Borrar
El laborista Keir Starmer es recibido entre aplausos en Downing Street. Reuters
Un paso histórico
Opinión

Un paso histórico

David Mathieson

Periodista. Exasesor del Gobierno británico

Viernes, 5 de julio 2024, 19:39

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

El pueblo británico ha hablado y no puede ser más claro lo que ha querido transmitir. Con una de las mayorías más aplastantes en la historia de la democracia británica, el nuevo primer ministro, sir Keir Starmer, puede esperar permanecer en Downing Street hasta bien entrada la década de 2030. Es un acontecimiento importante tanto dentro como fuera del Reino Unido.

En primer lugar, las elecciones de este 4 de julio demuestran que sí se puede detener la marea del populismo en Europa. El auge de la extrema derecha, ya sea en Italia, Alemania o Francia, constituye una tendencia muy preocupante, pero no inevitable.

El Partido Laborista de Starmer encarna una formación socialdemócrata centrista de forma convencional, que ha prometido mejoras en los servicios públicos, como el sistema de salud y la educación, y reducir las desigualdades. Al tiempo que, con un programa más ambicioso, propone una colaboración muy estrecha con el sector privado para aumentar la inversión en nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial y las energías renovables, que transformarán la economía en el siglo XXI.

En segundo lugar, el partido 'tory', la formación política más antigua de Europa, ha experimentado un batacazo sin precedentes. En los últimos cinco años, los conservadores han tenido cuatro líderes y las batallas dentro del grupo parlamentario han sido interminables. Ahora, algunos 'tories' quieren un acercamiento al líder populista de la derecha, Nigel Farage, mientras que otros propugnan un giro hacia el centro. Lo cierto es que el partido ha perdido el rumbo y estos resultados confirman que se queda sin pies ni cabeza.

En tercer lugar, las consecuencias del Brexit ya son evidentes. Los partidarios de la ruptura prometieron que, al abandonar la UE, el Reino Unido obtendría beneficios como una menor regulación y más libertad para comerciar en los mercados globales. En realidad, nada de esto ha sucedido.

Las barreras al comercio con la Unión han aumentado, mientras que los exportadores -desde los agricultores hasta los transportistas- se quejan de que hay más burocracia y más retrasos en los puertos.

Starmer ha anticipado que el Reino Unido no volverá a unirse al mercado único o a la unión aduanera de la UE. Sin embargo, la nueva Administración en Londres sí querrá establecer una relación mucho más estrecha con Bruselas para suavizar los términos del Brexit y así reducir las barreras en beneficio de todos.

Por último, en el ámbito internacional, Starmer sostiene la tesis del presidente Joe Biden de que la era de la globalización ha terminado. La agresión de Rusia a Ucrania y el auge de China señalan nuevos desafíos para el orden mundial. Tanto en comercio como en defensa, Londres seguirá una política de lo que denomina «seguronomics» y buscará alianzas estratégicas más profundas con aliados de confianza.

Hoy, el primer ministro Starmer está respaldado por una mayoría muy sólida. Pero como él sabe bien, trabajará en un marco internacional que parece cada vez más frágil.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios