Trump sopesa indultar a la socia de Epstein, condenada a 20 años de cárcel
El Departamento de Justicia entrevista a Ghislaine Maxwell para intentar sonsacarle sobre si existía una lista de clientes de la red sexual
Mercedes Gallego
Corresponsal. Nueva York
Viernes, 25 de julio 2025, 21:49
Hasta hace poco Ghislaine Maxwell, que a los 63 años cumple una sentencia de 20, tenía en el Tribunal Supremo su única esperanza de recuperar ... la libertad, aunque probablemente ya no sea acompañada de los lujos de los que la socialité británica disfrutó como socia y compañera sentimental del financiero Jeffrey Epstein. Éste presuntamente se suicidó en la cárcel cuando la Justicia intentaba ajustarle cuentas por los abusos sexuales a menores,xsz que Maxwell le ayudó a consumar. Desde este viernes, la presa tiene una nueva posibilidad: el indulto presidencial.
«No he pensado en perdonarla, pero estoy en mi derecho», advirtió Donald Trump desde la Casa Blanca. A esas horas la rea se entrevistaba por segundo día consecutivo en Tallahassee (Florida), donde cumple sentencia, con el número dos del Departamento de Justicia, Todd Blanche, que la ha sometido a nueve horas de interrogatorio para extraer más información sobre quiénes podrían encontrarse en la famosa lista de Epstein, que el Gobierno dice no existir. Antes de ocupar este puesto, Blanche fue el abogado personal de Trump en el caso contra la actriz porno Stormy Daniels, en el que el actual presidente fue declarado culpable de 34 delitos por falsificación de libros contables.
Blanche ha asegurado que no le ha propuesto ningún trato a Maxwell para que exculpe al presidente, cuyo nombre ha salido a relucir en cartas a Epstein que incluyen un dibujo sexual muy sugerente, con mensajes crípticos: «Feliz cumpleaños. Que cada día sea otro maravilloso secreto». «Es un tipo estupendo», dijo de él Trump en 2002. «Le gustan las mujeres tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes».
Dos años después ambos se enfrentarían por la compra de una fantástica propiedad que sirviera de residencia de verano a otros presidentes, Mar-a-Lago. Trump acabó adquiriéndola por 41 millones de dólares y todavía invitó al financiero a alguna de sus fiestas de lujo en esa mansión. Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, le acabó expulsando de su exclusivo club «por ser un pervertido».
La persona que puede confirmar o desmentir esa versión es Maxwell, quien incluso podría redactar la polémica 'lista Epstein' si no existiera, porque ella misma se ganaba a los adolescentes para acercarlas al financiero. «A estas alturas no tiene motivos para mentir, va a decir toda la verdad», prometió el abogado del Gobierno que la ha entrevistado.
Todd Blanche, número dos de Justicia, se reunió durante nueve horas con Maxwell en la cárcel
Trump prometió «drenar los pantanos» de Washington y revelar la polémica lista Epstein
Nada que perder, y mucho que ganar. La credibilidad de Maxwell como testigo es, cuanto menos, discutida, ya que fue condenada por mentir bajo juramento y por su papel activo en la captación de menores para Epstein. Cualquier posible beneficio en su condena -como una reducción de pena por cooperación- dependerá de si su información puede ser corroborada de manera independiente.
Según su abogada, Maxwell cooperó plenamente, respondió a todas las preguntas sin invocar privilegios legales y abandonó la primera sesión con una misteriosa caja blanca que ha avivado aún más el interés público. Su contenido, por ahora, permanece bajo secreto. Con las entrevistas a Maxwell, el Departamento de Justicia parece responder a la presión creciente no solo de la opinión pública, sino también de sectores trumpistas que claman por la publicación íntegra de los llamados 'Epstein files', los documentos judiciales que podrían salpicar a personalidades de alto perfil, incluido el presidente.
Las teorías conspirativas
El propio Trump y su entorno habían alimentado durante años la idea prevaleciente en el mundo MAGA de quienes soñaban con que la 'lista Epstein' demostrase años de teorías conspiratorias sobre las supuestas perversiones de la élite del Partido Demócrata y los ricos progresistas. Son muchos los extremistas convencidos de que en esta élite depravada de pedófilos se secuestraba a niños para abusar de ellos y traficar con sus órganos, una teoría conspirativa que data al menos de 2016 y fue retomada por el movimiento de QAnon.
Trump había prometido «drenar los pantanos» de Washington y arrojar luz sobre esas acusaciones, desvelando los documentos secretos en los que aparecerían los pederastas con nombres y apellidos. Lo que sus seguidores no esperaban es que su flamante apellido estuviera incluido, aunque fuera por su amistad con el financiero durante muchos años.
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