Miles de manifestantes dicen «no» a Marine Le Pen en el Elíseo

Bajo el lema «contra la extrema derecha y sus ideas, no a Marine Le Pen en el Elíseo», las manifestaciones habían sido convocadas en toda Francia por una treintena de organizaciones y sindicatos franceses, entre ellos SOS Racismo, el sindicato CGT, la Liga de Derechos Humanos (LDH) y el Sindicato de la Magistratura.

«Al rechazar a Marine Le Pen, se trata de impedir el advenimiento de un proyecto de sociedad destructor del Estado de derecho, de la república democrática, social y solidaria que nosotros defendemos cada día. Se trata de denunciar su programa engañoso que golpeará duramente a los más débiles, a los más necesitados, a las mujeres, a las personas LGBTI o a los extranjeros», denunciaron las organizaciones en un comunicado, en el que advirtieron del peligro de la llegada al poder en Francia de la extrema derecha.

Marine Le Pen, candidata de Reagrupación Nacional, consideró «profundamente antidemocrático» que la gente vaya a «manifestarse contra los resultados de unas elecciones». «Pienso que los franceses encontrarán desagradable ver que su voto es contestado en la calle por medio de manifestaciones», declaró la ultraderechista durante una visita electoral a Saint-Rémy-sur-Avre, en el centro de Francia.

De los 12 candidatos que competían en la primera vuelta, solo dos se calificaron para la segunda ronda al ser los más votados: Macron obtuvo el 27,8% de votos, seguido de Le Pen, con el 23,1% de apoyos. El presidente saliente y la ultraderechista se enfrentarán en las urnas el próximo 24 de abril, cinco años después de que lo hicieran por primera vez.

«Contra la extrema derecha, por la justicia y la igualdad. No a Le Pen en Elíseo», rezaba la pancarta que abría la manifestación parisina. «No a la extrema derecha, «Vamos, echemos a Le Pen», «Peligro extrema derecha» y «Más feminismo y menos fascismo» decían algunas pancartas que llevaban los manifestantes.

La inmensa mayoría de parisinos que participaban en la protesta eran votantes de izquierda o de extrema izquierda, cuyos candidatos fueron eliminados en la primera vuelta. Algunos se abstendrán, otros votarán en la segunda vuelta por Macron, con el corazón partido, para evitar que Le Pen gane los comicios.

«Entre dos malas opciones, hay que coger la menos mala. Y la menos mala es Emmanuel Macron», explica Nicolas, que trabaja en una colectividad territorial y que votó en la primera vuelta por la socialista Anne Hidalgo. «Soy un demócrata y no quiero que nos encontremos con hinchas de Vladimir Putin, de Donald Trump o de Jair Bolsonaro en el poder en Francia», explica esta votante socialista que votará a Macron la próxima semana.

Otros lo tienen claro: «ni Macron ni Le Pen», es su grito de guerra. «No voy a votar y no me importa cuál sea el resultado porque, de todas formas, va ser la peste o la cólera», considera Vicent, que dice ser un artista comprometido.

«No puedo meter la papeleta de Macron en la urna. Es imposible. No me podría

mirar al espejo. Y no puedo votar por Le Pen, porque me podría mirar aún menos en el espejo», explica Melanie, profesora de educación infantil y votante de Philippe Poutou, candidato del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en la primera vuelta y abstencionista en la segunda.

A pocos metros de distancia de ellos, Assan, miembro del Movimiento de los Jóvenes Comunistas de Francia (JC), reparte propaganda instando a la movilización en la segunda vuelta para evitar que gane la extrema derecha. Este joven comunista no duda de que hay que hacerlo «con la única papeleta que hay a nuestra disposición que es la de Emmanuel Macron».

«Hay que combatir a la extrema derecha hoy en la calle y en las urnas el domingo, sin ninguna duda», dice este joven comunista, que se muestra dispuesto a votar el 24 de abril por el presidente saliente para evitar que gane Le Pen las elecciones y el 25 volver a protestar a las calles contra las políticas de Macron.