EE UU levanta la obligación de quitarse los zapatos en los aeropuertos
Las autoridades planean revisar otras medidas como la limitación de líquidos en el equipaje y exploran también controles de seguridad sin contacto humano
Mercedes Gallego
Corresponsal. Nueva York
Miércoles, 9 de julio 2025, 06:03
Han pasado casi veinte años desde aquella víspera de Nochebuena de 2001 en la que el terrorista británico de Al-Qaeda, Richard Reid, intentó prender ... la mecha de unos zapatos explosivos de fabricación casera con los que se subió en París a un avión de American Airlines con destino a Miami. Desde entonces, miles de millones de viajeros de todo el mundo han pagado por su pecado, mientras él cumple cadena perpetua en una cárcel de Colorado.
El purgatorio aeroportuario ha llegado a su fin. Este martes, la secretaria de Seguridad Doméstica, Kristi Noem, anunció el fin de la norma que obliga a los pasajeros a descalzarse en los controles de seguridad. «Estamos entrando en la edad dorada de América», proclamó con entusiasmo, en nombre de la libertad que pregona Donald Trump. «La gente quiere sentirse segura, pero también bienvenida. Es hora de modernizarnos», afirmó.
La medida, que se aplicará de forma inmediata en todos los aeropuertos del país, responde, según dijo, a los avances tecnológicos que ahora permiten identificar a los viajeros sin necesidad de humillarles caminando descalzos por el aeropuerto. Con los Juegos Olímpicos, los partidos del Mundial de fútbol y las celebraciones del 250 aniversario de la independencia a la vuelta de la esquina, Estados Unidos se prepara para una avalancha de visitantes. «Vamos a recibir cifras récord de viajeros. Es fundamental agilizar el proceso sin comprometer la seguridad», dijo Noem.
Para ello su departamento ha encargado una revisión exhaustiva de los protocolos de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), con objeto de evaluar cada uno de los procedimientos «para ver si realmente dan resultados», contó. «¿Nos proporcionan la información que necesitamos sobre los pasajeros? ¿Detectan amenazas? ¿O simplemente incomodan sin aportar valor?».
La conclusión fue que el control de zapatos podía retirarse sin poner en riesgo la seguridad, gracias a lo que definió como una «seguridad por capas»: escáneres de última generación, verificación biométrica, documentos de identidad más sofisticados, agentes entrenados, perros rastreadores y análisis de datos en tiempo real. «Nuestra tecnología ha avanzado tanto que ya no necesitamos ver los pies de la gente para saber si suponen una amenaza», afirmó.
Carriles específicos
En paralelo, el gobierno ha introducido carriles específicos para familias con niños, militares en activo y, próximamente, un programa piloto de controles de seguridad sin contacto humano «donde el viajero ni siquiera tenga que interactuar con un agente», reveló. Preguntada por si esto supondrá una revisión de otras medidas impopulares —como las restricciones sobre líquidos o la obligación de sacar el portátil—, Noem admitió que «todo está sobre la mesa». «Todos hemos sufrido controles impredecibles, exigencias cambiantes, colas absurdas. Vamos a revisar todo, siempre que tengamos la tecnología para mantenernos seguros».
Aun así, el cambio no será absoluto. «Habrá casos puntuales en los que todavía se pedirá quitarse los zapatos, si se activa alguna alerta o se requiere una inspección adicional», advirtió.
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