Las protestas no paralizan Francia, pero muestran la indignación de los jóvenes: «Sólo es el principio»
La jornada 'Bloquearlo todo' saca a más de 175.000 personas a las calles para mostrar su «hartazgo» y lanzar una advertencia a Lecornu
Enric Bonet
París
Miércoles, 10 de septiembre 2025, 08:25
Francia ha vivido este miércoles una singular jornada de protestas, con un impacto tanto político como social. A la misma hora en que se celebraba ... en el Palacio de Matignon la ceremonia de traspaso de carteras entre François Bayrou y Sébastien Lecornu, flamante primer ministro, decenas de miles de personas se manifestaban en el marco del movimiento 'Bloquearlo todo'. Probablemente, ni Bayrou se hubiera sometido a un voto de confianza esta semana en la Asamblea Nacional, donde sufrió un contundente revés, ni Macron hubiera nombrado tan rápidamente a Lecornu sin la sombra de estas movilizaciones.
Entre 250.000 (según la CGT) y 175.000 personas (Policía) participaron en piquetes, bloqueos de carreteras y protestas, autoorganizadas a través de asambleas y en las redes sociales. Fue una cifra superior a las previsiones del Ministerio del Interior, que esperaba que hubiera alrededor de 100.000. A pesar de no haber sido impulsada por los grandes sindicatos ni tener una dimensión tan imponente como las manifestaciones de 2023 en contra de la reforma de las pensiones, el impacto final representa una advertencia para el recién llegado Lecornu y, sobre todo, para el presidente, Emmanuel Macron. Los cánticos pidiendo su «dimisión» fueron los más repetidos.
El pretensioso eslogan 'Bloquearlo todo' no se hizo realidad y Francia no se paralizó. Pero el país tampoco vivió un miércoles cualquiera. Y estas protestas suponen un primer aviso para Macron de cara a un otoño que puede ser caliente. Todos los sindicatos han convocado una huelga nacional para el jueves de la semana que viene.
Las barricadas y cortes de carreteras afectaron la circulación, a pesar del despliegue de 80.000 agentes antidisturbios que actuaron rápidamente para dispersar a los manifestantes. Estos se concentraron desde la madrugada en autopistas, vías del tren, así como en los accesos a los aeropuertos o almacenes de Amazon. 437 habían sido arrestados a media tarde en el conjunto del país. Buena parte de esos arrestos (203) se habían producido en la región de París, donde 99 de ellos habían sido detenidos en comisaría, según datos parciales comunicados por la Fiscalía.
«Hartazgo general»
Debido al temor por el impacto de las protestas, muchos ciudadanos se quedaron en sus casas teletrabajando. Las grandes avenidas de París estaban vacías. «Hay poca gente en el metro. Ni siquiera vemos a turistas en la calle», aseguraba Farah Maatouk, de 17 años, una estudiante de secundaria que se manifestaba en la parisina Plaza de la República. «Hay un hartazgo general. No me parece normal que se pida más sacrificios a la gente corriente, cuando más de la mitad de la población no puede irse de vacaciones una vez al año», añadía esta joven en declaraciones a este medio.
Maatouk había participado por la mañana en uno de los intentos de bloquear la circulación en el Periférico, la gran carretera que rodea la capital. La mayoría de esas tentativas en París fueron abortadas por los antidisturbios. En cambio, sí que tuvieron una mayor repercusión los cortes de carreteras en otras localidades; por ejemplo, en la A-10 en Poitiers, el viaducto de Calix en Caen o uno de los principales accesos en Toulouse, que estuvo bloqueado durante cerca de una hora por un centenar de manifestantes.
Aquellas regiones más movilizadas fueron las del oeste y el suroeste del país. Los estudiantes de secundaria y universitarios resultaron muy numerosos en los cortejos. Una implicación de los jóvenes que se vio reflejada en que hubo piquetes en un centenar de institutos, de los cuales 30 terminaron cerrando. El seguimiento de la huelga, sin embargo, fue bajo en la mayoría de los sectores de la función pública.
Las protestas de este miércoles «solo son el principio. La rabia está creciendo y la gente no dejará que apliquen los recortes, así como así», afirmaba Philomène Rozan, de 25 años, refiriéndose al impopular plan de austeridad de Bayrou, valorado en un total de 44.000 millones de euros. Su presentación a mediados de julio comportó que se hiciera viral la petición de 'Bloquearlo todo' el 10 de septiembre.
«Es evidente que el macronista Lecornu intentará aplicar unas medidas parecidas a las de Bayrou», añadía Rozan, estudiante de Enfermería y que milita en la organización izquierdista Poing levé (Puño alzado), presente en una asamblea delante de la Estación del Norte, una de las más transitadas de Europa. Tras esa reunión pública, los manifestantes se dirigieron hacia la Plaza de la República o la de Chatêlet, donde se vieron las imágenes con una mayor multitud.
Foule très importante à Châtelet pour la mobilisation du mouvement "Bloquons Tout".
— Luc Auffret (@LucAuffret) September 10, 2025
La préfecture vient d'ordonner le fermeture de la gare Châtelet les Halles.#10septembre #BloquonsTout pic.twitter.com/0aAd7o5dug
En esa céntrica plaza se produjo uno de los momentos más impactantes del día en la capital, con un restaurante coreano en llamas. «Según las primeras informaciones, podría ser un incendio involuntario provocado de manera accidental por las fuerzas de seguridad», indicó Laure Beccuau, fiscal de París. Los niveles de violencia callejera resultaron claramente inferiores a los vividos durante la revuelta de los 'chalecos amarillos' en 2018.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión