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Varios escoltas tratan de llevarse a Fico tras recibir cuatro disparos. Afp
Fico sigue «grave» mientras hay críticas por fallos en el dispositivo de seguridad

Fico sigue «grave» mientras hay críticas por fallos en el dispositivo de seguridad

Varios expertos dicen que la reacción de los guardaespaldas fue «tardía» y que no formaron un escudo en torno al primer ministro de Eslovaquia

Viernes, 17 de mayo 2024, 17:53

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Robert Fico, de 59 años y primer ministro de Eslovaquia, sigue en estado «realmente grave» tras ser intervenido este viernes por segunda vez después de haber sido tiroteado el miércoles por Juraj Cintula, un escritor de 71 años opuesto a las políticas del Gobierno. Mientras Fico se recupera, en el país se ha abierto el debate sobre si falló la seguridad. El ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, lo niega. Pero varios expertos, entre ellos policías, critican la actuación de los guardaespaldas, que reaccionaron «tarde» y no formaron un «escudo humano». El dedo acusador también apunta a los servicios de Inteligencia, que no detectaron ningún indicio de la agresión.

El miércoles, horas después de su ingreso en el hospital Roosevelt de Banská Bystrica tras ser trasladado desde Handlová, Fico estuvo cinco horas en el quirófano. Dos equipos médicos trataron sus graves heridas. Ayer fue operado de nuevo para eliminar tejido muerto, según explicaron fuentes del centro y el viceprimer ministro y titular de Defensa, Robert Kalinák. «El paciente sigue estabilizado», confirmaron desde el hospital. «Ahora mismo estoy más animado porque estoy viendo algún tipo de progreso», declaró Kalinák.

El presidente electo del país, Peter Pellegrini, vistió a Fico y al salir dijo: «Puede hablar, pero apenas unas frases. Está muy fatigado por la medicación». Desde la distancia, uno de los grandes aliados de Fico, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, quiso ser optimista sobre la evolución física de su homólogo eslovaco, aunque pronosticó que «no podrá trabajar durante meses», justo cuando llegan las elecciones europeas y se acercan los comicios estadounidenses. «Son dos citas que pueden determinar el curso de la guerra y la paz en Europa», alertó Orbán. El político húngaro y Fico se han opuesto a la entrega de armas a Ucrania, invadida por Rusia.

En el hospital

El político, operado el miércoles durante cinco horas, volvió a entrar este viernes en el quirófano

Opinión de un especialista

«En lugar de lanzarse contra el atacante, los agentes intentaron esquivar las balas»

En paralelo a la evolución médica del primer ministro se ha abierto en Eslovaquia un debate sobre el dispositivo de seguridad que no evitó este intento de asesinato. Fico, tras salir de una reunión en la Casa de Cultura de de Handlová, se acercó a la vallas donde le reclamaba el público. Allí, Juraj Cintula le disparó cinco veces. Cuatro balas hicieron diana. El ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, rechazó ayer dimitir, negó que hubiera grietas en el plan de protección y defendió la actuación de los agentes. «Soy responsable de ellos y les garantizo que hicieron su trabajo», replicó.

Registran la casa del agresor

«Estuve allí. Todas las fuerzas de seguridad hicieron lo que tenían que hacer, incluidos el cuerpo de protección de agentes del Estado y la Policía», subrayó. La versión oficial es que Juraj Cintula es un «lobo solitario» que se ha ido radicalizando con el tiempo. Este viernes, el agresor, con chaleco antibalas y fuertemente vigilado, asistió al registro de su casa, que duró varias horas. Los investigadores se llevaron un ordenador y varios documentos.

Frente a las declaraciones del ministro, varios expertos en seguridad han analizado las imágenes del atentado. Los guardaespaldas no evitan que el atacante dispare en cinco ocasiones y no protegen a Fico, que cayó al suelo. Tras inmovilizar al agresor, los agentes meten al político herido en un vehículo y lo sacan del lugar. El exjefe de la policía Stefan Hamran califica de «tardía» la reacción de los escoltas. «En lugar de lanzarse contra el atacante y utilizar incluso sus cuerpos como escudos, intentaron esquivar las balas», sostiene.

Otro experto en seguridad, Juraj Zábojník, vaticina que «van a rodar cabezas». Lamenta las lagunas de los servicios de Inteligencia, que no fueron capaces de anticipar el ataque de un agresor radicalizado, aunque sin pasado criminal y que tampoco participaba en las redes locales. Además, según recomienda este especialista, los políticos que se acercan a la gente «deberían portar un chaleco protector».

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