Secciones
Servicios
Destacamos
Cristian Reino
Barcelona
Sábado, 18 de febrero 2023, 18:53
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Crisis en la ANC. La Asamblea Nacional Catalana, 'lobby' independentista que asumió el rol de ser el motor movilizador durante los años álgidos del secesionismo, organizando grandes manifestaciones, está inmersa en una guerra civil que compromete su futuro y el del movimiento, cada vez más dividido. Nació en el inicio del 'procés' y corre el riesgo de morir, también con el fin del desafío nacionalista.
La entidad celebró este sábado la reunión de su dirección más convulsa en sus más de diez años de vida. Dimitió el vicepresidente, junto con una docena de miembros del sector crítico, en torno a una quinta parte de la ejecutiva. La facción disidente pidió sin éxito el cese de la presidenta, Dolors Feliu.
La crisis interna en la ANC viene de lejos y responde a una cuestión de fondo, pues esta entidad ha perdido su razón de ser una vez se ha acabado el 'procés'. Hay un motivo estratégico, pero el intento de golpe de estado interno se ha precipitado en las últimas semanas después de que la presidenta sometiera a votación su intención de impulsar una candidatura electoral –la ANC como tal no puede presentarse, según los estatutos–, alternativa a ERC, Junts y la CUP.
Sería la cuarta lista independentista en liza. Es un proyecto que se cuece a fuego lento y que miran de cerca algunos líderes como Carles Puigdemont, Laura Borràs o Quim Torra. Pero Feliu perdió la votación semanas atrás. La ejecutiva (compuesta por 60 miembros) tumbó su propuesta de avanzar con la lista cívica. Sin embargo, en vez de asumir la derrota y meter la idea en un cajón, dijo que seguía adelante. El sector crítico pidió su cabeza entre acusaciones de falta de democracia, autoritarismo y abuso de poder.
Ninguno de sus antecesores (Forcadell, Sànchez y Paluzie) tuvo que afrontar una reunión de la ejecutiva con peticiones de dimisión. La lista que propone la presidenta ha tensionado el independentismo, especialmente a Junts y la CUP que son los partidos que podrían perder votos si cuaja una cuarta candidatura nacionalista. Los oficialistas acusan a los sectores críticos de seguir las consignas de estas formaciones.
Las relaciones de las formaciones con la ANC no son buenas. Junts y la CUP miran con recelo la lista alternativa y ERC está en guerra abierta contra la Assamblea, que aprovecha cada movilización para cargar contra la vía pragmática de los republicanos. «O independencia o elecciones», reclamó Feliu en la manifestación de la Diada, a la que no acudió nadie de Esquerra.
En sus últimas movilizaciones se han escuchado gritos e insultos contra Oriol Junqueras. La ANC convocó incluso una manifestación el día de la Constitución para protestar contra el pacto suscrito entre el Ejecutivo y el Govern para reformar el Código Penal. Se manifestaron 4.500 personas, lo que dio la medida de la capacidad de movilización que tiene actualmente la entidad, a años luz de lo que era entre 2012 y 2020. El problema de la ANC es que nació como un artefacto de agitación para el 'procés'. Y con el fin del desafío secesionista se ha quedado desorientada y sin capacidad de presión al Govern.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.