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La investigación sigue su curso

La investigación sigue su curso

Un año después de los atentados, la Audiencia Nacional continúa con las pesquisas. Actualmente, tres personas se encuentran en prisión provisional por su presunta participación en los hechos

Europa Press / Barcelona

Jueves, 1 de enero 1970

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Un año después de que una célula yihadista atacase a centenares de personas que paseaban por La Rambla de Barcelona la tarde del 17 de agosto y, pasadas unas horas, por el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona), la Audiencia Nacional continúa investigando activamente estos atentados, reivindicados por el Daesh, que dejaron en total 16 víctimas y más de 300 heridos.

Actualmente, tres personas se encuentran en prisión provisional por su presunta participación en los hechos: el que alquiló la furgoneta utilizada en el atropello; un herido en la casa que saltó por los aires en la que se estaba preparando la acción terrorista; y otra persona vinculada con la compra del explosivo. El resto fue abatido por los Mossos d’Esquadra en Cambrils o fallecieron en la explosión de una vivienda en Alcanar (Tarragona).

Aún así, el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, sigue indagando en los hechos. El magistrado pidió en junio información para conocer si los yihadistas se financiaron con microcréditos y en febrero puso bajo vigilancia a personas cercanas a la célula.

España no había sufrido ningún atentado yihadista desde el 11 de marzo de 2004.

Esta forma de actuar fue advertida por los Mossos d’Esquadra en un informe del 17 de agosto de 2017 en el que se solicitó al juez Andreu la autorización para proceder a registrar los domicilios de un grupo 12 amigos y hermanos, sobre los que se sospechaba su implicación en los atentados de Cataluña. Sobre las 16.30 horas de ese día, una furgoneta blanca recorrió más de 500 metros causando el pánico entre los viandantes. En ese momento, 13 personas perdieron la vida y una de ellas falleció después en el hospital.

La alarma volvió a saltar el 18 de agosto cuando un coche con cinco personas en su interior, con cinturones de explosivos falsos y armados con cuchillos y hachas, esquivaron un control policial y consiguieron entrar en el paseo marítimo de Cambrils. Tras abrir fuego contra ellos, el vehículo volcó y sus ocupantes salieron de él apuñalando de muerte a una mujer. Un agente logró abatir a cuatro terroristas y el quinto murió tras resultar herido.

Furgoneta. La furgoneta de La Rambla iba conducida por Youness Abouyaaquob, quien consiguió escapar a pie del centro de Barcelona. No obstante, Abouyaaquob robó un coche para continuar con su huida, apuñalando y asesinando antes a Pau Pérez, dueño del vehículo. Estuvo en busca y captura cuatro días hasta que los Mossos le encontraron en Subirats. Fue abatido.

Tras conocerse por los medios de comunicación el atentado y difundir las fotografías de los sospechosos, Driss Oukabir se presentó en la comisaría de la policía autonómica de Ripoll (Gerona) para exculparse de los hechos alegando que su hermano Moussa se había llevado su documentación un día antes. Una versión que modificó cuando declaró ante el magistrado de la Audiencia Nacional, al que contó que había alquilado la furgoneta utilizada en la ciudad condal para que su hermano hiciese una mudanza, desentendiéndose después de ella.

El juez no le creyó y el 22 de agosto de 2017 acordó su prisión provisional como uno de los presuntos autores de los atentados. Además, a principios de este mes, dos testigos protegidos relataron al magistrado indicios sobre el papel clave que este investigado tenía en la célula yihadista. Andreu también mandó a la cárcel a Mohamed Houli Chemlal, que resultó herido en la explosión de una vivienda la noche anterior en Alcanar y en septiembre del año pasado a Said Ben Iazza, detenido en Vinarós (Castellón) por su relación con la compra y el traslado del material con el se fabricó el explosivo conocido como madre de Satán y que se pretendía emplear para atentar en Barcelona.

La casa de la urbanización de Montecarlo saltó por los aires sobre las 23.00 horas del 16 de agosto, frustrando lo planeado inicialmente por la célula yihadista: atacar lugares como la Sagrada Familia, el estadio de fútbol Camp Nou, festivales de música y discotecas, según las pesquisas.

Los presuntos autores de los atentados que declararon ante el juez ya responsabilizaron al religioso de los actos terroristas. También lo hicieron ante los Mossos d’Esquadra sus familiares: «Toda la culpa era suya», aseguró la hermana de Driss y de Moussa Oukabir.

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