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Patxi Fernández
Madrid
Jueves, 16 de junio 2022
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Los precios de los combustibles en España siguen imparables. Tanto la gasolina 95 como el gasóleo tienen en gran parte de las estaciones de servicio precios superiores a los dos euros por litro. Y la escalada parece imparable, según pronostica el presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Nacho Rabadán, quien avanza que podría superar este verano la barrera psicológica de los tres euros por litro.
«Yo no descarto ningún escenario, podríamos ver precios de 3 euros/litro este verano», confiesa Rabadán, quien explica que las refinerías han maximizado su producción de diésel porque la demanda supera con mucho a la oferta y su margen de refino al procesar diésel es muy elevado. El problema se agrava porque ahora llega el verano en el hemisferio norte «y con él un incremento de la demanda de gasolina y no hay suficiente». Esto significa, en la práctica, que llenar el depósito de un coche con una capacidad de 55 litros costará unos 165 euros «con lo que para un vehículo con un consumo de 7 litros a los 100 recorrer 20.000 km al año costará unos 4.200 euros, 350 euros al mes.
La totalidad de las estaciones de servicio en manos de pymes (69,5% de las 11.650 estaciones de servicio censadas por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico) se enfrentan a una situación tremendamente difícil a causa de los elevados precios. El descenso de la demanda y la aplicación de la bonificación de 20 céntimos implantada por la Administración son dos de las causas que han empujado contra las cuerdas a estos establecimientos. Respecto a 2019, han desaparecido 492 empresas del sector y se han destruido 1.516 puestos de trabajo, según las cifras que barajan desde la .
Su presidente, Nacho Rabadán, explica que los cierres no suelen deberse a un único motivo, sino que se producen una serie de circunstancias acumulativas que, finalmente, se traducen en el cierre del negocio. «Pensemos que la situación del sector dista mucho de ser la ideal. Durante los primeros meses de la pandemia estuvimos obligados a permanecer abiertos con el mismo horario que teníamos a pesar de que la movilidad llegó a caer un 90%. De hecho, algunos asociados tuvieron problemas para cerrar los turnos porque el sistema informático detectaba que se estaba produciendo un error al haber registrado 0 euros de venta durante el turno. De allí venimos y el paso del tiempo no ha hecho sino agravar la ya de por sí complicada situación de las estaciones de servicio».
Para los consumidores no deja de parecer una situación contradictoria, ya que con unos precios batiendo récords semana tras semana, resulta contradictorio que las estaciones de servicio estén padeciendo una profunda crisis. Parte de la culpa la tiene la bonificación de 20 céntimos por litro establecida por el gobierno, que si bien sirve para contener relativamente la escalada de precios de cara al consumidor, está provocando la asfixia de los empresarios de las estaciones de servicio.
Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Hacienda, la Administración ha pagado ya 333,6 millones de euros en concepto de devoluciones a las bonificaciones practicadas, lo que corresponde a algo más del 84% de las solicitudes presentadas. Es decir, un 16% de las peticiones no ha sido atendida. Y lo peor es, según explica Rabadán, que según la literalidad del Real Decreto Rd-L 6/2022 que regula esta medida «la Administración estaría dentro de plazo incluso si nos pagara el día 15 de junio las bonificaciones efectuadas en abril y hasta el 15 de julio para devolvernos las cantidades adelantadas a lo largo del mes de mayo». Puesto que las devoluciones dependen de las delegaciones especiales de Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, hay algunos territorios en los que «las solicitudes se están atendiendo con mucha más celeridad que en otros, provocando desigualdades y desventajas competitivas entre las estaciones de servicio en función de la comunidad autónoma en la que estén emplazadas».
La medida ha provocado un estrangulamiento financiero «de libro» a las miles de pymes que conforman el sector. Algunas están logrando, según los datos que barajan desde CEEES seguir a flote «gracias a las líneas de crédito que tienen suscritas con sus respectivas entidades financieras». Otras se han adherido al convenio suscrito entre esta asociación de empresarios y EBN Banco En cualquier caso, están teniendo que hacer frente a unos costes financieros «que no tendrían si la medida no hubiera entrado en vigor».
Nacho Rabadán explica que los proveedores son conscientes de los problemas de liquidez a los que se enfrentan las estaciones de servicio y, en algunos casos, están pidiendo el pago adelantado de las cisternas a la hora de suministrarnos carburante. «Cuando los problemas de liquidez comienzan es como cuando cae una ficha de dominó, normalmente nunca vienen solos y van en cadena. Y tener que adelantar 1.000 euros diarios (33.000 euros mensuales) de media drena la liquidez de cualquier pyme, independientemente del sector en el que opere».
Paralelamente, la Organización de Consumidores OCU ha denunciado que la rebaja de 20 céntimos por litro de combustible no ha conseguido frenar la continua evolución de los precios, por lo que abogan por la necesidad de tomar medidas más drásticas, como la supresión temporal de impuestos.
Una de las dudas más frecuentes entre los consumidores es por qué el precio de los combustibles no varía en la misma proporción que el precio del crudo Brent. Según explican desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos AOP, el precio en España no tiene relación directa con la cotización del barril de petróleo.
El precio final depende de las cotizaciones de la gasolina y el gasóleo en los mercados al por mayor de referencia (Mediterráneo y Norte de Europa en el caso español). Como estos mercados se mueven en dólares, el tipo de cambio euro/dólar también es un factor significativo.
Hay gastos que prácticamente no varían, entre ellos los costes de producción, distribución y comercialización, donde se incluyen los márgenes del mayorista y el minorista.
El precio también se ve afectado por los impuestos y otros costes asociados, como el mantenimiento de las reservas estratégicas y la aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética.
En España, los combustibles líquidos derivados del petróleo están gravados con dos impuestos: el IVA delo 21%, y el Impuesto Especial de los Hidrocarburos (IEH). en este caso el Tipo Impositivo Estatal general (TEG) para la gasolina 95 es de 400,69 €/1.000 litros, y de 307 €/1.000 litros para el gasóleo A. Con el impuesto de Tipo Especial Estatal (TEE) el Estado recauda 72 euros adicionales por cada 1.000 litros de gasolina 95 y gasóleo A (cifras de marzo de 2022 facilitadas por AOPP).
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