Magro, inundado, habitado por gente mayor, lo más previsible era que hubiera víctimas mortales... ¿No habría sido más lógico, ya que es el presidente de la Generalitat, que con unas imágenes tan preocupantes hubiera suspendido el almuerzo para desplazarse a Utiel?
-Yo lo que trataba era de estar permanentemente informado. Era mi obligación. Lo estuve a lo largo de toda la tarde hasta que llegué al Cecopi, porque había problemas de cobertura. Le vuelvo a decir que con una alerta roja, que en principio era una gota fría con la previsión de que a las seis se iba hacia Cuenca, había que estar pendiente. Estar llamando. Estar sabiendo lo que va ocurriendo y esperar las noticias certificadas o confirmadas que pudieran llegar al Cecopi, que es el proceder normal en cualquier presidente autonómico. Insisto, nadie le está preguntando a Salvador Illa porque no suspendió su agenda el otro día con alerta roja.
-La diferencia son los 229 muertos.
-Pero eso se sabe a posteriori. Yo lo que le pido es que analicemos el 29 con los ojos del 29. A las seis ha acabado lo peor e iban a caer como mucho 180 litros. Y está todo el mundo en su puesto.
-Pero era una previsión, luego estaba la realidad.
-Y el Poyo, por supuesto, no existía. Claro.
-A ojos del 29 hay en Utiel una situación anormal, extraordinaria y catastrófica, convocado un Cecopi con la consellera de Emergencias que sabe lo que ocurre en Utiel, que es una riada en toda regla...
-Un acumulación, que es un dato importante...
-Una riada nunca vista, con calles anegadas y viviendas de dos plantas...
-Acumulación.
-Bueno, pues acumulación, casas inundadas...
-Una riada es distinto...
-Pero me cuesta creer que su consellera no le diga: «Presidente, aquí hay un problema grave, muy grave...» Lo estaban publicando los medios. Y usted, como presidente, quizá podría haber intentado llegar en helicóptero.
-En primer lugar jamás se me hubiera ocurrido ocupar una herramienta de emergencia para una presencia institucional. Porque en cualquier caso mi visita hubiera sido institucional, no operativa. Un día de una alerta roja lo más importante es respaldar a los técnicos, respaldar a los mandos operativos, no molestarles y ratificar su trabajo y no interferir en él. Para mí esta es la primera regla de oro. En segundo lugar, no se podía acceder. En tercer lugar, si tan grave era todo ello, lo mínimo que se le podría pedir, digo yo a los miembros que sí que son del Cecopi, es que al menos hubieran estado in situ en el Cecopi, ¿no? ¿Por qué no estaba la delegada del Gobierno? ¿Por qué estaba conectada telemáticamente?
-La delegada dice que intentó llegar a Utiel.
-El presidente de la Diputación no logró llegar a Utiel.
-Pero estaba después en el Cecopi.
-Fue al puesto de mando avanzado porque estaba de camino a Utiel y yo estaba informado por teléfono porque ni apagué el móvil, ni estaba incomunicado, ni estaba con falta de cobertura, ni estaba desinteresado, ni estaba perdido.
-Y a media tarde, cuando ya se están viendo vídeos de barrancos desbordados, ¿no considera que es el momento de reaccionar más allá de venir caminando al Palau y seguir haciendo llamadas?
-Defina reaccionar. Tomar alguna decisión operativa si no me corresponde...
-Desplazarse...
-Defina reaccionar porque es importante esto. La reacción es la comprobación de que está todo el mundo en su sitio, que es la capacidad organizativa de un presidente. ¿Qué se cree que hicimos por la mañana en el pleno del Consell? Repasar como estaban previstas las distintas consellerías, como estaba previsto. Estaba allí la propia consellera de Emergencias. Por la mañana estuvimos un buen rato. Se estuvo supervisando esa labor pensando que iban a caer 180 litros y que a las seis acababa lo peor.
-Pero a las seis no acabó...
