Londres quiere restaurar la autonomía de Irlanda del Norte este fin de semana

El ministro para Irlanda del Norte en el Gobierno conservador de Londres, Chris Heaton-Harris, advirtió este miércoles a la Cámara de los Comunes que el cumplimiento del rápido calendario es esencial para que los partidos participen en la Asamblea de Belfast, que debe nombrar a las ministras principales y a los consejeros en el Ejecutivo autonómico compartido.

Tanto la mayoría del Partido Democrático Unionista como las líderes del Sinn Féin han apoyado el plan. La rapidez en la tramitación de 'instrumentos legales', o leyes secundarias, que a menudo no requieren votación de los diputados, puede deberse al deseo de quitar tiempo y espacio a los lealistas probritánicos disidentes con el acuerdo y poner en peligro la restauración.

Heaton Harris fue halagado en el Parlamento desde los bancos de los demás partidos por su perseverancia y por haber encontrado la vía que permitiría a la región pertenecer al mercado común de la UE y al mercado británico sin que procedimientos singulares hagan sentir a los unionistas probritánicos que se están alejando del resto del Reino Unido, como ha ocurrido hasta ahora.

La restauración haría a Michelle O'Neill la primera persona nacionalista en la historia de la región que ocupa la posición más representativa de la autonomía, la de ministra principal. Medios sugieren que la diputada del Partido Democrático Unionista (DUP), Emma Little Pengelli, ocupará la posición de viceministra principal, equivalente en poderes a la de O'Neill. Los padres de las dos máximas dirigentes de la provincia cumplieron penas de cárcel por terrorismo.

El consenso entre los principales partidos de Irlanda y entre los dos gobiernos -el de Dublín y Londres- ha llegado tras un largo periodo en el que la crisis de las instituciones habría alentado en otros tiempos a que grupos terroristas se movilizasen para agravar los problemas y así debilitar a los que perciben como traidores, el Sinn Féin, asociado históricamente al IRA, y el DUP, con vínculos históricos a grupos lealistas.

El boletín estadístico del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) señala sin embargo que, desde la disolución del Ejecutivo en enero de 2022, ha habido un solo asesinato relacionado con la violencia supuestamente política. Son crímenes cometidos por miembros de grupos disidentes contra compañeros a quienes consideran colaboradores de la Policía, o por enfrentamientos entre grupos.

2023 ha sido el primer año desde 1969, cuando estallaron los disturbios que degeneraron en una guerra terrorista, en el que no ha habido ninguna muerte que encaje en la casilla del PSNI de delitos relacionados con la 'Situación de Seguridad'. Sí hay un sustancial número de disparos y palizas de castigo, normalmente de grupos armados a delincuentes. También bombas, especialmente en la zona republicana disidente en el oeste de la provincia, desde Derry-Londonderry a Strabane.