Alzira, sobresaltada tras el hallazgo de dos cadáveres

Tras recibir el aviso de que una anciana impedida no cogía el teléfono, la Policía y los bomberos acudieron a su domicilio en la calle Sueca y encontraron el cadáver de un hombre de 61 años. La madre del vecino fallecido, una anciana de 84 años, estaba moribunda en otra habitación y apenas tenía pulso. Un equipo de bomberos rescató a la anciana tras acceder a la vivienda por una ventana y la bajó a la calle en una camilla por la fachada del edificio. Poco después, una ambulancia del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) trasladó a la víctima al hospital de la Ribera.

Según los vecinos, el hombre fallecido vivía con su madre en la casa y se encargaba de cuidarla. El cadáver no presenta signos de violencia, por lo que todo parece indicar que murió por causas naturales. La anciana sufría un golpe en la frente, pero la lesión es compatible con una caída accidental, según una primera estimación del forense de guardia.

Minutos más tarde tuvo lugar el hallazgo del segundo cadáver con el consiguiente trasiego de agentes y miembros de la comisión judicial. La Policía fue informada sobre las 23:00 horas de la muerte de una mujer en la calle Severo Ochoa. El cuerpo sin vida de esta persona se encontraba en el garaje de la vivienda y tampoco presentaba signos de violencia.

Tras ser avisados de los sucesos, el alcalde de Alzira, Diego Gómez, y la concejala de Seguridad, Sara Garés, se desplazaron a los lugares de los hechos para recabar los primeros datos y ofrecer ayuda municipal a los familiares de las víctimas.

Los dos cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia para practicarles las correspondientes autopsias. La Policía Nacional se ha hecho cargo de las investigaciones para esclarecer las causas de las dos muertes. Los agentes del Grupo de Policía Judicial de la comisaría de Alzira no hallaron indicios criminales en las inspecciones que realizaron en las viviendas.