-Por eso le digo que entre las seis y las siete fue cuando a posteriori y sobre la marcha todo el mundo se fue dando cuenta de que algo estaba pasando, que había dos días en uno. Del Poyo ninguna noticia, ninguna noticia. Esto lo hemos dicho hasta la saciedad y hubo gente que decidió ni siquiera creernos. Ahora se ha demostrado porque el propio presidente de la Confederación lo ha dicho: «Lo sabíamos y no lo trasladamos al Cecopi». Y esto es fuerte. Esto se ha dicho literal. Ha dicho: «Nadie podía prever esto». El delegado de Aemet ha dicho: «No se podía prever. Si lo hubiera sabido, me hubiera subido a las torres de Serranos a avisar a todo el mundo». Yo hago mías esas palabras. Ahora resulta, once meses después que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar dice que ahora es muy fácil juzgar. Él dice ahora es muy fácil juzgar, que no sabíamos nada. Y cuando lo supimos no informamos al Cecopi. ¿Perdón? ¿Cómo? ¿Será una broma? Porque llevamos escuchando al Gobierno de España, de quién depende la Confederación, diciendo que se informó puntualmente, que ha sido exquisito todo lo que se ha dicho... Todo eso mientras ocultaban al presidente de la Confederación. Once meses después se reconoce una verdad como la copa de un pino de una gravedad extraordinaria y resulta que somos los demás los que hemos ocultado. Creo que también por respeto a las fechas en las que estamos merece la pena una reflexión sobre quién ha ido manteniendo una realidad y quién ha ido alterando e incluso tratando de criminalizar esa verdad. ¿Usted se cree cuando nos encontramos en la portada de la Cadena Ser o en la portada de La Vanguardia unas acusaciones ni siquiera contrastadas con la Generalitat diciendo que el presidente interfirió en la toma de decisiones. ¿Qué objetivo tiene esto? Con el dolor tan tremendo que tiene tanta gente. ¿Cuál es el objetivo de que esto ocurra? ¿Pero cómo es posible? Y que se sume la delegada del Gobierno inventándose acusaciones incluso incriminatorias. Es que todo esto ha ocurrido.
-Es verdad que se ha comparado mucho la respuesta del presidente de la Generalitat en esta dana del 29 de octubre con la respuesta del anterior presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la dana de Orihuela, donde sí se desplazó.
-En Orihuela, cuando el presidente de la Generalitat llegó yo ya estaba allí como presidente de la Diputación. Aemet avisó con dos días de antelación de que iba a haber alerta roja. Aquí no. Se dijo que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fue en aquel momento a un Cecopi preventivo. No es verdad. Se hizo una foto con sus consellers. Yo en la mañana del 29 de octubre estaba aquí con mis consellers trabajando. El día 29 de octubre se decretó la alerta roja a las 07:30 para las 07:30 y diciendo que iba a durar hasta las diez de la mañana la primera alerta roja para una zona muy concreta de Valencia.
-¿Usted cree que Aemet de forma intencionada no avisó con antelación ese 29 de octubre?
-No, yo las intenciones no soy quien las tienen que juzgar. Lo que sí que le puedo acreditar es que en los hechos que hemos ido relatando con respecto del 29 se han acreditado, para una conclusión tan sencilla como dramática, que es que no se puede avisar de lo que no se sabe, no se puede, no se puede prever lo que los organismos oficiales no te dicen. Es imposible. Nadie habló del Poyo en el Cecopi. Nadie. Nadie.
-Y el día 30 el presidente de la Generalitat no tendría que haber ido a quitar barro.
-El día 30, el presidente estaba a las seis de la mañana en el Cecopi para saber cuál era...
-30, 31...
-Bueno, pues yo el 31 estuve en Paiporta comprobando que llegaban los primeros avituallamientos. Estuve con el entonces teniente alcalde de Paiporta, estuve con él en el barro, estuve con el alcalde de Sedaví, estuve en Benetússer... Es que estábamos pendientes de que llegaran los primeros avituallamientos en puntos clave de la zona cero. Los hubo ese día, al día siguiente por la mañana. Las carreteras, el metro y el tranvía. El tranvía, nueve días después ya estaba repuesto. Decretamos las primeras exenciones fiscales, ayudas directas, los primeros 250 millones de euros. Llevamos más de mil millones en ayudas. En todo eso estábamos. Hay veces que se trabaja desde el barro y otras que estás en el despacho trabajando o no salen los decretos, porque lo importante es que las ayudas lleguen a la gente. Nadie me negará el esfuerzo que se ha hecho. Creo que la simple comparativa con lo que ha hecho el Gobierno de España tanto en infraestructuras como en ayudas es más que evidente.
