Una nueva flotilla humanitaria se dirige a Gaza para tratar de romper el bloqueo israelí
Una veintena de barcos y centenares de personas zarparon de Barcelona en una misión «histórica» para abrir un corredor de ayuda en la Franja
La nave 'Handala' fue interceptada hace un mes a 150 kilómetros de la costa gazatí. Al 'Madleen' le dieron el alto a principios de junio ... cuando le faltaban unos 200 kilómetros. Y la misión que tenía previsto zarpar de Estambul en abril del año pasado con destino a la Franja quedó suspendida ante la presión israelí. Los antecedentes no invitan precisamente al optimismo, pero el domingo una nueva flotilla internacional partió hacia el enclave cargada de alimentos y medicamentos para una población que, oficialmente, según declaró la ONU hace poco más de una semana, atraviesa una hambruna. La Global Sumud Flotilla, como se ha bautizado la iniciativa, «es diferente» a las anteriores. «Ahora somos muchos más barcos, somos muchas más personas, y esta movilización es histórica», describió Greta Thunberg, la mediática activista sueca de 22 años, en Barcelona.
El Moll de la Fusta de la capital catalana, donde se congregaron unas 5.000 personas para despedir a la misión humanitaria, fue el punto de partida de la flotilla, que no tiene fecha de desembarco en Gaza pero que aspira a romper el bloqueo que sufre el enclave por parte de Israel. Un cerrojazo que supone que a sus 2 millones de habitantes «se les está privando deliberadamente de los medios más básicos para sobrevivir», denunció Thunberg, que ejerció el domingo de portavoz de una expedición cuyo nombre, 'sumud', no es casual. Significa resiliencia en árabe. La nueva misión tiene como objetivo abrir un corredor humanitario en la Franja donde la entrega de la ayuda que transporta ahora –donada en su mayor parte por la sociedad civil– sea sólo la primera de muchas.
Lo cierto es que los números de esta expedición superan a otras. Hasta 44 países se han implicado en la iniciativa, que arrancó en Barcelona y Génova de forma simultánea. De la ciudad condal zarparon una veintena de embarcaciones –de entre doce y veinte metros de eslora– y alrededor de trescientas personas, y a lo largo de la semana se sumarán «docenas» de naves más que saldrán de diferentes puertos mediterráneos. Grecia, Túnez e Italia, en concreto la isla de Sicilia, son algunos de los futuros puntos de partida. «El hecho de que la flotilla esté en marcha muestra el fracaso del mundo a la hora de hacer que se respete el Derecho Internacional. Es un periodo vergonzoso en la historia», advirtió el actor irlandés Liam Cunningham, una de las caras conocidas que se ha subido a la misión. También han mostrado su apoyo a la causa diversos legisladores europeos y figuras como la exalcaldesa de la capital catalana Ada Colau.
La experiencia de anteriores flotillas –que acabaron interceptadas por las fuerzas israelíes y con la tripulación arrestada– ha hecho que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se pronuncie sobre esta nueva expedición, con el compromiso de «desplegar toda su protección diplomática y consular para proteger a nuestros ciudadanos». Hasta ahora 37 misiones han intentado romper el bloqueo hebreo por mar, pero la población de la Franja nunca había estado tan al límite como hoy. Según Naciones Unidas, medio millón de gazatíes se encuentra en situación «catastrófica».
Las autoridades sanitarias del enclave indicaron el domingo que al menos 332 personas, entre ellas 124 menores, han muerto de hambre desde que comenzó la guerra tras los ataques de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023. La mayoría ha fallecido este verano al agudizarse la falta de alimentos. El Gobierno de Benjamín Netanyahu decidió el viernes pasado poner fin a la pausa que había permitido la entrada de ayuda en Ciudad de Gaza, donde las tropas avanzan en barrios como el de Zeitún como paso previo a la invasión terrestre definitiva.
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