Diez muertos y 30 heridos por una explosión en una mezquita de Kabul

El balance inicial fue confirmado por el portavoz de la Policía de Kabul, Jalil Zadran, en un comunicado recogido por la televisión afgana Ariana. Todas las víctimas son civiles, añadió.

Por su parte, testigos de la explosión apuntaron que el número de víctimas podría ser muy elevado dado el gran número de hospitalizados en el cercano hospital de Istiqlal y otros centros. Según la prensa afgana, y tal y como ha confirmado más tarde Naciones Unidas, el techo del templo se ha derrumbado sobre varios fieles.

Así, desde la Oficina del coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU para Afganistán han reconocido que los hospitales locales efectivamente están informando de cifras de heridos «mucho más altas» y se elevan los fallecidos a «decenas». La ONG italiana Emergency también confirmó en Twitter que está atendiendo al menos a una veintena de afectados solo en una de sus instalaciones.

Fuerzas talibán acordonaron la zona y comenzaron ya una investigación sobre el incidente, según el comunicado del Ministerio del Interior del movimiento fundamentalista recogido por Tolo News.

Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, Ramiz Alakbarov, tildó el ataque como «otro doloroso golpe para el pueblo de Afganistán», más aún cuando se ha producido en el último viernes de Ramadán.

«Es inconcebible que los civiles sean atacados indiscriminadamente mientras realizan sus actividades diarias, se reúnen para rezar, van a la escuela o al mercado o marchan de camino al trabajo», denunció este responsable de Naciones Unidas. También incidió en que el derecho internacional humanitario prohíbe los ataques contra población e infraestructura civil.

Aunque de momento no se ha confirmado la naturaleza de la explosión, coincide con el patrón exhibido en ataques con bomba perpetrados habitualmente por la filial afgana de la organización yihadista Estado Islámico contra las mezquitas del país.