La popularidad de Merz cae en picado tras 100 días en la cancillería alemana
La mayoría de los germanos se muestra insatisfecho con su labor al frente de la coalición de gobierno, pero el líder conservador goza de buena reputación en la escena internacional
Beatriz Juez
Berlín
Martes, 12 de agosto 2025, 19:23
No ha habido luna de miel para el canciller Friedrich Merz. El líder conservador cumple 100 días en el poder con su popularidad en picado ... entre los alemanes -pese a la buena reputación que goza en el exterior- y un suspenso a su gestión. Una reciente encuesta del Instituto Insta para el diario germano 'Bild' revela que sólo el 30% de los consultados se muestra satisfecho con su labor al frente de la coalición gobernante. Incluso su antecesor, el socialdemócrata Olaf Scholz, cuya imagen acabó muy deteriorada al final de su mandato, recibía mayor apoyo (43% de satisfacción) cuando llevaba el mismo tiempo al frente del país.
El malestar de los alemanes no es sólo hacia su canciller sino hacia la alianza que encabeza entre los conservadores de la CDU-CSU y los socialdemócratas del SPD. El 60% de los encuestados valora la coalición de manera negativa, frente al 27% que le da el visto bueno. Al líder germano le puede servir de consuelo que más de una cuarta parte de sus compatriotas (28%) considera que el trabajo de su gabinete es mejor que el llevado a cabo por el Ejecutivo de Scholz, compuesto por su formación, los liberales del FDP y los Verdes. Un 38% no ve diferencias significativas entre uno y otro.
Merz comenzó el pasado 6 de mayo su mandato con mal pie. El país sufre un estancamiento económico, tiene a la extrema derecha en ascenso -como en el resto de Europa- y se enfrenta a una fuerte inestabilidad internacional. El dirigente democristiano, además, sufrió un pequeño revés durante su investidura, ya que no logró ser elegido hasta una segunda votación -un hecho inédito en Alemania- en el Bundestag. Muchos analistas ya lo consideraron entonces como un síntoma de la debilidad de la coalición entre conservadores y socialdemócratas.
Lista de promesas
Al llegar a la cancillería, Merz se deshizo en promesas. Aseguró que relanzaría la maltrecha economía y sacaría al país de la recesión y de la crisis industrial, se comprometió a luchar contra el auge de la ultraderecha (AfD liderá hoy la oposición) y dijo que frenaría la inmigración ilegal. «La gente debe notar ya en verano que se está avanzando», avanzó el recién estrenado canciller. Pero tras 100 días en el cargo, según una encuesta de Ipsos, solo uno de cada cuatro alemanes (23%) ve el futuro con optimismo. Más de la mitad de los encuestados (53 %) se muestra pesimista y el 21% está indeciso.
24% de los votos
lograría la CDU-CSU del canciller Friedrich Merz si este domingo se celebraran elecciones en Alemania. La ultraderechista AfD ganaría los comicios por tres puntos de diferencia.
Lo cierto es que la coalición de gobierno logró aprobar con relativa rapidez el paquete financiero para realizar inversiones de récord en infraestructuras y defensa. Sin embargo, Merz no ha logrado detener el avance de Alternativa para Alemania (AfD) y los sondeos indican que, si este domingo se celebraran elecciones en el país, el partido ultra sería el más votado, con el 26%, y CDU-CSU se quedaría con el 24%. Pese a su retroceso en casa, el canciller está bien considerado en el exterior, donde se valora su apuesta por reactivar el eje franco-alemán como motor de Europa tras verse muy tocado durante la 'era Scholz'.
La llegada de Merz a la cancillería también ha supuesto el regreso diplomático del denominado grupo E3 (Alemania, el Reino Unido y Francia), mientras que las relaciones con Polonia se han resentido por la devolución de solicitantes de asilo en la frontera común. El dirigente germano ha elevado asimismo el tono con Israel, por ejemplo, con la suspensión parcial de la venta de armas al Estado hebreo -no sin críticas en su propio partido- tras el anuncio del plan del primer ministro judío, Benjamín Netanyahu, de tomar Ciudad de Gaza. A corto plazo, sin embargo, Berlín no tiene previsto reconocer el Estado palestino, a diferencia de Londres y París, que lo harán en septiembre.
Merz comenzó el mandato con mal pie al ser elegido como canciller en segunda votación, un hecho inédito en la historia de Alemania
El último golpe de efecto de Merz es la convocatoria para este miércoles de una reunión virtual con los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y Ucrania, Volodímir Zelenski, otros líderes europeos y el jefe de la OTAN en vísperas de que el inquilino de la Casa Blanca se reúna en Alaska con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
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