-¿Los mensajes que le trasladó Pradas eran concisos y claros?
-Yo preguntaba qué estaba ocurriendo en cada momento. Se nos ponía el acento en alguna cuestión. En alguna ocasión le llamé para pedirle un teléfono. En otra ocasión le preguntaba si había alguna previsión distinta de la que estaba viendo. Eran llamadas cortas y concretas. Hablé con el presidente de la Diputación varias veces.
-¿Y le trasladaron una imagen fiel de lo que ocurría?
-La imagen fiel la tienen los gestores de la emergencia. Yo preguntaba por si había novedades en las previsiones cuando a partir de las siete en alguna de las llamadas se empezó a hablar de la presa de Forata. Vamos a ver la evolución. Esperamos la siguiente parte de la UME desde desde Utiel. Pásame el teléfono del alcalde. Me gustaría poder hablar con él. No lo consigues. Vuelves a hablar con el diputado de Emergencias. Otra llamada al alcalde de Cullera, al alcalde del municipio donde desemboca el Júcar, no vaya a ser que ocurriera lo que yo recordaba de la anterior dana en el Segura y viniera una hecatombe. Durante un tiempo parecía que era una competición entre la delegada del Gobierno y yo, a ver con cuántos alcaldes había hablado uno más que el otro. Hay quien cree que el Cecopi es la Generalitat y no es así. El Cecopi es el centro donde todas las administraciones de manera coordinada van gestionando la emergencia. Y ahí está la UME, la Confederación, la Guardia Civil, Aemet, la Policía Nacional, la delegada del Gobierno, los bomberos forestales de la Generalitat Valenciana... hay más presencia de entidades del Gobierno que de la Generalitat, por decirlo. ¿La Generalitat preside institucionalmente el órgano del Cecopi? Sí, pero está integrado por todos. Por cierto, coordinación que se echó en falta ese día por la mañana con la alerta roja decretada cuando la delegación del Gobierno convocó a todos los miembros del Cecopi que no eran la Generalitat. No sé bien por qué.
-¿Cómo es posible que en Chiva, donde llovió y hubo una gran riada sólo hubiera una fallecida en su casco urbano y en l'Horta Sud, donde no llovió, los muertos fueran decenas?
-Porque hay una riada. Es que no es lo mismo la riada que una tormenta en concreto.
-Una riada que llega con más de dos horas de demora respecto al punto en el que llovió.
-Puede terminar de muchas maneras, ¿eh?
-¿Pero cómo es posible con dos horas de margen?
-A mí me encantaría hacerle esa pregunta a la Confederación, porque es la que estudia los barrancos y la que tiene que hacer las previsiones de las evoluciones de lo que está lloviendo. Creo que hay informes que certifican que lo que llovió en Chiva no tuvo tanta influencia en el Poyo, sino que tuvo más influencia una serie de afluentes como el de la Horteta. Por tanto, todavía ahora estamos descubriendo los misteriosos flujos del agua.
-¿El problema es más que en esas dos horas no se toman decisiones para poner a salvo a las personas que están donde va a desembocar el agua?
-Vuelvo a repetirle por lo que ha reconocido el presidente de la Confederación. Llegaron a saber lo del Poyo pero no lo trasladaron en el Cecopi. ¿Por qué no lo trasladaron? En cualquier caso, parece ser que para cuando se empezaban a dar cuenta, incluso ya era tarde. Pero es que la Confederación tiene una obligación en su protocolo interno, que es que en cuanto se pasa de 150 litros hay que avisar. Y se pasó de 28 a 1.800 litros sin avisar con el presidente de la Confederación en el Cecopi.
-¿Y desde ese correo a las 18:43 horas hasta que se producen las víctimas no se pueden tomar decisiones...?
-Es posible que a esa hora ya hubiera víctimas...
-Pero se podrían haber salvado otras...
-Es posible que ya se hubiera desbordado el barranco en algunos puntos iniciales, en los términos bíblicos que conocemos.
-Pero desde ese correo a las 18:43 horas no se toman decisiones hasta el Es Alert de las 20:11 horas. ¿Tiene alguna explicación?
