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Dicen que la Navidad empieza con la ilusión de los mayores, por el sorteo de El Gordo, y acaba con la ilusión de los niños, por la noche de Reyes. El trecho entre la ilusión y la felicidad lo recorrieron este jueves Ibrahim, Modi, Luis, Carmen, Basile, Leonor... todos ellos tocados por la suerte en distintos puntos de España. Estas son sus historias.
El corazón de Basile
Basile, un inmigrante de Roquetas del Mar, se vio agraciado con 400.000 euros al contar con un décimo del Gordo, el 05490. Camionero de profesión, estaba de baja tras sufrir un infarto hace unas semanas, y cree que Dios, de alguna forma, le ha recompensado.
En paro y con siete hijos
Modi e Ibrahim, inmigrantes de Gambia, llevaban dos décimos del segundo premio, el 04074, 'tocado' con 125.000 euros. Los adquirieron en la Administración número 1 de Olot, en Gerona. Modi, de 57 años, es padre de siete hijos, está en paro y su ilusión es poder comprarse un piso para vivir con su familia. Su amigo Ibrahim llegó a Italia en patera hace cinco años y vino a España en autobús. Trabaja en una empresa de embutidos y su ilusión es ser cantante. Nunca antes había comprado lotería. «Nunca había jugado... pero anteayer compré un décimo». Ibrahim explicó en qué se gastará el dinero. «Mi mujer es modista y tiene una empresa, así que lo vamos a emplear en mejorar la empresa. Y yo quiero hacerme un estudio de música». «Estoy tan contento que no puedo ni hablar... en el mundo también pasan cosas buenas. Me ha cambiado la vida», dice el feliz gambiano.
Premio a la constancia
Una familia de Bilbao se vio agraciada con el Gordo tras casi 40 años abonada al mismo número. Compraron una serie completa del 05490, cuatro millones de euros en total. «Nunca han fallado, vinieron hasta en pandemia; es el premio a la fidelidad», dice el lotero de la administración de Ormaechea, en Bilbao.
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De la copa de navidad al delirio
Los trabajadores de Tragsatec, una empresa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que se dedica a la innovación tecnológica, son seguramente los más felices de España. Unos dos mil de sus cerca de 14.000 empleados, se vieron agraciados con los 90 millones del tercer premio, el 45250, que compraron en forma de participaciones en la administración número 459 de la calle Alcalá, de Madrid. «A las doce menos cinco hemos empezado a escuchar gritos que saltaban de mesa en mesa y luego lo han anunciado por la megafonía, y nos hemos empezado a dar besos y a abrazarnos», cuenta Leonor, a la que le han tocado 12.500 euros. Se da la circunstancia de que la empresa se disponía a celebrar este jueves la tradicional copa de Navidad.
Otra vez la gasolinera de la suerte
La famosa gasolinera La Chasnera, en Granadilla de Abona (Tenerife), ha vuelto a dar El Gordo, y ya es la cuarta vez que lo hace. Esta vez han vendido ocho décimos, 3,2 millones de euros. Siguen en racha.
Bombones en la calle Arenal
La administración de lotería número 16 de Madrid, en la céntrica calle Arenal de Madrid, a medio camino entre la Puerta del Sol y el Teatro Real, repartió una serie del Gordo. Era el único premio que le faltaba a esta administración con el nombre 'El elefante' regentada por Guillermo. El lotero, exultante, roció con una lluvia de champán a los presentes y repartió copas, bombones y patatas fritas para celebrarlo.
El Gordo en la misma calle
El 05490 fue vendido por dos administraciones de lotería diferentes y ubicadas en la misma calle de Las Palmas de Gran Canaria. En concreto, en la calle Rafael Cabrera número 7, y en la del número 26 de la misma calle.
Los jubilados respiran tranquilos
Los jubilados de una asociación de Berango, en Vizcaya, ya pueden respirar tranquilos. Habían vendido participaciones del 95.959, pero por un error de impresión las papeletas salieron con un número bien distinto, el 71.592… Y la preocupación de que tocara El Gordo en el 'equivocado' «era enorme». Finalmente no tendrán que dar explicaciones, pero como ellos decían: «Ojalá que los niños de San Ildefonso no canten nuestro número».
El Gordo del cumpleaños
Soledad es la propietaria de la Administración de Lotería del Palacio de Hielo, de Madrid, que ha repartido 100 décimos del Gordo, 40 millones. Lo curioso es que el número, el 05490, corresponde a la fecha de nacimiento de su hijo Luis, que vino al mundo el 5 de abril de 1990. «Lo tengo grabado desde que di a luz. En cuanto lo escuché sabía que era ése», cuenta Soledad.
Embarazada y premiada
Carmen, lotera de la administración El Gato Negro, la número 13 de Sevilla, que ha repartido parte del Gordo, se ha casado y se ha quedado embarazada este mismo año. Su tía le dijo «ya solo te falta dar el Gordo, seguro que lo das». Y lo ha dado.
Para llevar las cenizas de su hijo
Bati Rosales, filipina afincada en Vizcaya desde hace décadas, lleva un décimo del segundo premio, el 04074, que se ha vendido en Mungia, donde ella lo compró, en Bilbao y en las localidades gerundenses de Olot y Puigcerdá. Bati va a emplear parte de los 125.000 euros en llevar a su país las cenizas de su hijo, que falleció en un accidente de moto.
Un número difícil de vender
El segundo premio también se vendió en la administración de la bilbaína calle Ledesma 16. La lotera tenía un pálpito: «Vamos a dar algo, vamos a dar algo», dijo a los periodistas. Si bien confesó que había devuelto muchos décimos del 04074. ¿La razón? Que era un número muy bajo. Tenía asignadas 45 series, pero «no había manera que nadie quisiera ese número» por lo que devolvió parte a Hacienda.
La churrera de Roquetas y su piso
Sonia, una de las empleadas de la churrería Amanecer, en Roquetas del Mar (Almería), compartió con otros tres compañeros un décimo del Gordo. «En la vida me había tocado nada», asegura. Ahora podrá pagar el piso que justo se había comprado el pasado mes de septiembre.
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