Alerta policial en Europa por la «yihad de TikTok»: los menores se suman al terrorismo islamista
El fenómeno está experimentando un destacado ascenso en Francia y España
Un nuevo fenómeno del yihadismo ha sembrado la alerta en los distintos cuerpos policiales europeos al poner el foco sobre una tendencia que ha sorprendido ... a todos los expertos: la cada vez mayor implicación de menores de edad en planes o ataques yihadistas a lo largo y ancho de todo el continente. En países como Francia y España, por ejemplo, han tenido lugar el 55% de los arrestos de radicales menores de edad llevados a cabo en Europa. Pero lo mismo está sucediendo en Alemania, Holanda, Bélgica o países como Bosnia.
Según los principales expertos, la capacidad de captación casi ilimitada que tienen las redes sociales está detrás de este auge imprevisto en la sociología del terror. Estas nuevas incorporaciones suponen un cambio significativo. El terrorismo islamista de los 90 y del cambio de siglo estaba a cargo de terroristas entrenados en aquellos territorios donde existía una infraestructura estable, bien fuera estatal o territorios ocupados por los yihadistas. Cuando las coaliciones occidentales comenzaron a atacar a las sedes terroristas en estos países en lugares como Afganistán, tras el 11-S, o en Siria, cuando el Estado Islámico (ISIS) creó el califato allí, estos movimientos comenzaron a experimentar un declive importante.
Esta debilidad hizo que comenzase a potenciarse la figura del 'lobo solitario', es decir, la persona que se había adoctrinado y adiestrado en solitario para atentar en lo que consideraban países enemigos. Para entonces, organizaciones como el ISIS habían desarrollado una relevante red propagandística por internet orientada a atraer a musulmanes de todo el mundo a su califato. Esta red de propagandistas creó un material orientado hacia las redes sociales o canales como Telegram o WhatsApp que creó escuela. Es esa forma de proceder la que ahora está atrayendo a la juventud europea.
Un millar de menores fichados en Francia
El caso de Francia es uno de los más significativos. Según el informe anual del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, en 2022, el 1% de los acusados de terrorismo yihadista en suelo galo eran menores de edad. Al año siguiente la cifra subió hasta el 10% y en 2024 se disparó hasta el 21%. El Ministerio de Interior francés ya informó hace dos años de que tenía fichados por radicalización islamista a más de mil menores. El entonces responsable de ese departamento, Gérald Darmanin, culpó precisamente al sistema de propaganda del ISIS de esa situación y destacaba que los jóvenes franceses «se intercambian imágenes de decapitaciones y consultan la propaganda del Estado Islámico» en sus móviles.
En España, las cifras de implicación de menores en acciones yihadistas son también significativas. Se ha pasado de las 14 detenciones por esta causa entre 2017 y 2023 a los 15 solo en 2024. En lo que va de año, son 7 los menores de edad ya arrestados por este motivo. Algunos de los detenidos habían tomado ya la decisión de pasar a la acción. En este sentido, el Centro Memorial de las Víctimas cita una sentencia de la Audiencia Nacional dictada el año pasado por la que se condenó a cuatro años de internamiento a un joven de 17 años detenido en Montellano (Sevilla). Se disponía a atentar contra una comisaría de policía y para ello ya había realizado pruebas con una bomba fabricada con TAPT. Bautizado por los yihadistas como 'madre de Satán', se trata de un explosivo de elaboración casera sobre el que los grupos islamistas han elaborado decenas de manuales y los ha difundido en la web. Otros dos menores detenidos en España el año pasado contaban también con instrucciones para fabricar TAPT. Pero no son los únicos detenidos españoles con intenciones violentas. En diciembre de 2023 las Fuerzas de Seguridad arrestaron a tres menores en Madrid y Barcelona que estaban preparándose para apuñalar a una persona porque había rechazado el uso de la violencia.
El uso de armas blancas ha sido también una de las constantes de los menores. En Suiza, por ejemplo, un joven de 15 años apuñaló a un judío ortodoxo en plena calle, y en Bosnia, un joven de la misma edad entró en una comisaría y asestó varias puñaladas a dos agentes. Ya en Bélgica fueron capturados en marzo tres menores que estaban preparando un ataque con estos materiales contra los asistentes a un evento musical. Los detenidos habían conseguido establecer contactos con simpatizantes de otros países: en Francia se detuvo a tres menores relacionados con los belgas y en Suiza a otros tres.En otro continente, Australia, un menor de edad hirió con un cuchillo a un obispo mientras celebraba una misa. Unas semanas más tarde, en ese mismo país otro menor acuchilló a un transeúnte en la ciudad de Perth. En este caso, el agresor fue abatido por la Policía. Se trataba de un converso al Islam fascinado por Al Qaida que paradójicamente se había apuntado a un programa de desradicalización.
Estas situaciones confusas son propias de una situación en la que se revela la desubicación de muchos adolescentes atrapados en las redes sociales. El director del Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington, Lorenzo Vidino, definió a esta nueva generación terrorista como la «yihad de TikTok». En este sentido, un informe de Europol sobre el terrorismo yihadista ya advierte de que en las comunidades en línea que se crean entre los jóvenes radicalizados se advierte «una falta de convicciones ideológicas claras», una tendencia dominante entre adultos jóvenes y menores. Para Europol, las causas que se encuentran detrás de la proliferación de menores yihadistas son los problemas de salud mental, el aislamiento social y la dependencia digital.
«Rejuvenecimiento»
En España, Álvaro Vicente, investigador del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, ya advirtió en 2024 del «rejuvenecimiento de los individuos que se radicalizan» por culpa del mundo virtual. Según datos del experto, entre 2012 y 2023, en el 86,6% de los casos esos procesos de radicalización se habían desarrollado a través de internet. En un 40,4% de forma exclusiva por la red, ya que los investigados no habían entrado en contacto con otras personas para asentar su giro violento.
En el mismo sentido, la directora de la Dirección General de Seguridad Interior de Francia, Cecile Berthon, apuntaba que la amenaza yihadista de los jóvenes radicalizados estaba marcada por las horas y horas de consumo de propaganda en línea de los menores. La jefa policial francesa destacaba que esa radicalización en las redes sociales había sustituido a la que antes se daba en mezquitas integristas debido al control que se ha establecido sobre estos centros. Otro componente significativo es el caldo de cultivo que está creando la guerra de Gaza. Los expertos ya han detectado la denominada 'yihad blanca', en la que neonazis e islamistas radicales comparten mensajes a favor del exterminio de los judíos. Por ejemplo, uno de los menores detenidos en España también había utilizado sus redes para difundir consignas de la extrema derecha.
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