Ayuso defiende «todas» las expresiones religiosas pero alerta de un «choque cultural»
La presidenta de la Comunidad de Madrid, que defiende «procesiones, belenes y cabalgatas« junto a otros ritos, reprueba a la minoría extranjera que no se integra y pretendería «imponer» costumbres regresivas
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que regresó el jueves a la primera línea política tras sus vacaciones recorriendo la zona ... calcinada en Tres Cantos por los fuegos de esta semana, ha ofrecido esta mañana una comparecencia con motivo de las fiestas por la Virgen de la Paloma, festividad de primer nivel en la capital española. Preguntada al respecto, la dirigente del PP se ha referido por primera vez a la polémica suscitada en Jumilla (Murcia), donde su partido y Vox han prohibido la celebración de cultos musulmanes en espacios polideportivos municipales, lugares en los que se solían acontecer este tipo de festividades religiosas.
Ayuso, que ha evitado polemizar sobre la controvertida resolución concreta de la localidad murciana, sí ha afirmado que «todas las religiones tienen derecho a expresarse públicamente, con respeto». «Aquí cabemos todos», ha subrayado Ayuso. «Nuestra Constitución recoge la libertad de culto, y yo quiero que se sigan celebrando en Madrid las procesiones, que siga habiendo belenes, que sigamos celebrando en libertad la religión musulmana, católica y también la judía», ha enfatizado, lamentando que la última de las profesiones de fe citadas esté «cada vez más perseguida» y sumando «las cabalgatas» a los eventos de origen católico que, a su juicio, deben preservarse.
Porque la presidenta madrileña ha recordado que, a pie precisamente de Constitución, España «es un país aconfesional, no laico. «Y, por tanto, las expresiones religiosas se tienen que producir también en el ámbito público», ha aseverado, aunque precisando, al hilo de lo ocurrido en Jumilla, que «cada Ayuntamiento y cada Administración es libre de decir dónde quiere que esto se celebre y, si un Ayuntamiento decide que no es una instalación deportiva la más efectiva y que hay otras destinadas a tal uso, pues es correcto».
«La demografía está cambiando»
Pero dicho esto, Ayuso ha distinguido estos presupuestos de partida con «los choques culturales» y que persiguen «imponer otra forma de vivir o de pensar a manos de algunos ciudadanos que no quieren integrarse», una alusión genérica a la población extranjera con otros credos de la que sí ha precisado que, en su «mayoría», sí quiere sumarse a la convivencia. «Ese es otro debate y nosotros ahí vemos que tenemos una larga tarea por delante, porque la demografía en España está cambiando y lo va a hacer a gran velocidad en los próximos años», ha argumentado. «Por tanto, tenemos que decir cómo queremos convivir y si va a haber un choque cultural que nos va a hacer regresar en algunas ocasiones» a situaciones propias del pasado que Ayuso ha rechazado.
Ha sido el preludio, también cuestionada sobre el reparto forzado por el Gobierno de los menores migrantes no acompañados concentrados en Canarias, a que la líder madrileña reprobara la entrada «masiva» de extranjeros sin papeles al país, uno de los «problemas» que Sánchez no afronta según ha atacado. «España está abandonada», ha concluido.
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