-Sabe usted que en el plan de inundaciones que nos dejó el Botánico en l'Horta Sud el riesgo de inundación es bajo. Esto lo estamos reformando ahora. La página 92 de ese plan de inundaciones refleja que la competente para vigilar, mantener y responder sobre los barrancos es la Confederación.
-¿Por qué no pidió la emergencia nacional?
-Lo hemos visto en los incendios del verano. La solicitud no trae nada. Es el Gobierno quien lo tendría que decretar.
-Pero usted la podía pedir.
-Y la delegada del Gobierno también que estaba en ese Cecopi. Yo digo que si tan mal lo estábamos haciendo por qué no la solicitó la delegada del Gobierno. La declaración de emergencia nacional no trae más medios ni los trae antes. Hay gente que sostiene que sí pero es falso, es mentira. La declaración de emergencia nacional lo que provoca es que el Cecopi en vez de presidirlo la consellera de Emergencias lo hace el ministro del Interior. Por tanto, hay una responsabilidad política distinta. No aparecen seis helicópteros más, cuatro orugas desbrozadora, seis divisiones de efectivos... Segunda razón, ninguno de los mandos operativos en el Cecopi propuso ni sugirió esa cuestión. Tercera razón. El Gobierno de España ya había dicho que no quería la emergencia nacional, que no quería asumirla. Por tanto, si no iban a venir más medios, si no iban a venir más rápido, sin ningún mando operativo, y si el Gobierno no lo quería, ¿qué vamos a hacer? ¿Ofrecer al pueblo valenciano y a los afectados la sensación de que nosotros nos quitábamos de en medio? Si yo hubiera tenido la más mínima sospecha de que por pedir la emergencia nacional llegaba antes un helicóptero lo hubiera hecho en ese mismo momento. No es una dejación de funciones no pedir la emergencia nacional. Lo hemos visto con los incendios de este verano. Lo digo porque cuando lo dice la Generalitat nadie le cree y cuando ocurre en otros lados sí.
-¿Algunas de las decisiones que se tomaron desde el Cecopi no respondían a las propuestas de los mandos operativos?
-Bajo ningún concepto.
-¿La responsabilidad de lo que se decidía allí era exclusiva de los mandos operativos?
-Si nos referimos al día 29, todos han dicho que las decisiones se tomaron en base a los presupuestos operativos y técnicos que se dan.
-¿La última palabra en un Cecopi quién la tiene?
-Más que una última palabra, lo que había era una única palabra que es la mejor manera de reaccionar con todos coordinados y de acuerdo.
-En los vídeos que han trascendido se percibe a una consellera llena de dudas, sin mucha firmeza en sus decisiones.
-Bueno, yo si no tuviera información sobre la barbaridad que está ocurriendo o si se estaba a punto de mandar por primera vez un mensaje masivo en base a la primera vez que hay un riesgo cierto de que se derrumbe una presa... Me parece que juzgar por unos segundos de unos planos recurso no es muy justo, la verdad.
-Usted intervino en Les Corts el 15 de noviembre. Pidió disculpas. ¿Tuvo que ser más contundente en esa petición de disculpas?
-Puede ser. Mire, yo fui el primero en comparecer. Todavía estábamos en emergencia. Había muchas cuestiones que aún ni siquiera se sabían. Y por responsabilidad y por dar la cara ante el pueblo valenciano decidí no solo ser el primero en comparecer de cualquier administración sino incluso también anunciar mi propuesta de creación de una comisión de investigación. Si tan brillante fue la gestión de Ximo Puig en la zona de Orihuela, quiero recordar que el presidente no compareció hasta tres o cuatro meses después, con la emergencia ya desactivada. Nosotros salimos a dar la cara. Creo que es un ejercicio que había que hacer en un momento de un dolor tan extraordinario. Era muy difícil poder hablar o que llegaran ciertos mensajes con claridad.
-El debate no era tanto sobre la celeridad como sobre el fondo de esa petición de disculpas.
