El bombardeo de Israel en Qatar provoca la desconfianza del Golfo con Trump
El ataque en Doha contra la cúpula de Hamás deja en evidencia a Washington tras haber ofrecido garantías a su aliado de que algo así no ocurriría
Mikel Ayestaran
Corresponsal. Estambul
Miércoles, 10 de septiembre 2025, 20:35
Los países del Golfo cerraron filas en torno a Qatar tras el bombardeo de Israel del martes contra la cúpula política de Hamás. Mohammed bin ... Zayed, presidente de Emiratos Árabes Unidos, viajó a Doha para mostrar su solidaridad y en las próximas horas está prevista la llegada de Mohamed Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí. Emiratíes, saudíes y cataríes recibieron la visita de Donald Trump en mayo, firmaron contratos multimillonarios con Estados Unidos y ahora miran con recelo a la Casa Blanca porque ha sido incapaz de controlar a Benjamín Netanyahu, sin problemas para bombardear a un firme aliado de Washington que tenía garantías de que esto no ocurriría. La sensación de seguridad que les otorgaba la estrecha relación con Washington ha sufrido un severo revés.
Hamás informó de la muerte de cinco miembros del grupo, pero dijo que los líderes sobrevivieron, sin aportar pruebas de vida. El diario 'Asharq Al Awsat' aseguró que «varios altos cargos resultaron heridos en el ataque. Uno de ellos se encuentra en estado grave. Están hospitalizados en un hospital privado bajo fuertes medidas de seguridad». Los medios árabes apuntaron a que la cúpula se habría salvado porque en el momento del bombardeo estaban rezando y habían dejado sus teléfonos en la sala en la que discutían la última propuesta de alto el fuego para Gaza enviada por Trump. Mientras tanto, Netanyahu lanzaba una clara advertencia a Doha: «Les digo a Qatar y a todas las naciones que albergan terroristas: o los expulsan o los llevan ante la justicia. Porque si no lo hacen, nosotros lo haremos».
Los medios israelíes rebajaron las expectativas de éxito de la operación. «Por el momento, no hay indicios de que los terroristas hayan sido asesinados. Seguimos esperando que hayan sido asesinados, pero el optimismo se desvanece», apuntó una fuente anónima al Canal 12. Ese optimismo fue máximo el martes por la tarde y en programas como 'Patriotas', del Canal 14, cercano a Netanyahu, brindaron con champán y repartieron pasteles entre el público para celebrar el asesinato de los dirigentes políticos de Hamás, a quienes señalaron como responsables del ataque del 7 de octubre.
Garantía de seguridad
Trump no ocultó su malestar con la situación, pero esto no pareció importar al ministro de Defensa, Israel Katz, quien defendió el bombardeo en Qatar y dijo que «la doctrina de seguridad de Israel es clara: su amplio brazo actuará contra sus enemigos en todas partes. No hay dónde esconderse». Esto choca con las garantías que Qatar obtuvo de Washington de que no habría ataques contra la cúpula de Hamás en su país, según informó 'The Washington Post'.
Doha solicitó garantías después de que el jefe del ejército israelí declarara en agosto que «la mayor parte del liderazgo restante de Hamás está en el extranjero, y también les alcanzaremos». El Mossad y la Casa Blanca accedieron. El director de la inteligencia israelí, David Barnea, se opuso al bombardeo, según la prensa israelí, y recordó que Qatar ha sido el mediador que mayores concesiones ha obtenido hasta ahora de Hamás en la mesa de negociación, por delante de Egipto.
Los medios hicieron una reconstrucción de una operación en la que tomaron parte 10 aviones, que dispararon los misiles desde fuera del espacio aéreo catarí. Tampoco violaron el espacio aéreo de Arabia Saudí, ni de los Emiratos Árabes Unidos. Fuentes europeas citadas por el Canal 12 dijeron que los aviones se dispararon desde Siria. Yechiel Leiter, embajador israelí en Estados Unidos, declaró a la cadena Fox que, pese a la indignación por el bombardeo, el mundo «lo superará» y adelantó que Tel Aviv «los atrapará la próxima vez».
Con el nuevo frente de Qatar abierto, Israel bombardeó una vez más Yemen e intensificó sus operaciones en Ciudad de Gaza, donde derribó un nuevo edificio de varias alturas. Los gazatíes, además de bombas, recibieron panfletos que ordenaban la evacuación inmediata, pero el ejército estima que quedan más de 900.000 personas en la ciudad. la gente prefiere morir en Ciudad de Gaza que moverse a la supuesta «zona humanitaria» de Al Mawasi, abarrotada de gente, sin servicios y atacada con frecuencia por el enemigo.
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