Estados Unidos advierte a Israel de que perdería su apoyo si anexiona Cisjordania
La moción aprobada por el Parlamento de Jerusalén provoca una airada respuesta de Donald Trump y Marco Rubio y provoca división entre los políticos hebreos
Aunque no se trata de una decisión vinculante, la aprobación el miércoles en el parlamento israelí de una moción para anexionar Cisjordania ha airado al ... Ejecutivo de Donald Trump. Y el presidente de Estados Unidos no puede ser más claro al respecto: «No sucederá. No sucederá porque di mi palabra a los países árabes. Y no pueden hacerlo ahora. Israel perdería todo el apoyo de Estados Unidos si eso sucediera», afirma en una entrevista con la revista 'Time' publicada este jueves.
En líneas similares se ha manifestado su secretario de Estado, Marco Rubio, que precisamente hoy aterriza en tierra hebrea. «Han votado a favor de la anexión en la Knéset, pero el presidente –Trump– ha dejado claro que no es algo que apoyemos ahora mismo», afirmó en declaraciones a la prensa antes de partir de Washington. «Creemos que podría incluso amenazar el acuerdo de paz», sentenció.
El legislativo israelí dio su visto bueno a la anexión de Cisjordania, un territorio que forma parte del Estado de Palestina junto a Gaza y Jerusalén Este, por un solo voto de diferencia: el de un diputado del Likud, el partido del primer ministro Benjamín Netanyahu, que se saltó la disciplina de voto y que había sido expulsado recientemente de la presidencia de una comisión.
Ahora, el texto será analizado por una comisión que planteará enmiendas y volverá al hemiciclo para una nueva votación. Tendrá que superar tres más antes de convertirse en ley, algo que Netanyahu tratará de evitar por todos los medios. No en vano, este jueves volvió a tachar la moción de «una provocación política deliberada para crear discordia durante la visita del vicepresidente Vance» –que estuvo en Tel Aviv el miércoles– y el Likud, por su parte, afirmó que sin su apoyo «es muy difícil que esta ley prospere».
Pero el problema Netanyahu lo tiene en su propio gobierno, porque los ministros de los partidos de ultraderecha que lo sostienen son partidarios de la anexión. Lo ha reiterado hoy el Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir: «Israel es un país soberano e independiente. Los miembros de la Knéset votan de acuerdo a su criterio», ha escrito en X, donde, eso sí, ha alabado a Trump llamándole «el mejor presidente americano para Israel».
Consciente de que sus palabras podían interpretarse como un intento de la Casa Blanca de inmiscuirse en los asuntos internos de otro país, Rubio recalcó que Israel «es una democracia en la que la gente vota y se posiciona como considera más adecuado». No obstante, subrayó que «en este momento pensamos que la medida podría ser contraproducente».
Normalizar relaciones
La condena de la moción en la esfera internacional ha sido prácticamente unánime. Sobre todo entre los países árabes con los que Tel Aviv quiere promover un acercamiento. Más de una docena firmaron este jueves un comunicado para «condenar en los términos más severos la aprobación de leyes que buscan imponer una supuesta 'soberanía israelí' sobre la Cisjordania ocupada y los asentamientos coloniales ilegales, algo que viola la legislación internacional». El comunicado apostilla que «Israel no tiene soberanía sobre los territorios palestinos».
Arabia Saudí es el país que lidera el grupo. Y, precisamente, uno de los objetivos de Trump es lograr la normalización de las relaciones entre Riad y Tel Aviv. El presidente está convencido de que, a pesar de estos baches, el camino está despejado. «Tenían un problema en Gaza y otro en Irán, y ahora no tienen ninguno de esos dos problemas», señala en su conversación con 'Time', en la que está convencido de que los saudíes se sumarán a los Acuerdos de Abraham que ha promovido él para vertebrar la región con Israel en su seno.
«Creo que estamos muy cerca», afirma, señalando que antes de que acabe el año Arabia Saudí e Israel podrían normalizar sus relaciones. Sin duda, si eso sucede sería un nuevo éxito para el político republicano. Pero no será fácil, porque los políticos ultras del gobierno hebreo no lo ven con buenos ojos. «No, gracias. Los saudíes pueden seguir montando a camello», ha rechazado el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich. No obstante, se ha disculpado poco después con un vídeo en el que afirma que su comentario es «inapropiado e insultante».
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