-Pues mire. Quisimos hacer un ejercicio de autocrítica de todo aquello en lo que pudiéramos haber fallado. A la vez, no teníamos más remedio que sostener que la gran mayoría de las muertes que habíamos conocido se habían producido sin tener información para reaccionar al respecto. Esto lo dijimos. Y que una responsabilidad política es asumir los fallos. Yo creo que no hicimos buena pedagogía durante todo aquellos tiempos. Estábamos más ocupados de 17.000 desaparecidos, de un millón de toneladas de residuos o de enseres. Estábamos ocupados de buscar cuerpos. Estábamos ocupados de 130.000 coches. Nos pudimos haber equivocado en el enfoque de una palabra arriba o una palabra abajo, faltaría más. Pero yo tengo que decirle que en ese momento fuimos los primeros en rendir cuentas. Fuimos los primeros en remodelar el Gobierno, otros premiaron a los responsables. Pusimos en marcha la reconstrucción, pusimos en marcha las ayudas. Y ya les adelanto que mi intención es comparecer en la comisión de las Cortes Generales y Les Corts Valencianes, que es la primera, la que debe fiscalizar al Consell antes del 29 de octubre, antes del año. Porque entiendo que es nuestra obligación hacerlo.
-También ha habido una reacción en la calle desde el 29 de octubre. ¿Entiende esas manifestaciones? ¿Entiende a las víctimas?
-Tienen todo mi respeto. No habrá escuchado nada distinto cada vez. Para mí no hay víctimas de primera, de segunda o más cercanas a mi ideología o más alejadas. Conviene separar, en mi opinión, entre víctimas, que son las personas que han perdido un familiar directo; los afectados por algún tipo de daño, material mayor o menor, afectados y perjudicados. Tienen toda mi comprensión. Yo aquí en el Palau he recibido a muchas víctimas sin hacer pública ostentación de ello, ni de usarlo, salvo que ellas, en algún caso de alguna asociación, hayan querido trasladarlo. Quien no me genera el mismo respeto y se lo tengo que decir porque lo pienso es quien utiliza una manifestación de unas víctimas para fines distintos al respeto o al recogimiento o la atención a las víctimas. Cuando alguien va con una bandera de los països catalans, con una de la hoz y el martillo, cuando alguien habla de un manifiesto en el que se propugna el fin del imperialismo opresor o la desmilitarización del Mediterráneo, o va con una pancarta de un partido que se llama Compromís y juega a pasar por debajo. Cuando todo eso ocurre, yo le tengo que decir que a mí eso no me genera el mismo respeto que el de las víctimas. Más bien lo contrario. Es mi opinión y creo que es un buen momento para darla.
-¿Estamos hablando de que las víctimas se dejan manipular?
-No, no, yo lo que le digo es que hay maneras de respetar a las víctimas y hay otras de no respetarlas. En mi opinión yo respeto que haya asociaciones de víctimas con un máximo representante que está afiliado a un partido político. No me habrá visto contestar jamás a nada de lo que me hayan dedicado. Hasta a quien siendo víctima decide insultarme, lo respeto. Pero lo que no puedo respetar bajo ningún concepto es quien quiera utilizar el dolor con signo o sin signo político de una víctima. No tiene mi respeto. ¿Se traduce en algo en especial en que yo le diga que no tiene mi respeto?
-¿Cree que hay partidos políticos que se benefician de las víctimas?
-Creo que lo intentan. Yo he acusado públicamente a Compromís y al Partido Socialista de tratar de utilizar el dolor de las víctimas para hacer política. Yo estoy convencido que lo han hecho y que lo siguen haciendo. Lo siento, pero es lo que pienso.
-¿Qué se haya reducido el número de asistentes a esas manifestaciones, como parece que se observa, es porque va calando su análisis del 29 de octubre?
-Pues no sé, no me corresponde a mí hablar en nombre de las víctimas. No lo he hecho nunca, ni lo haré jamás. Parece que andan deseando hablar en nombre de las víctimas. Yo no. Por tanto, aunque se manifieste una sola persona, si es víctima, va a tener siempre mi respeto diga lo que diga sobre mí.
-¿Cuándo ha recibido a las víctimas en el Palau qué le piden?
-Muchas de ellas piden una explicación sobre lo que ocurrió aquel día, como lo viví. Algunas veces nos piden servicios de atención y lo hemos ofrecido a todas las asociaciones de víctimas y de afectados. Pero sí que hay quizá un común denominador en las distintas reuniones que he tenido, que es precisamente el rechazo a que se utilice políticamente su dolor. Alguna me la he encontrado en la puerta. Hay algunas que nos han trasladado que les da miedo venir por lo que les puedan decir, solo por el hecho de reunirse conmigo. Ha habido alguna víctima que se ha sabido que había reunido conmigo y se la ha machacado. A una persona que perdió a su madre por el simple hecho de reunirse con el presidente de la Generalitat y pedirle explicaciones y recibir sus explicaciones y luego decir lo que le parecía. Jamás opinaré sobre ellas, jamás les contestaré por dura que sean las críticas. Si son activistas, no me merecen el mismo. Creo que es bastante sencilla de entender mi postura.
