Las estaciones de servicio 'low-cost' podrían suponer el 71% de España
Juan Roig Valor
Viernes, 24 de octubre 2025, 11:00
Es raro, a día de hoy, encontrar una estación de servicio en la que un trabajador rellene el depósito de combustible al cliente. Ahora, aquellas en las que que existen trabajadores para cobrar las operaciones parece que están abocadas a desaparecer.
La Asociación Española de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE) acaba de publicar su informe sectorial para 2025, y en él se recoge una realidad: las gasolineras automáticas, también conocidas como 'low-cost' se han consolidado como una opción cada vez más atractiva en el mercado.
A día de hoy, este tipo de estaciones de servicio ocupan ya el 29% del mercado en España, con 3.477 puntos operativos, un crecimiento del 294% desde 2019, cuando empezaron a popularizarse. El gran 'boom' de su aparición se dio con la pandemia, dado que las personas se mostraban reacias a tener contacto humano, lo que hizo que la automatización fuera visto como un valor añadido.
Para el presidente de AESAE, Manuel Jiménez, se ha ido más allá desde entonces: «Los consumidores han normalizado el uso de las gasolineras y las perciben como parte natural de la red de suministro. Lo que en 2020 se consideraba una novedad, hoy es ya un estándar consolidado».
Jiménez señala que España es un país particularmente sensible al precio, y la irrupción de estaciones de servicio automáticas ha dejado patente una realidad: las gasolineras tradicionales no pueden hacerle frente a los precios competitivos. Ante esta tesitura, tienen dos opciones: o cierran o se adaptan a los pagos automáticos, algo que ya es cada vez más frecuente ver en las estaciones clásicas.
El análisis territorial muestra que la penetración es desigual, pero la tendencia expansiva es clara. Andalucía lidera en volumen total con 745 ESA (+89% respecto a 2023), seguida de Cataluña (534, +19%) y Comunidad Valenciana (482, +35%). En términos relativos, el mayor crecimiento corresponde a las Islas Canarias, que multiplican por cinco su red y alcanzan las 154 estaciones (+431%).
También destacan Navarra (de 24 a 101, +321%), Castilla-La Mancha (263, +105%) y la Región de Murcia (139, +120%). En el lado opuesto, Islas Baleares reduce su red de 24 a 13 estaciones (-46%), mientras que Madrid y Cataluña, pese a tener gran peso en el mercado, muestran incrementos más contenidos (+24% y +19%).
El mayor problema al que se enfrentan las estaciones automáticas es a la concepción generalizada de que su carburante es de peor calidad, lo que les permite reducir sus precios. Esto, según Jiménez, es falso: «¿Cómo es posible que algo que tiene casi el 30% del mercado lo haga a través de un producto de baja calidad?»
Nuestro deber aquí es resaltar el fallo en la lógica, dado que la calidad de un producto no determina la penetración que tiene entre los consumidores, especialmente si atendemos al precio como un factor clave a la hora de tomar las decisiones.
Aún así, el presidente de la organización quiso destacar que «estamos ante un cambio estructural del mercado de carburantes. Las gasolineras automáticas han demostrado ser eficientes, competitivas y sostenibles y seguirán consolidándose para marcar el futuro del sector».
Tomando los datos de otros países en los que existe una mayor presencia de este tipo de surtidores –según la AESAE, la penetración está entre el 65% y el 75%–, desde la asociación estiman que se podría llegar a un 71% de cuota en España.