Bolaños opone la «normalización» en Cataluña frente al rapapolvo del Supremo por la amnistía

El ministro socialista cree que una de las «pruebas» que demuestran esta suerte de pacificación es el último barómetro del CIS catalán, que la semana pasada señaló una ventaja histórica de 13 puntos de distancia entre los ciudadanos que están en contra de la independencia de Cataluña (53%)frente a los que están a favor (40%). Y responsabiliza de ello, no solo a la medida de gracia, también a la acción del Gobierno de Pedro Sánchez. «En el año 2017 España vivió la mayor crisis política que ha tenido nuestra democracia. Desde 2018, cuando Pedro Sánchez llega a la presidencia, estamos haciendo esfuerzos por resolver el problema de forma política, y creo que los resultados están a la vista».

En una comparecencia de prensa corta, Bolaños finiquitó la polémica sin entrar a valorar los argumentos esgrimidos por el Supremo en su cuestión de inconstitucionalidad, donde critica al Gobierno por una medida que, sostienen, vulnera el derecho constitucional a la igualdad ante la ley, así como los principios de seguridad jurídica y de prohibición de la arbitrariedad que la Constitución proclama. «Máximo respeto institucional a esta cuestión», zanjó.

Estas declaraciones tuvieron lugar en la sede del Ministerio de Justicia en Madrid, horas después de que los nuevos vocales del Consejo General del Poder Judicial (CPGJ) juraran o prometieran su cargo ante el Rey. Tras una cita que había sido «cordial» en el Palacio de la Zarzuela –la rueda de prensa empezó tarde porque, según el ministro, las conversaciones «se alargaron»–, Bolaños se enfundó el guante de seda y evitó el cuerpo a cuerpo con el alto tribunal, al contrario de lo que hizo el martes cuando tachó la labor del juez Peinado, que instruye el caso contra la esposa del presidente del Gobierno, como una «persecución despiadada» contra Sánchez y su familia, todo ello después de que el magistrado citara a declarar al jefe del Ejecutivo como testigo.

El ministro de justicia se limitó a defender que Sánchez responda al magistrado por escrito el próximo martes y se centró en celebrar que «hoy es un día grande para la Justicia española». «Por fin hacemos algo que parecía durante años que no íbamos a ser capaces de decir nunca y es que se ha renovado el CGPJ», señaló.

Pero estos son los únicos frentes judiciales que tiene abierto el Gobierno actualmente. Preguntado por el informe del sobre el Estado de Derecho en España, que avisa del daño a los jueces por las críticas políticas y de le necesidad de reforzar la independencia del fiscal general, Bolaños reconoció que el documento «es muy amplio» y consideró, sin embargo, que «los puntos fundamentales de ese informe son muy positivos para España».

El ministro insistió en que en el texto no hay «ni un solo reproche ni una sola recomendación» sobre la ley de amnistía. «Yo creo que los que tenían discursos apocalípticos de lo que iba a decir Europa sobre la amnistía pues ya se están dando cuenta que Europa vive con normalidad la amnistía porque hay docenas de ellas aprobadas en Europa», añadió sin especificar que la Comisión Europea ha dejado la medida de gracia fuera del informe pero considera que en España genera «controversia» política.

Sobre la independencia de los jueces, Bolaños señaló que «en las propias encuestas que hace el CGPJ no hay entre los jueces ninguna duda de que actúan con independencia y con imparcialidad, igual que lo hace la Fiscalía General del Estado», agregó.