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Lunes, 4 de septiembre 2023
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Tras los gastos extraordinarios durante las vacaciones, millones de españoles se enfrentan ahora a una «vuelta al cole» en la que el precio de la gasolina se acerca a los dos euros por litro, una cifra muy elevada que encarece extraordinariamente el coste de utilizar el coche.
Ante esta situación la DGT ha difundido una serie de recomendaciones que permiten ahorrar hasta 500 euros al año, además de reducir las emisiones y alargar la vida útil de nuestro vehículo y de muchos de sus componentes.
Aumentar la distancia de seguridad y llevar la presión correcta en los neumáticos ayudan a reducir el consumo de gasolina, así como realizar un tipo de conducción eficiente.
En el paquete de consejos de la DGT se incluye en primer lugar la necesidad de realizar la puesta a punto del vehículo en el taller una vez al año, sobre todo a los modelos de mayor antigüedad.
Otra acción clave a la hora de reducir el consumo es la de llevar la presión adecuada en los neumáticos. Según el RACE conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada por el fabricante «hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4 % en las interurbanas». Además habría que tener en cuenta que en los viajes, cuando se viaja muy cargado, hay que aumentar dicha presión con la referencia del fabricante indicada en la tapa de la gasolina o en el marco de la puerta.
De no hacerlo, además de subir el consumo, se incrementará el desgaste del neumático obligando a adelantar su sustitución. Y ya que hablamos de neumáticos, existe un tipo de gomas disponibles en casi todas las marcas con muy baja resistencia a la rodadura, ideales para ayudar a reducir el consumo (hasta un 3%) y con precios muy similares a los neumáticos normales.
El gasto de combustible también se reduce de forma muy marcada con la tendencia a conducir en la marcha más larga posible, incluso en ciudad respetando los límites. Y es que los motores actuales permiten y responden bien aunque circulemos en marchas largas a muy bajas revoluciones con el motor muy desahogado y consumiendo lo mínimo. En este sentido es muy recomendable no apurar las marchas cortas a no ser que arranquemos en una cuesta muy pronunciada. Y tomar como referencia que antes de llegar a 50 km/h ya deberíamos haber engranado la 4ª o 5ª marcha. Volviendo a la ciudad y si el coche no cuenta con el sistema Start/Stop, es muy recomendable parar el motor en detenciones 50 km/h ya deberíamos haber engranado la 4ª o 5ª marcha.
Está comprobado que entre el 30 y el 50 % del gasto de combustible depende de la manera de conducir de su conductor. Por eso es necesario seguir unas pautas. Por ejemplo, conducir a una velocidad moderada y constante, sin altibajos ni cambios constantes de ritmo, y mantener la distancia de seguridad, lo que nos permitirá circular a una velocidad constante sin tener que ir pendiente del freno. Hay que buscar fluidez en la conducción evitando frenazos y acelerones bruscos. Así como evitar cambiar de marcha si no es necesario.
En la salida de los semáforos se debe acelerar de una manera progresiva y cambiar aprovechando el mejor rendimiento del motor. De lo contrario se va a llegar al siguiente semáforo algunos segundos antes que el resto, pero consumiendo tres veces más. También se recomienda anticiparse y dejar de acelerar al ver a lo lejos un coche, un camión o un autobús que circula más despacio para llegar con inercia en retención sin gasto de combustible. Esto es mucho mejor que seguir acelerando hasta dar alcance al vehículo que nos precede y frenar para, más tarde, tener que recuperar esa velocidad para lo que el motor tendrá que revolucionarse de nuevo con el consiguiente gasto. Anticiparse permite no solo ahorrar combustible, sino también pastillas de freno.
Acelerar de repente no ayuda a ganar tiempo y tiene efectos negativos sobre el automóvil, que no solo gastará más combustible; además sufrirá un calentamiento excesivo del motor y un desgaste prematuro de los neumáticos. La caja de cambios y el sistema de frenos también se resentirán.
Cuando realicemos una parada prolongada es recomendable apagar el motor. Se gasta más gasolina estando al ralentí que arrancando y apagándolo. De esta forma, se estima que un motor en ralentí consume en 0,6 litros/hora por litro de cilindrada . Por ejemplo, un motor de 1,5 litros consume casi un litro de combustible por hora sin moverse.
Llevar el aire acondicionado conectado sin necesidad supone que el consumo aumente entre un 10 y un 20 %. Por eso hay que optimizar su uso y, por supuesto, llevar las ventanillas cerradas en carretera. Porque todo lo que suponga romper la aerodinámica de un vehículo está asociado irremediablemente a consumir más.
En este sentido y si el maletero se queda pequeño, conviene recurrir a un baúl o portaobjetos de techo cerrado y con formas aerodinámicas y no a poner los bultos sin orden en una baca atados con pulpos, ya que, además de peligroso, aumentará mucho el consumo. El conductor español tiene tendencia a convertir el maletero de su vehículo en una especie de trastero donde tiene cabida todo lo que uno se pueda imaginar y en realidad hoy en día son muy pocas las cosas necesarias.
Por último, antes de emprender un viaje es aconsejable consultar la web de la DGT donde se recoge información en tiempo real sobre todo tipo de incidencias (retenciones, obras, lluvia, itinerarios alternativos...) que nos evitarán gastar combustible en atascos.
Un viaje bien planificado te permitirá llegar a tu destino de la manera más rápida, fácil y segura, y, por lo tanto, realizar una conducción más eficiente con el consecuente ahorro de combustible. Alargar solo diez minutos el viaje de una hora provoca un aumento del consumo en gasolina o gasoil de hasta un 14%.
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