De cavar su propia fosa a abrazar a su amigo de la infancia: el emotivo reencuentro de dos rehenes de Hamás
Guy Gilboa-Dalal y Evyatar David fueron secuestrados cuando asistían al festival de música de Nova el 7 de octubre de 2023
En ocasiones, las pesadillas del mundo real terminan con un final feliz, como en las películas. Incluso más allá de toda esperanza, que es lo ... que debieron sentir los 254 rehenes israelíes secuestrados por Hamás. Decenas de ellos perdieron la vida tras ser capturados en aquel terrible ataque sorpresa de la organización islamista en territorio hebreo el pasado 7 de octubre de 2023 desde la frontera con Gaza. Pero otros recuperaron este lunes la libertad tras el acuerdo de paz alcanzado entre Hamás e Israel. Y detrás de ellos, se esconden historias llenas de amargura pero también de felicidad. Como la protagonizada por Guy Gilboa-Dalal y Evyatar David, dos amigos de la infancia que decidieron asistir juntos al festival de música Nova, uno de los objetivos de los milicianos palestinos que acabaron con la vida de 1.195 personas.
Sobrevivir juntos a este largo tiempo de cautiverio ha sido un auténtico milagro. Sobre todo teniendo en cuenta que Evyatar David, de 24 años, fue obligado por miembros de las Brigadas Al Qasam, el brazo armado de Hamás, a cavar, pala en mano, su propia tumba dentro de un túnel en un vídeo difundido por la propia organización militar el pasado 2 de agosto como medida de presión para que Israel cesara sus ataques sobre Gaza. «Lo que estoy haciendo ahora es cavar el hoyo que me corresponde», decía ante la cámara. En esos momentos, el joven, extremadamente delgado y encadenado de pies y manos, era objeto al igual que otros compañeros de encierro a todo tipo de tortura psicológica para menoscabar su ánimo y su fuerza interior.
David y Gilboa-Dalal también fueron grabados por Hamás el pasado mes de febrero observando como otros rehenes eran liberados. El hermano del segundo calificó de «horrible» el vídeo difundido en Telegram por los milicianos en el que se les hacía ver «cómo podría ser la libertad para ellos y luego cerrar la puerta y arrastrarlos de nuevo al infierno». Lo peor es que posteriormente, ambos fueron separados y hasta ayer no supieron si alguno de ellos habían logrado sobrevivir a los 738 días de cautiverio.
Gritos de júbilo
Por eso el vídeo de su reencuentro es tan emocionante. Nada más verse, acompañados por sus seres queridos, los dos amigos de la infancia se funden entre gritos de júbilo en un abrazo tan fuerte que los hace trastabillarse mientras todo el mundo a su alrededor contiene a duras penas las lágrimas. Ninguno de ellos se quería separar ahora que por fin se habían reencontrado y siguieron moviéndose como si bailaran al ritmo del palpitar de sus corazones llenos de felicidad. Y así se mantuvieron durante un largo rato, mientras se miraban a los ojos como si no se creyeran la enorme suerte que habían tenido. Incluso David se lleva la mano a la frente en un gesto todavía de incredulidad pese a ver el rostro de Gilboa-Dalal sin dejar de sonreír a su lado.
Ambos formaban parte de los 20 rehenes vivos que fueron liberados en la mañana del lunes como parte del acuerdo de paz firmado por Israel y Hamas para mayor alegría de sus familias. No tuvieron tanta suerte las de los 28 secuestrados fallecidos, que todavía esperan a que los islamistas les entreguen sus cuerpos, muchos de ellos difíciles de localizar en el mar de escombros que hoy es Gaza. De hecho, sus seres queridos sólo han podido recuperar cuatro cadáveres. Por eso tiene tanto valor esta historia de dos jóvenes en el que la amistad se convirtió en su mejor arma para resistir con vida tanto tiempo de cautiverio.
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