-¿Alguna de esas víctimas le ha pedido en privado que dimita?
-Pues mire, hubo una víctima que me trasladó esta cuestión porque he leído, porque me han dicho, porque yo he visto esto, esto y esto. Y le dije, yo te agradecería que me dejaras que te trasladara nuestra versión de los hechos, lo que ha ocurrido y cómo lo hemos visto nosotros y cómo te lo puedo demostrar. Y nos dio esa oportunidad y yo se lo agradecí mucho, porque en medio del dolor estaba escuchando esto. Cualquier cuestión relacionada con eso es muy duro para esa persona. Y la respuesta de esa víctima fue: ¿por qué no habéis contado esto antes? Y me hizo pensar.
-Es un hecho que la Generalitat ha ofrecido una gran cantidad de ayudas a los damnificados, ha reconstruido infraestructuras, es un hecho que del Poyo no se habló en el Cecopi y que la Confederación no tiene el mejor sistema de alertas. ¿Por qué el relato de la Generalitat siempre va por detrás?
-No hicimos pedagogía bien. No nos dedicamos al relato político con prioridad. Es verdad, es que es cierto. En el momento en el que todas las televisiones, todas las radios, todas las tertulias, todas estaban ofreciendo las imágenes del desastre que se estaba ocurriendo y paralelamente había algunos con una potencia de fuego extraordinaria generando un relato, nosotros no nos dedicamos a combatir ese relato. Yo tardé diez días en pedirle a los responsables técnicos qué había pasado con la Confederación. ¿Pero realmente es que esto no lo sabíais? ¿Por qué? Porque estábamos atendiendo a un caso de una envergadura extraordinaria con posibles desaparecidos, lodos, de posibles pandemia. Yo quiero hoy agradecer públicamente a la conselleria de Sanidad el éxito, junto con la conselleria de Medio Ambiente por la retirada de lodos, su labor para evitar una pandemia. Estoy hablando de enfermedades que podían haber sido mortales. Esto no ocurrió. Estábamos pendientes de todo esto, no de responder al relato. ¿Se acuerdan ustedes de la UVE? Es que esa misma noche ya se estaba criminalizando al presidente de la Generalitat por cerrar la UVE, que era un engendro para dos o tres enchufados. Esa noche el Partido Socialista estaba trasladando que el responsable de todo era Carlos Mazón por haber suprimido la UVE, cuando lo que había ocurrido de verdad es que habíamos heredado la falta de estabilidad laboral de todos los bomberos forestales de la Generalitat. Hasta que yo fui presidente eran provisionales y no trabajaban todo el año. Ahora trabajan 365 días al año. El PSOE paga campañas con dinero de los partidos políticos para criminalizar. He llegado a escuchar que estaba de 'farra'... Cuando todo eso se organizó de una manera con esa potencia de fuego que tiene el Gobierno de Pedro Sánchez, ¿qué quiere que le diga? Optamos por seguir trabajando y tras once meses de silencio por parte de la Confederación del Gobierno ya sabemos que tenía la información y que no la dieron.
-¿Hablamos de una operación política, no sé si diseñada por Moncloa con la colaboración, según sus palabras, de la Aemet y Confederación para tumbar a Mazón?
-Yo de lo que no me cabe ninguna duda es que la izquierda política y el Gobierno de España ha querido aprovechar esto para tumbar el Gobierno de la Generalitat Valenciana.
-¿Por qué cree que Pedro Sánchez no ha vuelto a pisar en firme la Comunitat?
-Pues no lo sé. La última vez que vino fue para reunirse con unas asociaciones de víctimas, que no con todas. Creo que con un perímetro de seguridad de casi kilómetros. Luego se volvió. Es una buena pregunta para el Gobierno de España.
-¿Por qué se perdió esa afinidad que parece que existía con Sánchez las horas posteriores a la dana?
