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El coste de quitar de en medio a Puigdemont

El coste de quitar de en medio a Puigdemont

El exvicepresidente del Gobierno y exlíder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho este viernes que «lo quieren los independentistas es que el Estado les quite a Puigdemont de en medio» y se ha mostrado convencido de «el Estado lo hará, pagará el coste», como se empezó a ver ayer con la «mala noticia» del Consejo de Estado.

Efe / Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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«Ahora lo que estamos discutiendo es cuánto coste pagamos» para que Carles Puigdemont no sea investido presidente de la Generalitat, ha advertido Rubalcaba en una entrevista en Onda Cero, en la que ha aconsejado al Ejecutivo ser «hábil» en su estrategia para que el descrédito del Estado sea el menor posible.

A su juicio, el Gobierno se «arriesga a un varapalo político» con la decisión de recurrir al Tribunal Constitucional la candidatura de Puigdemont para paralizar el pleno de investidura, pero la alternativa de haber recurrido la votación, una vez realizada, hubiera tenido «más coste político» aún. «Por eso se ha hecho así».

Convencido de que habrá un gobierno independentista sin Puigdemont y de que el «unilateralismo ha muerto y ya no va a resucitar», Rubalcaba ha vuelto a reclamar un «proyecto político compartido» al bloque constitucionalista.

Tras asegurar que el presidente Rajoy «sabe perfectamente» que tiene problemas, que este asunto está bloqueando la política española y que al Gobierno «le perjudica», ha opinado que «tendrá que tomar iniciativas» y que la solución pasa porque los tres partidos constitucionalistas ,PP, PSOE y Cs, «hablen, no en el corto (plazo), sino con luces largas» y «ofrezcan al conjunto de España un proyecto político que de paso resuelva el problema de Cataluña».

En la entrevista, ha elogiado también la «actuación sobresaliente» del rey Felipe VI en la crisis catalana: «Creo que fue fundamental para dar a los españoles un sentido del Estado. El Rey explicó a los españoles que había un Estado y unas reglas y dijo que había que cumplir la ley. Hizo lo que tenía que hacer y lo que algunos creíamos».

Tras apuntar que España tiene por historia un Estado «muy débil», ha dicho que echa de menos que «alguien defienda con pasión la ley», porque «en democracia la ley es fundamental» y un gobernante no puede defenderla «como si fuera un procurador».

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