La Policía blinda las residencias de Trump ante el riesgo de nuevos ataques

La Policía ha blindado las residencias y posesiones de Donald Trump tras el intento de asesinato sufrido por el magnate durante un mitin el sábado en Pensilvania. Los servicios de inteligencia quieren evitar a toda costa que se puedan producir nuevos ataques como consecuencia de una especie de 'efecto llamada', después de que Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, abriese fuego contra el expresidente, antes de ser abatido por miembros del servicio secreto.

La respuesta policial fue prácticamente instantánea. Apenas unos minutos después del intento de asesinato, en la misma tarde del sábado –madrugada del domingo en España–, la Policía de Nueva York desplegó un fuerte cordón policial en torno a la Torre Trump, propiedad del empresario ubicada en la Quinta Avenida, para blindar la seguridad del edificio. La presencia de las fuerzas de seguridad también se extendió a la residencia del magnate en Florida, Mar-a-Lago, adonde Trump trasladó su base de operaciones tras su derrota electoral de 2020. Fue en este inmueble, por ejemplo, donde el FBI se incautó de los documentos secretos –entre ellos, información sobre material nuclear– que el expresidente, supuestamente, se llevó de la Casa Blanca.

Seguidores de Trump se congregaron frente al inmueble de Nueva York para celebrar una vigilia. Decenas de simpatizantes se congregaron, equipados con velas, para rezar por el exmandatario. Imágenes similares se registraron a las afueras de la mansión de Florida, aunque en esta ocasión el grupo era menos numeroso. Los reunidos quisieron trasladar su apoyo al magnate ondeando banderas rojas y azules con el clásico lema 'Make America Great Again'. Pocas horas antes, el principal lugar de concentración de los simpatizantes de Trump había sido el hospital de Nueva Jersey donde fue ingresado y de donde salió por su propio pie.

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