Von der Leyen convierte a Teresa Ribera en la socialdemócrata con mayor poder en Bruselas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, desveló este martes la composición del próximo Ejecutivo comunitario, un equipo en el que hay menos nombres de peso que en la anterior legislatura y en el que Teresa Ribera ocupará -en principio- una vicepresidencia ejecutiva y las carteras de Transición Ecológica y Competencia. La política alemana ha ofrecido otra vicepresidencia al grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) del que forma parte la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Su nominado, Raffaele Fitto, será además el encargado de la cartera de Cohesión y Reformas. Esta propuesta deberá ahora ser validada por la Eurocámara, un examen que pasarán todos los comisarios uno a uno y en el que siempre cae algún candidato.

Sobre el papel la clara ganadora del próximo colegio de comisarios es España, que logra con Teresa Ribera una vicepresidencia ejecutiva y dos importantes carteras. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Digital será además la socialdemócrata con mayor poder dentro de Bruselas.

El trabajo de Ribera con la puesta en marcha del Pacto Verde es para Von der Leyen «una prioridad» dentro de las guías políticas de la institución comunitaria. En el que será su segundo mandato, la política alemana ha primado «la seguridad y la competitividad», dos políticas que tienen «mucho más impacto» en este nuevo Ejecutivo, lo que «refleja el tiempo en el que vivimos».

Una de las nominaciones más controvertidas es la del exministro italiano Raffaele Fitto para una vicepresidencia ejecutiva. Von der Leyen justificó este martes esta decisión argumentando que «Italia es un país muy importante y eso se tiene que reflejar en la Comisión». La presidenta también ha tenido en cuenta en su decisión el equilibrio político dentro de la institución y ha tomado como ejemplo el reparto de vicepresidencias de la Eurocámara, dos de las cuales ocupa el grupo ECR. «Creo que el equilibrio se mantiene muy bien de esta forma», destacó.

Las seis vicepresidencias las ocuparán cuatro mujeres y dos hombres, un movimiento con el que la presidenta quiere lograr la paridad de género dentro de la Comisión. «En mi propuesta, la Comisión está formada por mujeres en un 40% y en las vicepresidencias le hemos dado la vuelta a esta situación», detalló.

El exministro de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, tendrá también una vicepresidencia y estará a cargo de las carteras de Prosperidad y Estrategia Industrial. La nominación del liberal llegó el lunes a última hora, después de que el hasta ahora comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, retirara su candidatura y acusara a Von der Leyen de presionar a Emmanuel Macron para apartarle.

Las vicepresidencias las completan la estonia Kaja Kallas, que ocupará el puesto de Josep Borrell como jefa de la diplomacia europea; la rumana Roxana Minzatu, encargada de coordinar las políticas de Personas, Habilidades y Preparación; y la finlandesa Henna Virkkunen, que ostentará la cartera de Soberanía tecnológica, Seguridad y Democracia.

Entre los portfolios se encuentran algunas de las promesas electorales de Von der Leyen y guiños a los grupos políticos: el nombramiento de un comisario de Defensa -cargo que ostentará el lituano Andrius Kubilius-, así como la creación de la figura del comisario de Vivienda, que recaerá sobre el danés Dan Jorgensen.

Llama especialmente la atención el nombramiento del candidato austriaco, el conservador Magnus Brunner, para el cargo de comisario de Migración y Asilo tras las duras críticas de este país a la política migratoria europea. «Brunner es licenciado en Derecho y ha brillado como ministro. Estoy convencida de que hará un trabajo excelente», subrayó Von der Leyen, quien recordó que las decisiones dentro del colegio de comisarios se toman por mayoría, lo que evita que cada comisario actúe por libre. «No representan sus intereses o los de sus países, sino los europeos», subrayó.

Una vez conocida la lista de candidatos, éstos deberán pasar uno a uno por las comisiones del Parlamento Europeo correspondientes a sus respectivas carteras, un proceso en el que no es raro que caiga algún nombre o que se produzca un intercambio de carteras. Si alguno de los candidatos es rechazado, el país en cuestión deberá nominar a un nuevo aspirante, que deberá entrevistarse con Von der Leyen y conseguir el visto bueno de la comisión correspondiente.

Superado este proceso, que podría durar hasta finales de octubre o principios de noviembre, el pleno de la Eurocámara votará la aprobación de todo el colegio de comisarios en su conjunto. Por el momento, los socialistas europeos ya han advertido de que no apoyarán una propuesta que «lleve al corazón de esta institución a ECR» y se han mostrado molestos con que el socialista Nicolas Schmit se haya quedado fuera de la propuesta de Von der Leyen.

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