-No, no, no había afinidad. Había responsabilidad por tratar de coordinar responsabilidades. ¿Sabe qué pasa?, que la noche antes de que viniera el presidente del Gobierno la gran preocupación del gabinete del presidente del Gobierno era por qué venía Alberto Núñez Feijóo esa mañana. Nosotros no dábamos crédito a que esa fuera la preocupación del Gobierno de España ante una hecatombe de semejante envergadura como la que estábamos teniendo. Se le respondió: viene el jefe de la oposición a darnos su apoyo, se le recibe y se le da las gracias. Y si bien el presidente del Gobierno, aunque sea media hora más tarde, pues no solamente se le da las gracias y se le agradece que venga, sino que encima nos pondremos a trabajar porque no sabemos la cantidad de recursos que vamos a necesitar. Por eso, cuando bajó el presidente con cara de pocos amigos del helicóptero, lo primero que le dije fue: bienvenido, querido presidente, algo que me criticaron muchos. Lo que estaba tratando era de aliviar diplomáticamente una relación para tratar de engrasar una cooperación que iba a ser necesaria. Se nos dijo que se nos iba apoyar en todo. Y yo me equivoqué confiando en el presidente de Gobierno.
-¿Ha encontrado alguna explicación a que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no disponga del mejor sistema de seguridad?
-No. Y la hemos pedido.
-¿Y que a día de hoy se siga sin contar con el mejor sistema de seguridad?
-Hace apenas unos días el conseller de Emergencias le pidió a la Confederación Hidrográfica del Júcar que nos trasladara en el último temporal del domingo pasado, cuántos agentes medioambientales estuvieron vigilando los barrancos. Y no hemos recibido respuesta. También me gustaría saber, si es tan verdad que el sistema de atención temprana salva vidas, uno, por qué lo tenía el Ebro y no lo tenía el Poyo ni lo teníamos en la Comunidad Valenciana. Y en segundo lugar, por qué se anunció hace diez meses que se iba a poner en marcha algo que salvaba vidas, de hecho, dijo Teresa Ribera, exactamente esto es lo que salva vidas. Once meses después no lo tenemos en la dana y ya hemos visto lo que pasa con las vidas. ¿Y ahora que volvemos a la temporada de predicciones meteorológicas adversas, vuelves a no tenerlo? ¿Qué demonios has hecho en once meses, que el principal problema ahora mismo de los valencianos, en mi opinión, es el miedo a que esto vuelva a ocurrir otra vez? Porque de las obras no hemos vuelto a saber nada. No hemos encontrado explicación. ¿Qué ocurrió con los agentes medioambientales? ¿Dónde estaban? ¿Por qué se fueron por la tarde? ¿Qué pasó el otro día? En nómina de la Confederación Hidrográfica del Júcar ¿es verdad o no es verdad que aparecen 46 señores como agentes medioambientales? ¿Dónde estaban el otro día? ¿Dónde estuvieron en la dana? Pues sí, claro que me sorprende no haber encontrado la respuesta. No dejaremos de preguntar.
-El envío del Es Alert con muchas horas de antelación, ¿fue el miedo el que provocó esas medidas?
-Bueno, yo en cualquier caso, no tengo opinión sobre las decisiones operativas que los técnicos toman y siempre las respaldaré porque están mucho más capacitados que yo. Y este es otro caso. Es objetivamente distinto que en esta ocasión sí que tuvimos la suerte o no sé bien cómo llamarlo, pero sí que tuvimos la fortuna y la deferencia por parte de la Aemet de anunciarnos con horas de antelación que iba a haber una alerta roja. Cuando te avisan con antelación de que va a haber una alerta roja, tú también te puedes adelantar y puedes hacer un envío preventivo. He leído algunas reflexiones de algunos expertos alertando respecto al abuso de que se acabe perdiendo el respeto al Es Alert, porque estaremos de acuerdo que la dana del 29 ha cambiado el sistema de las emergencias en España. Antes nunca se había mandado un Es Alert y ahora con cualquiera alerta roja lo común es enviar un Es Alert. Y he leído a expertos avisar sobre ojo, porque en el punto del equilibrio está la virtud, ¿no? Me parece un debate muy interesante que espero que los expertos en un operativo de emergencias nos puedan ir aclarando y trasladando.
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