El repunte del virus frena la desescalada en Estados Unidos
Los habitantes de Tulsa piden a los tribunales que impidan un mitin de Trump para que no se propague la pandemia.
Mercedes Gallego / Nueva York
Miércoles, 17 de junio 2020, 21:52
Por cuarto día consecutivo, Florida batía este miércoles su propia marca de contagios con cerca de 3.000 nuevos casos diarios, a lo que el gobernador Ron De Santis, aconsejado por su mentor Donald Trump, ha respondido con un rotundo «no vamos a dar marcha atrás», que el ‘Miami Herald’ califica en su editorial de «absoluta irresponsabilidad». Afortunadamente ya había dado libertad a cada condado para tomar sus propias decisiones. Por eso el alcalde de Miami anunció que su ciudad no avanzará hacia la fase tres de la desescalada.
«Hemos visto un repunte de casos, particularmente entre los 18 y 35 años», confirmó en Twitter. Pero como la economía apremia, tampoco ordenará el confinamiento general de la población ni el cierre de los negocios que han reabierto. Eso lo están decidiendo los mismos propietarios al detectar los contagios entre sus clientes y trabajadores, en este sálvese quien pueda en el que ha derivado la falta de liderazgo del Gobierno.
En Jacksonville, donde el presidente ha decidido darse el gran baño de masas de la campaña a final de agosto para recibir la nominación de su partido como candidato a la reelección, más de uno se ha quejado de que su primera noche de libertad le ha costado el contagio. «Lo habíamos hecho todo bien, llevábamos dos meses encerrados en casa, guardando la distancia de seguridad y saliendo con mascarilla, y la primera vez que nos juntamos en un bar para celebrar un cumpleaños, a los pocos días todos estamos enfermos», se quejó Erika Crisp a un canal de televisión. Al menos siete empleados del pub irlandés Lynch también han dado positivo, por lo que el propietario ha decidido clausurar el local.
No es una excepción. Angie’s Subs, en esa misma ciudad, anunció el cierre voluntario «por la seguridad de nuestros empleados y clientes» tras la aparición de varios casos. Como The Tavern, también en Jacksonville, u otro local en el área de Orlando, Kiwi’s Pub & Grill, cuyo dueño bajó la persiana después de que seis clientes le avisasen del contagio.
Más relajación
No hay duda de que la gente está relajando las medidas de seguridad, cansada de meses de confinamiento y de sentirse sofocada con la mascarilla. La imagen el próximo sábado del presidente en una acto masivo en Tulsa contribuirá aún más a esa falsa sensación de normalidad que temen los expertos. Un grupo de residentes y propietarios ha pedido a un juez que vete por razones de salud pública el mitin, que podría disparar el número de contagios que ya registra esa ciudad de Oklahoma, otro Estado que bate marcas diarias.
El presidente ha exigido que cada asistente firme un documento que le exima de responsabilidad legal en caso de contagio, pero los residentes insisten en que los afectados no serán solo los que acudan al pabellón de 19.000 asientos, sino que pondrán en riesgo a toda la población cuando vuelvan a sus hogares. Ante la negativa del juez a intervenir, los abogados han anunciado que llevarán el caso al Supremo.
El vecino Estado de Texas también tuvo el martes un 11% más de nuevas hospitalizaciones por Covid-19, al igual que Arizona. El virus hace estragos en el sur del país sin que las autoridades quieran dar la voz de alarma.
