El candidato conservador a la cancillería alemana amenaza con pactar con la extrema derecha

En plena campaña electoral para los comicios legislativos adelantados en cuatro semanas y motivado por el ataque en Aschaffenburg de un refugiado afgano contra un grupo de niños de una guardería que causó dos muertos, Merz anunció este viernes que la semana próxima presentará en la Cámara baja «mociones que se atienen exclusivamente a nuestras convicciones» para frenar en seco la migración ilegal.

«Y las presentaremos independientemente de quien esté de acuerdo con ellas», dijo Merz, dando a entender que los partidos de la Unión, cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU), aceptarán el apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania para sacarlas adelante. El presidente de la CDU explicó que «no vamos a votar a favor de una sola moción de AfD, porque llevamos al Bundestag todas las cuestiones que consideramos correctas por iniciativa propia».

Quien apoye estas mociones «que vote a favor y quien las rechace, que las rechace. Yo no miro ni a la derecha ni a la izquierda. Sólo miro de frente en estas cuestiones», añadió. Tras el ataque a cuchilladas de Aschaffenburg, en el que perecieron un niño de dos años y un adulto de 41 por las cuchilladas de un peticionario de asilo afgano, el líder conservador anunció que si es elegido jefe del Gobierno germano en los comicios del próximo 23 de febrero endurecerá drásticamente la política migratoria alemana.

«En mi primer día en el cargo, daré instrucciones al ministerio federal del Interior para que, haciendo uso de la autoridad del Canciller para dictar directivas, controle permanentemente las fronteras de Alemania con todos nuestros vecinos y rechace todos los intentos de entrada ilegal sin excepción», dijo Merz, quien destacó que «se prohibirá de facto la entrada en la República Federal de Alemania a todos aquellos que no dispongan de documentos válidos para acceder al país».

El que según todas las encuestas será el próximo jefe del Ejecutivo germano tras los inminentes comicios formuló cinco ideas para endurecer la política migratoria alemana que serán el núcleo de las mociones que presentarán los conservadores en el Bundestag. La iniciativa de Merz fue tomada al vuelo inmediatamente por Alice Weidel, candidata ultraderechista a la Cancillería Federal, quien ofreció de nuevo la colaboración de su formación con los conservadores y el apoyo a una posible coalición de gobierno entre los partidos de la Unión y AfD tras las elecciones.

Las mociones en materia de política migratoria que CDU y CSU quieren presentar en el Bundestag carecen de posibilidades de salir adelante con el apoyo exclusivo de Alternativa para Alemania. Unos y otros solo suman 274 de 733 diputados. El propio Merz desestimó la oferta de la ultraderecha. «¿No saben contar o quieren llevarnos al huerto? No hay una mayoría en el Parlamento alemán de CDU, CSU y AfD», dijo el jefe de los cristianodemócratas, quien reconoció que para sacar adelante su iniciativa necesita el apoyo de los gobernantes socialdemócratas o de los verdes y los liberales.

Mientras los medios y analistas políticos consideran que Merz no hace sino explotar electoralmente una tragedia como la de Aschaffenburg, el Partido Socialdemócrata (SPD) calificó de «señal fatal» el aperturismo del líder conservador a apoyos de la ultraderecha. «Esta sería el tipo de cooperación entre conservadores y la ultraderecha contra la que siempre hemos advertido», dijo Matthias Miersch, secretario general del SPD, quien exigió que los partidos de la Unión «aclaren» su postura lo antes posible.

Miersch acusó además al candidato a conservador de «arbitrariedad» y recordó que «la semana pasada descartó cualquier cooperación con AfD y hoy plantea lo contrario». La primera secretaria parlamentaria socialdemócratra, Katja Mast, también criticó claramente posibles votaciones consensuadas de CDU/CSU y AfD. «Si Merz hace eso, será el fin del cortafuegos, advirtió Mast, quien habló de «boleto gratis» para la cooperación con la AfD.

También el candidato de Los Verdes a la jefatura del Gobierno germano y actual ministro federal de Economía, Robert Habeck, se mostró alarmado ante la iniciativa de Merz de aceptar quizás el respaldo de la ultraderecha para sacar sus mociones adelante, pese a su reiterada promesa pública de no colaborar jamás con AfD. «Le tomo la palabra a Friedrich Merz, esta palabra no debe romperse. Sólo temo que Friedrich Merz esté a punto de hacerlo», dijo Habeck.

Entretanto, este jueves se ha sabido que el autor del ataque de Aschaffenburg contra un grupo de niños de una guardería y sus cuidadoras cuando paseaban por un céntrico parque debía encontrarse encarcelado el día de los hechos y que no entró en prisión ya en diciembre por un error judicial. El sospechoso, el afgano Enamullah O. de 28 años de edad, sumaba dos condenas por sendos delitos menores ante distintos tribunales, que no se coordinaron para ordenar su encarcelación.

El autor de la agresión, en la que resultaron heridos de gravedad una niña de dos años, un hombre de 61 y una de las cuidadoras de 59, debía haber sido además expulsado del país y deportado a finales del pasado año tras ser rechazada su petición de asilo. Enamullah O. ingresó este jueves en un centro psiquiátrico penitenciario por orden del juez de instrucción encargado del caso tras confirmarse que padece una enfermedad mental por la que recibió tratamiento psiquiátrico en este país.