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Imagen de una batería de misiles Patriot instalada en Polonia. Reuters
Kiev pide a los aliados misiles antiaéreos para poder mantener el escudo defensivo del país

Kiev pide a los aliados misiles antiaéreos para poder mantener el escudo defensivo del país

La presión continua de la aviación y la artillería rusas han laminado las reservas de munición de Ucrania para derribar cohetes y drones

Juan Carlos Barrena y Miguel Pérez

Miércoles, 19 de abril 2023

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Ucrania pedirá a los aliados el suministro urgente de misiles antiaéreos para poder mantener su escudo de defensa frente a la aviación y la artillería rusas. Las fuerzas armadas han sufrido una considerable merma de sus reservas, utilizadas masivamente para derribar los drones y proyectiles que lanza a diario el ejército invasor. Pese a que Moscú tampoco dispone de un margen amplio de municiones, todavía es capaz de imprimir una notable potencia de fuego contra la exrepública, como ha demostrado estos últimos tres días al bombardear decenas de emplazamientos del Donbás, y especialmente cuatro puntos del frente: Liman, Bajmut, Avdiiv y Marin.

El Estado Mayor de Ucrania emitió este miércoles un informe donde destaca que la probabilidad de sufrir ofensivas aéreas en todo el país «sigue siendo alta» después de que en las veinticuatro horas anteriores los rusos llevaran a cabo 60 ataques de aviación, otros 58 con salvas de misiles (lanzadores múltiples) y cuatro más con cohetes. Al menos una persona murió en Nova Kajovka, en la región de Jersón, en esta oleada, aunque algunas fuentes sostienen que el número total de civiles fallecidos asciende a una decena.

La petición del Gobierno de Zelenski, que este miércoles visitó la región de Volinia, fronteriza con Polonia y Bielorrusia, se formalizará este viernes en el seno del Grupo de Contacto sobre la Defensa de Ucrania. Con sede en la basea aérea de Rammstein (Alemania), el consorcio lo componen sobre todo altos cargos y estrategas militares de medio centenar de países que en su último encuentro abordaron por ejemplo el envío de tanques a Kiev.

«La defensa aérea de corto alcance es un tema que los ucranianos plantean cada vez con más frecuencia», afirman medios militares en declaraciones al 'Financial Times' recogidas por el 'Pravda' kievita. El déficit de este tipo de armas conlleva efectos devastadores para los defensores del país. El más elemental, su pérdida de capacidad para ofrecer cobertura aérea a las tropas en el frente. Pero además multiplica las posibilidades rusas de conseguir bombardeos cada vez más efectivos y con misiles menos inteligentes, como los cohetes no guiados arrojados por los bombarderos. Los expertos occidentales creen que si Moscú llegara con más facilidad a los arsenales y las bases donde los ucranianos guardan sus tanques haría realmente difícil la gran contraofensiva en la que confían los aliados.

El escudo kievita consta de diferentes sistemas antiaéreos: desde los Stinger, posibles de disparar con el arma al hombro, hasta los S-300, su principal elemento de defensa, eficaces a largo alcance (50 kilómetros), medio (15) y corto (6 kilómetros), pero que ofrecen dos hándicaps importantes: su antigüedad y un elevado nivel de consumo de munición. Estas plataformas son de origen soviético, fueron construidas en la década de los 80 y resulta complicado encontrar repuestos.

Línea roja en Seúl

La oposición de Corea del Sur advierte al presidente que no «haga enemigos» con el envío de armas

Por eso, el Gobierno kievita recibió este miércoles con indisimulada satisfacción las nuevas entregas occidentales, que le permiten contar ya en su territorio con una batería de misiles Patriot y la segunda del sistema Iris-T suministradas por Alemania. El Patriot es uno de los más modernos equipamientos antiaéreos del mundo, capaz de derribar aviones, misiles balísticos y misiles de crucero con suma precisión a una distancia de hasta 100 kilómetros y una altura de 30 kilómetros.

Zelenski había solicitado a sus aliados occidentales el suministro de esos sistemas el pasado año y Alemania había confirmado en enero que adiestraría a militares ucranianos antes de realizar la entrega. Estados Unidos, Holanda y Dinamarca tienen intención de proporcionar otras dos baterías, que pueden combatir cinco blancos aéreos y localizar a la vez hasta 50 objetivos, con los que Kiev incrementará apreciablemente la defensa de sus ciudades.

Suecia, un ejército «moderno»

El Iris-T SLM, por su parte, alcanza blancos a 40 kilómetros de distancia y 20 kilómetros de altura. Derriba aviones, misiles de crucero y drones. La primera unidad ya ayudó en el pasado a la defensa de Kiev. Vitali Klitschko, alcalde de la capital, subrayó recientemente que ha servido para salvar miles de vidas. «Nuestros militares están entusiasmados. Cada disparo es un acierto en el blanco, no se escapa ni uno», dijo Klitschko. El Gobierno germano ha negociado la readquisición de estos sistemas con Suecia, cuyo ejército dispone al parecer de una docena de unidades.

Mientras tanto, los gobiernos occidentales continúan sumando esfuerzos para atraer nuevos socios a la coalición antirrusa. El secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, instó este miércoles desde Estocolmo a las autoridades de Turquía y Hungría a ratificar cuanto antes la adhesión de Suecia a la OTAN. Austin, que mañana presidirá la reunión de Rammstein, subrayó que el país nórdico proporcionará «un gran valor a la Alianza», puesto que posee un ejército moderno».

En Corea del Sur, por su parte, el presidente Yoon Suk Yeo se abrió este miércoles a las presiones occidentales y reveló que no descarta enviar armas a Ucrania si existe un «peligro real para su población». Una decisión de este tipo supondría la ruptura de la política armamentística de Seúl, donde la oposición política advirtió al mandatario que «evite hacer enemigos».

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