¿Cómo será el mundo si Donald Trump vuelve a ser presidente de Estados Unidos?

El aspirante a candidato republicano quiere restablecer la línea dura de su presidencia (2017-2021) y «detener la invasión» de la frontera sur y «comenzar la mayor operación de deportación interna de la historia de Estados Unidos». Llegó a calificar a los inmmigrantes como un «veneno» para la sociedad. Restaurará también la «maravillosa» prohibición de ingreso en el país de individuos procedente de estados peligrosos, en especial, musulmanes.

En su primer mitin oficial de campaña en Texas para las elecciones presidenciales, prometió que terminará con la guerra en Ucrania. «Nosotros controlamos el dinero que entra y sale». Dijo incluso que acabaría con ese conflicto en «veinticuatro horas». El partido republicano mantiene bloqueada la ayuda estadounidense a Ucrania, lo que ha desnivelado la balanza en favor de Rusia. Trump ha advertido a los miembros de la OTAN que no pagan su cuota de defensa de que no los defenderá si son atacados por Putin.

Durante su primer mandato, Trump se topó con muchos obstáculos dentro de la propia Administración. No podía hacer lo que quería ante las reticencias, entre otros, del cuerpo diplomático, la CIA y los cargos de Medio Ambiente. Por eso, pretende despedir a casi 50.000 funcionarios y ya tiene en funcionamiento varios comités para buscar sustitutos que se amolden mejor a su ideario. «Todo este sistema podrido de censura será arrancado». Además, se cargará las medidas de equidad entre hombres y mujeres aplicadas por Joe Biden.

Los procesos judiciales le persiguen, aunque ninguno de ellos parece que vaya a cerrarse antes de las elecciones. Si regresa a la presidencia, tratará de cambiar las cabezas visibles del Departamente de Justicia. Ya ha anunciado que abrirá investigaciones sobre algunos tribunales y fiscales que, en su opinión, son «marxistas».

«Los cárteles de la droga le están haciendo la guerra a Estados Unidos y es hora de que Estados Unidos le haga la guerra al narcotráfico», declaró Trump, que propone la pena de muerte a los narcotraficantes por sus «actos atroces».

Trump ve a China como un enemigo que ya ha iniciado la invasión de suelo estadounidense. «Me aseguraré de que el futuro de Estados Unidos permanezca en manos de nuestros ciudadanos», se comprometió. Quiere reducir la presencia china en infraestructuras energéticas, de tecnología y de telecomunicaciones. «La seguridad económica es la seguridad nacional», dijo en la CNN.

Las llama 'Ciudades para la Libertad'. Su misión es generar nuevos espacios y oportunidades para los jóvenes y los emprendedores, además de fomentar la producción estadounidense. En su plan, Trump imagina estas urbes llenas de «vehículos de despegue y aterrizaje vertical». En esa «revolución de la movilidad aérea», no está dispuesto a que China le tome la delantera tecnológica. «Volveremos a construir la mayor economía de la historia», juró.

«Tiraré abajo todas las políticas de Biden que promueven la castración química y la mutilación sexual de nuestros jóvenes», zanjó. Y prohibirá los programas que, a su juicio, promueven el cambio de sexo.

Sobre educación, Trump ha difundido este mensaje: «Volveremos a poner a los padres al mando y les daremos la última palabra». Podrán, por ejemplo, elegir a los directores de los colegios. También recortará las ayudas a las escuelas que sean críticas con la versión oficial sobre la raza y el género. «Enseñarán nuestros valores y promoverán nuestras tradiciones y nuestra historia», apuntó.

Si retorna a la presidencia, Trump tendrá una primera jornada muy atareada. Ya ha prometido varias acciones inmediatas. «Cogeré la orden ejecutiva de Biden de ordenar al Gobierno federal ir contra la industria armamentística y la tiraré a la basura». El aspirante a candidato republicano defiende el derecho de los ciudadanos, recogido en la Segunda Enmienda de la Constitución, de poseer y portar armas de fuego.