Una nueva incursión de un dron obliga a cerrar el aeropuerto de Lieja
El tráfico aéreo se detuvo en la ciudad belga durante 30 minutos tras el avistamiento de un aparato no autorizado este viernes
El avistamiento de un dron en las inmediaciones del aeropuerto de la ciudad belga de Lieja desató de nuevo el caos este viernes. El tráfico ... aéreo tuvo que ser suspendido durante treinta minutos en el que es el segundo incidente de este tipo en lo que va de semana en el país, después de que el martes una incursión de varios aparatos no tripulados obligara a cerrar los aeródromos de Bruselas y Lieja, lo que hizo que numerosos vuelos tuvieran que ser desviados.
Aunque en este caso el pánico solo ha durado 30 minutos, las incursiones aéreas de los últimos días -y que han tenido lugar cerca de aeropuertos pero también sobre bases militares belgas- han elevado el nivel de alerta de este tipo de incidentes en el país. Ayer mismo, el Gobierno federal convocó de urgencia un Consejo de Seguridad para abordar esta situación, en el que se decidió aumentar la vigilancia aérea y prohibir el vuelo de drones no autorizados en «zonas sensibles». Algunos funcionarios han atribuido estas incursiones a la «guerra híbrida» de Rusia y el ministro de Defensa belga, Theo Francken, sostuvo que se trata de «un ataque coordinado».
La Comisión Europea, por su parte, ha evitado este viernes señalar directamente a Rusia respecto a los incidentes recientes en Bélgica y Suecia, donde se suspendió el tráfico aéreo del aeropuerto de Goteburgo. El portavoz comunitario de Defensa, Thomas Regnier, ha apuntado, con todo, que Europa se enfrenta a una «guerra híbrida» y ha mostrado cautela ante los resultados que aporten las investigaciones nacionales al respecto. También ha defendido la hoja de ruta de la Comisión para poner en marcha el 'muro antidrones', que identifique e intercepte las naves no tripuladas que puedan entrar en el espacio aéreo europeo.
El titular de Defensa alemán, Boris Pistorius, se ha atrevido a ir más allá que el Ejecutivo comunitario al asegurar que los avistamientos de drones están «muy probablemente conectados» con la pelea sobre los activos rusos congelados en Bélgica, lo que apunta directamente a Moscú. El Gobierno belga es el más reticente a que dichos activos se usen para pagar la reconstrucción de Ucrania, ya que la mayoría de ellos se encuentran en territorio belga y eso supone un riesgo legal de cara a posibles demandas futuras por parte del país euroasiático. En ese sentido, el primer ministro belga, Bart De Weber, pidió garantías legales y una responsabilidad compartida de los Veintisiete antes de lanzar esta medida.
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