La huelga general en Israel en favor de un alto el fuego no frena la ofensiva sobre Gaza
Más de 300.000 manifestantes se oponen a los planes militares de Netanyahu y piden en Tel Aviv la liberación de los rehenes
Mikel Ayestaran
Estambul
Domingo, 17 de agosto 2025, 20:08
Mientras cientos de miles de israelíes pedían este domingo un alto el fuego y la liberación de los rehenes en una jornada de huelga general, ... a muy pocos metros de la llamada 'Plaza de los Rehenes' de Tel Aviv los responsables de Defensa debatían la estrategia a seguir en la ofensiva contra la Ciudad de Gaza. La reunión de los militares duró seis horas y giró en torno al redespliegue de las fuerzas regulares, la movilización de decenas de miles de reservistas y la evacuación por la fuerza de casi un millón de ciudadanos del mayor centro urbano de la Franja, todo ello mientras Hamás sigue manteniendo rehenes bajo tierra, según informó 'Yediot Ahronot'.
A 80 kilómetros de esa plaza y de esa reunión, en la Franja, los bombardeos y disparos de los soldados dejaron al menos 57 muertos en una nueva jornada sangrienta, según los datos del ministerio de Salud. Entre los objetivos israelíes estuvo el hospital Al Ahli de una Ciudad de Gaza que está en su punto de mira y nada parece que vaya a detenerles.
Los gritos desesperados de la movilización urbana que arropó a los familiares de los 50 cautivos, de ellos se estima que 20 siguen vivos, no superaban los muros de un ministerio de Defensa donde la única voz que se escucha es la de Benjamín Netanyahu. Después de 681 días, las protestas no han servido para que el primer ministro cambie de estrategia y, pese a la incapacidad de liberar a los rehenes por medio de la fuerza, se dirigió a los manifestantes para decirles que «quienes hoy piden el fin de la guerra sin derrotar a Hamás no solo endurecen la postura de Hamás y postergan la liberación de nuestros rehenes, sino que también garantizan que los horrores del 7 de octubre se repitan una y otra vez».
Los últimos ataques sobre la Franja dejaron al menos 57 muertos, según el ministerio de Salud gazatí
Bezalel Smotrich, ministro de Economía y líder del ultranacionalismo sionista que gana fuerza día a día en Israel, calificó de «malos y dañinos» los efectos de la huelga general. «Una nación que quiere vivir no puede rendirse ante sus enemigos y detener la guerra justo antes de la destrucción de Hamás», escribió el ministro en sus redes sociales.
En paralelo, miles de israelíes se echaron a las calles desde primera hora del día, lograron cortar algunas de las principales carreteras del país y las fuerzas de seguridad detuvieron al menos a 35 personas en los desalojos. La policía recurrió a gases lacrimógenos y cañones de agua para reabrir las rutas de acceso a Tel Aviv y Jerusalén, y según avanzó la jornada se recuperó la normalidad.
No hubo tanta movilización
La 'Plaza de los Rehenes', en el corazón de la ciudad costera, y los alrededores esperaban la llegada de un millón de personas por la tarde, pero los medios locales dijeron que no se juntaron más de 300.000. Universidades y empresas se sumaron al llamamiento, pero el sindicato principal del país no lo hizo y esto restó fuerza a la movilización.
En esa plaza hablaron algunos de los rehenes que han logrado salir de Gaza como Arbel Yehud, del kibutz Nir Oz y liberada en un intercambio durante un alto el fuego, quien se dirigió a Netanyahu para recordarle que «la única manera de traerlos de vuelta es mediante un acuerdo, de una vez, sin juegos. La presión militar no trae rehenes de vuelta; solo los mata». Ariel Cunio, compañero de Arbel, se encuentra entre los rehenes que aún permanecen en manos de los miembros de Hamás.
Lishay Miran Lavi, cuyo esposo Omri sigue también cautivo en Gaza, declaró desde el escenario que «hoy es solo el comienzo. Tenemos la intención de intensificar la lucha. No nos queda otra opción». Entre los planes de los familiares de los rehenes está el de levantar una acampada de protesta a lo largo de la verja de separación de Gaza.
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