El juez encarcela al tercer detenido por comprar datos robados a 575.000 contribuyentes

Según el auto conocido este jueves, el sevillano Ortega Guerrero sería el «mayor comprador» de datos obtenidos en el jaqueo, una información que era utilizada por este para cometer estafas informáticas masivas. Con este son ya tres las personas arrestadas por estos hechos: el citado José Luis Huertas, de 19 años, que estuvo en prisión provisional entre principios de abril y finales de mayo; y Daniel Baíllo Escarabajal, alias 'Kermit', el colaborador de Alcasec de 29 años que se encuentra en la cárcel desde el pasado 1 de junio.

El magistrado atribuye a Ortega Guerrero los delitos de revelación de secretos y de estafa, ambos con carácter continuado, y tenencia de armas y depósito de armas de guerra y municiones, ya que en el registro de su domicilio se halló una escopeta de cañones superpuestos, una pistola y un subfusil de 99 milímetros.

La investigación judicial ha dado varios pasos tras la detención de Alcasec y su colaboración con la Justicia. Una circunstancia que ha permitido identificar a la persona que se encontraba detrás de la identidad virtual 'Lonastrump', tratándose del citado Juan Carlos Ortega Guerrero, quien, utilizando dicha identidad, aparece como el mayor comprador de los datos exfiltrados a partir del ataque a la red del Poder Judicial.

En concreto, el acusado habría adquirido 30 paquetes de datos diferenciados que contenían 15.284 registros con información personal y bancaria de contribuyentes españoles. Un material que afecta a 1.067 personas, 20 de los cuales ya han denunciado ante la Policía y cuya suma de lo defraudado se acerca a 130.000 euros. No obstante, el juez apunta a otros compradores, ya que se habría comercializado ya con los datos de 82.018 contribuyentes. Para hacerse una idea del negocio, los ingresos por la venta de esta información superaron los 39.000 euros en solo 11 días.

La conducta criminal del tercer detenido se proyecta en el uso de técnicas como el phishing y que consiste en el envío masivo a los usuarios de mensajes de correo electrónico; SMS (smishing) o llamadas telefónicas (vishing) en los que los autores -haciéndose pasar por empresas o fuentes fiables, especialmente por entidades bancarias, y alegando supuestas razones de seguridad- solicitaron de tales usuarios las contraseñas o datos confidenciales necesarios para operar telemáticamente en las webs bancarias. Y en otras ocasiones introdujeron un virus informáticos capaces de apoderarse de tales claves, el llamado pharming.

Sobre los presupuestos para enviar a prisión al citado 'Lonastrump', el juez Calama considera que existe riesgo de fuga por la gravedad de las penas a las que se enfrenta y la existencia una amplia red de contactos de personas insertas en este mundo delictivo. Además de riesgo de destrucción de pruebas y de reiteración delictiva.