Abascal se rodea de la extrema derecha mundial en su momento más dulce en las encuestas
La inmigración ilegal y el asesinato de Charlie Kirk fueron los principales temas del acto, en el que intervinieron por videoconferencia Javier Milei, Giorgia Meloni o Viktor Orbán
Ander Azpiroz
Madrid
Domingo, 14 de septiembre 2025, 13:56
Vox y su líder Santiago Abascal se codearon un año más con la elite de la extrema derecha mundial en el acto 'Europa Viva 2025', ... celebrado bajo el lema 'comienza la reconquista' en el madrileño Palacio de Vistalegre antes más de 8.000 personas. Abascal volvió a ejercer como anfitrión en su calidad de presidente de Patriotas, el partido europeo que integran entre otras fuerzas la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, el Fidesz-Unión Cívica Húngara de Viktor Orbán o el propio Vox. Esta cita ya de carácter anual llegó en el momento más dulce para la formación española, a la que todas las encuestas pronostican un notable incremento en intención de voto a costa del PP.
En su discurso de clausura Abascal puso sobre el tapete todos los temas sobre los que su partido se ha apoyado para crecer en los sondeos. El principal, el de la guerra sin cuartel a la inmigración irregular y la inseguridad ciudadana que genera. Como declarado anti islamista secundó el ideario de sus invitados con el rechazo a las imposiciones del «califato de Bruselas» y la defensa de la expulsión sin procedimiento legal alguno de por medio para todos los que «pretendan imponer su religión por encima de las leyes», «encarcelar a su mujer detras de una capucha» o «los que hayan venido a vivir del esfuerzo de los demás». No se olvidó en su discurso de los menores no acompañados: «todos los menas fuera y no como un castigo, sino como un premio para que estén con sus padres y no en un secuestro institucional».
«Los primeros en celebrar esas expulsiones -continuó- serán los inmigrantes legales que cumplen las normas y respetan al país que los acoge». «No hay una persona sensata que se oponga a devolver a los criminales para que cumplan condena en las cárceles de sus países de origen», zanjó. El líder de Vox volvió a tirar de sus propios datos, como el que apunta que el estado gasta más dinero público en un inmigrante en edad militar que en el salario de un soldado español.
Abascal se incluyó entre los líderes mundiales que representan a millones de voces que piden recuperar la libertad, la prosperidad y el derecho a decidir su futuro. Frente a ellos nombró a las fuerzas socialistas y populares que, dijo, trabajan codo a codo para limitar la libertad de expresión y acosan a quienes no están de acuerdo con sus ideas, incluso con el uso de la violencia. «Están dispuestos a pactar con Satanás con tal de que no se escuche a los patriotas, pero no nos van a detener», añadió.
Los menas deben ser expulsados, no como castigo sino como premio para que estén con sus padres
Al hilo del asesinato de Charlie Kirk, el activista conservador estadounidense tiroteado durante un acto en la universidad de Utah, el líder de Vox acusó a la izquierda de orquestar magnicidios cuando se ve acorrada. La culpó de los intentos frustrados contra Donald Trump, Robert Fico o Jair Bolsonaro. Y lo lograron, recordó, con el ecuatoriano Fernando Villavicencio o el colombiano Miguel Uribe. «No nos matan por ser fascistas, nos llaman fascistas para matarnos», culminó.
Cuando llegó el turno al presidente del Gobierno los asistentes corearon al unisono «Pedro Sánchez, hijo de puta», algo que Abascal matizo a la que a su juicio debió haber sido «Pedro Sánchez, chulo de putas». El repaso a su gestión incluyó el asalto a la justicia, la ley de la «desmemoria histórica» o el retroceso de las libertades a cargo de «corruptos» y «estafadores».
Videoconferencias
Los participantes intervinieron de forma mayoritaria por videoconferencia. Entre ellos figuraron el presidente de la asociación ultraconservadora estadounidense Kevin Roberts, la estrella al alza de la extrema derecha griega Afroditi Latinopoulou, el candidato a la Presidencia chilena José Antonio Kast, el expresidente colombiano Álvaro Uribe, la antichavista Maria Corina Machado, el mandatario argentino Javier Milei, el ganador de las elecciones en Austria Herbert Kickl u Orbán. La sorpresa fue el vídeo enviado por la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que quiso participar en el acto pese a formar parte de otro partido extremista europeo. Le Pen, Geert Wilders o Matteo Salvini estuvieron entre los grandes ausentes.
«Mandamos una señal clara desde Madrid: estamos aquí y no nos rendiremos, ¡viva la reconquista!»
Los discursos de todos los participantes fueron similares en cuanto a estructura y contenido. Las primeras palabras giraron siempre en recuerdo de Kirk, que fue presentado como «un patriota de su país por su defensa del cristianismo, la familia y la libertad que ya había recibido multitud de amenazas de la turba izquierdista que se apropió de las facultades para imponer el pensamiento único y la censura».
La inmigración fue el otro tema central de los representantes europeos. En sus discursos abogaron por el blindaje de fronteras, la cancelación del derecho de asilo, las deportaciones masivas o el cierre de las mezquitas. «Nuestras puertas están abiertas como las de un granero y nuestra identidad violada», clamó el austriaco Kickl. De estar en el origen de todos estos males fueron acusados la Unión Europea y la cesión de competencias de los estados miembros.
«Si yo fuera presidente de España, mi primera medida sería meter a Pedro Sánchez en la cárcel»
Al margen la inmigración, durante el acto se lanzaron mensajes de todo tipo, desde «la izquierda es una enfermedad mental que envenena a nuestros hijos» de Latinopoulou a «la marea asquerosa de los 'aborteros' que destrozan familias » de Rafael López Aliaga, alcalde de Lima. El portugués André Ventura, líder de la Chega, defendió encarcelar a Sánchez. Tampoco escasearon las alabanzas a Trump. Especialmente por sus esfuerzos para lograr la paz en Ucrania o Israel, destacó Meloni.
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