Alemania y sus países vecinos se comprometen a endurecer su política migratoria
El canciller Merz señala que el tránsito irregular de indocumentados es un problema que sólo se resolverá a nivel europeo
Beatriz Juez
Berlín
Viernes, 18 de julio 2025, 19:49
Alemania y cinco de sus países vecinos -Francia, Polonia, Dinamarca, la República Checa y Austria- han acordado este viernes un endurecimiento de su política de ... migración y asilo en una cumbre de ministros del Interior celebrada en Zugspitze, la más montaña alta del país, situada en la frontera entre el Estado germano y Austria.
Paralelamente, el canciller alemán, Friedrich Merz, advirtió en una rueda de prensa en Berlín que la migración irregular es un problema que sólo se resolverá a nivel europeo. El mandatario criticó públicamente una vez más la política migratoria de la excanciller Angela Merkel, quien abrió las puertas entre 2015 y 2016 a 1,2 millones de refugiados y solicitantes de asilo, la mayoría sirios.
«Lo conseguiremos», dijo entonces Merkel a sus compatriotas. «Está claro que no lo hemos conseguido», reconoció Merz diez años después. El también canciller conservador rompe así definitivamente con la política migratoria de la exmandataria, a pesar de que ambos son del mismo partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
La política de «refugiados bienvenidos» de Merkel fue criticada entonces por muchos dentro y fuera del país y dio a alas a la extrema derecha. El ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), el segundo partido más votado en las últimas elecciones de febrero, es hoy la principal fuerza de la oposición.
La lucha contra la migración irregular es una de las prioridades del Gobierno de Merz. «De las cifras se desprende que evidentemente vamos por el buen camino, pero este camino aún no ha terminado», reconoció el canciller ante los periodistas. El ministro federal de Interior, Alexander Dobrindt, y sus colegas quisieron mandar con la cumbre de Zugspitze «una señal visible de unidad y determinación» en materia migratoria.
Los seis ministros de la región se comprometieron a «trabajar juntos para reducir de manera eficaz la inmigración ilegal». A la cumbre también asistió el comisario europeo de Interior e Inmigración, Magnus Brunner. «Estamos unidos, permanecemos juntos», aseguró Dobrindt, quien, consideró que, aunque la UE sigue siendo una región abierta al mundo, no debe permitir que los contrabandistas y traficantes de personas decidan quién puede entrar.
«Soluciones eficaces y rápidas»
Los ministros pidieron en Zugspitze a la Comisión Europea que proporcione financiación suficiente en el próximo Marco Financiero Plurianual para «garantizar la plena aplicación de la reforma en curso en materia de inmigración y asilo». «Debemos trabajar juntos para encontrar soluciones operativas sencillas, eficaces y rápidas, evitando la sobrecarga burocrática y los costes administrativos adicionales y garantizando que el funcionamiento de la nueva legislación se traduzca en avances concretos», señalaron en una declaración conjunta.
Alemania y sus vecinos también se comprometieron a «intensificar la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes y la trata de seres humanos» y a trabajar de manera más coordinada, gracias al sistema Siena de intercambio de información entre los Estados miembros de la UE. Asimismo abogaron por un nuevo reglamento en Bruselas que garantice «la eficacia de los retornos» de los migrantes y solicitantes de asilo «sin crear obstáculos burocráticos innecesarios». Se mostraron a favor de llevar a cabo deportaciones más rápidas y de permitir que se establezcan centros de retorno en terceros países.
«En el futuro, Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) también debería recibir el mandato de llevar a cabo retornos desde terceros países, como los Balcanes occidentales, y los retornos a Afganistán y Siria deben ser posibles», exigieron los ministros. «Las devoluciones efectivas son un requisito previo esencial para confiar en una política migratoria europea equilibrada«, advirtieron.
Los responsables de Interior también señalaron la necesidad de proteger las fronteras exteriores de la UE y condenaron «enérgicamente la instrumentalización de la migración y el uso como armas de los migrantes con fines políticos». Bruselas y varios países europeos acusan a Rusia y Bielorrusia de llevar a cabo «una guerra híbrida», animando o incluso ayudando a los inmigrantes a cruzar ilegalmente la frontera con fines desestabilizadores para el club comunitario.
Los ministros de Interior de Francia, Polonia, Dinamarca, la República Checa, Austria y Alemania han instado a la UE a cambiar las leyes para propiciar deportaciones más rápidas
«Queremos aprovechar la oportunidad para reducir aún más la inmigración ilegal y contrarrestar la sobrecarga de nuestras sociedades y la polarización que conlleva», añadieron los seis ministros, que se mostraron convencidos de que «Europa debe actuar con determinación y unidad para reducir eficazmente la inmigración ilegal». Para ello, se comprometieron a «restablecer la confianza garantizando que quienes no tienen derecho a quedarse abandonen la UE rápidamente, que prevalezcan los procedimientos ordenados y que se reduzcan sistemáticamente las entradas ilegales.
Horas antes del inicio la cumbre de Zugspitze, el Gobierno de Alemania había deportado a 81 ciudadanos afganos con condenas judiciales a Kabul (Afganistán), mostrado así a la opinión pública germana la voluntad del Ejecutivo de endurecer la política migratoria.
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