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Miguel Pérez
Martes, 26 de enero 2021, 20:51
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Las calles de Países Bajos vivieron ayer la última de tres madrugadas plenas de violencia por el toque de queda impuesto desde el fin de semana para combatir el coronavirus. Policías y edificios oficiales apedreados, incendios callejeros coches destrozados, saqueos de comercios y enfrentamientos de distinta índole, que las autoridades califican como los más graves en el país desde hace cuareta años.
Anoche, las fuerzas de seguridad vigilaban las principales ciudades, especialmente las que han registrado mayores disturbios, Ámsterdam, La Haya y Rotterdam, con fines preventivos, aunque era muy posible que grupos de personas enfurecidas volvieran a las calles pese a los llamamientos a la calma del Gobierno dirigido por Mark Rutte. Hasta ahora, son al menos 250 los detenidos –180 en la madrugada de ayer y unos 70 el domingo–, sobre los que el ministro de Justicia, Ferd Grapperhaus, se ha pronunciado al instar a que sean castigados «con rapidez».
fuerzas de seguridad de Países Bajos han detenido a más de 180 personas durante la última noche de protestas contra el toque de queda y otras restricciones impuestas por las autoridades frente a la pandemia de coronavirus, según ha confirmado la Policía.
Los disturbios se han sucedido en varias ciudades del país, si bien han tenido su epicentro en la capital, Ámsterdam, La Haya y Rotterdam, donde se han registrado ataques con piedras y fuegos artificiales contra los agentes desplegados para intentar contener las protestas.
La Policía ha confirmado el arresto de nueve personas en Ámsterdam y de más de 50 en Rotterdam, uno de los principales epicentros de los disturbios. La Policía de Rotterdam ha señalado además a través de un comunicado que un agente ha resultado herido durante los incidentes.El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha expresado su apoyo a las fuerzas de seguridad y ha incidido en que «la violencia criminal debe terminar». «Los disturbios no tienen nada que ver con las protestas o la lucha por la libertad. Debemos ganar juntos la batalla contra el virus, porque sólo entonces podremos recuperar nuestra libertad», ha dicho.
Asimismo, ha resaltado que una comisaría de la ciudad ha sido apedreada y ha sido objeto de un intento de incendio por parte de los manifestantes. «La rápida reacción evitó que la comisaría fuera incendiada», ha manifestado.
La localidad de Hertogenbosch, a unos cien kilómetros al sur de Ámsterdam, ha sido también escenario de unos disturbios en los que han sido saqueadas varias tiendas, un supermercado y han sido dañados numerosos vehículos, según ha recogido la cadena de televisión neerlandesa NOS.
Los incidentes han provocado duras críticas por parte de las autoridades. Así, el alcalde de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, ha tildado a los participantes en las protestas de «ladrones sin vergüenza», mientras que el alcalde de Hertogenbosch, Jack Mikkers, ha denunciado un «inimaginable rastro de destrucción2..
Westerbeke ha resaltado que la Policía logró controlar «rápidamente» la situación en varios puntos de la ciudad, si bien ha reconocido que en Rotterdam Sur «se convirtió inmediatamente en algo tan grande y violento que no se pudo controlar de forma rápida».
Los departamentos de Policía local y los alcaldes han apuntado a varios grupos detrás de los disturbios, incluidos negacionistas del coronavirus y seguidores radicales de equipos de fútbol. Los incidentes han llegado después de los del domingo, que las autoridades describieron como los peores en 40 años.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha expresado su apoyo a las fuerzas de seguridad y ha incidido en que «la violencia criminal debe terminar». «Los disturbios no tienen nada que ver con las protestas o la lucha por la libertad. Debemos ganar juntos la batalla contra el virus, porque sólo entonces podremos recuperar nuestra libertad», ha dicho.
Por su parte, el ministro de Justicia, Ferd Grapperhaus, ha dicho que los responsables de los disturbios deben ser castigados rápidamente, según ha informado la agencia alemana de noticias DPA. Asimismo, ha hecho hincapié en que el Gobierno mantendrá en pie el toque de queda.
El toque de queda impuesto recientemente entró en vigor la noche del sábado al domingo y obliga a los ciudadanos, bajo penas que rondan los 95 euros, a permanecer en sus hogares entre las 21:00 y 4:30 horas del día siguiente.
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