La cumbre no detiene la guerra: nuevos bombardeos sobre Ucrania y 139 combates en el frente
Moscú disparó un misil y lanzó 85 drones contra Sumi, Donetsk, Chernígov y Dnipropetrovsk, al tiempo que los ucranianos tratan de frenar el rápido avance ruso en el Donetsk
M. Pérez
Sábado, 16 de agosto 2025, 09:52
La cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin no ha detenido ni siquiera durante unos minutos la guerra en Ucrania. El ejército de Kiev ha ... denunciado que su enemido ha lanzado esta madrugada 85 drones y un misil balístico contra las regiones ucranianas de Sumi, Donetsk, Chernígov y Dnipropetrovsk. Las fuerzas de defensa lograron neutraliza 61 aviones no tripulados mientras el resto causó graves daños en zonas pobladas, aunque este sábado no se habían reportado víctimas. Mientras los dos líderes discutíanen Alaska, sus ejércitos mantuvieron 139 combates en la línea del frente, donde los ucranianos tratan de detener la incursión de los rusos, que en un asalto sorpresa intentan hacerse con toda la región de Donetsk.
La incursión que decenas de grupos de asalto rusos hicieron a mediados de esta semana a la altura de Pokrovsk amenaza o¡con convertirse en una catástrofe para el Gobierno de Kiev en el momento en que pueden abrirse negociaciones con Rusia. La rapidez y decisión de las tropas invasoras deja claro, a juicio de los expertos occidentales, que Moscú trata de cobrar la mayor ventaja territorial posible y ensanchar las fronteras del territorio que podría exigir posteriormente en unas hipotéticas conversaciones de paz.
Las conversaciones entre los lideres estadounidense y ruso en Anchorage pillan muy lejos del frente. Durante la madrugada de este sábado, las escaramuzas han sido brutales. Nadie se acordaba en el frente de que alguien pudiera estar hablando de poner paz. Los rusos intentan proseguir su avance y cercar a sus rivales para hacerles huir de Pokrovsk. La guerra se juega en este tipo de ciudades pequeñas o intermedias que, sin embargo, proporcionan ventaja logística. Si los invasores se hacen con esta población, tendrán el camino bastante abierto hacia Kramatorsk, el último bastión ucraniano en esta provincia. Si cae, posiblemente caíga todo el Donetsk.
Además, este enclave dejaría a muchos almacenes y rutas de suministro ucranianos al alcance de los disparos rusos. Sin esa logística, las tropas kievitas ya conocen cómo se deteriora rápidamente cualquier posición defensiva.
Por eso, las fuerzas ucranianas se apresuran a sellar lo que han denominado una «brecha de seguridad», de la que culpan también a su propio Estado Mayor. La zona por donde entraron los rusos carecía de pilotos de drones, una de las mejores armas defensivas de esta guerra, que hubieran detenido o dispersado a los grupos de asalto. La Inteligencia de Kiev esudia también cómo las tropas de Moscú, que en esa zona concentran a muchos soldados inexpertos, pudieron esquivar la vigilancia de profesionales mucho más experimentados simplemente escondiéndose detrás de los árboles o en la maleza.
De hecho, el ejército ucraniano ha ordenado trasladar a la 68.ª Brigada de Cazas estacionada al sur de Pokrovsk hacia la zona de contacto con las unidades invasoras. Esta brigada dispone de un sofisticado cuerpo de pilotos de drones, que intentan eliminar a cada asaltante después de localizarlos uno a uno. Los centros de estudios militares que siguen puntualmente estas operaciones han señalado este viernes por la noche que Rusia había iniciado velozmente la construcción de defensas para afianzarse ante la artillería de los aviones no tripulados, que se han convertido en el enemigo número uno de cualquier soldado.
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