Estados Unidos y Japón presumen de «una nueva era dorada» en su alianza
La afinidad ideológica entre Trump y Takaichi facilita la firma de un acuerdo en materia de tierras raras para defenderse ante el dominio de China
Jaime Santirso
Pekín
Martes, 28 de octubre 2025, 07:07
Trump ha concluido este martes la parada en Japón de su gira asiática con una reunión con la recién elegida primera ministra, Sanae Takaichi. El ... encuentro ha servido para proclamar «una nueva era dorada» en la relación de Estados Unidos con su principal aliado en la región, plasmada en varios acuerdos y fortalecida por la proximidad ideológica entre ambos mandatarios.
El presidente estadounidense ha caracterizado a Japón como «un aliado del más alto nivel» y ha elogiado a Takaichi, investida la semana pasada como la primera jefa de Gobierno en la historia de Japón, como una de los líderes internacionales «más grandes». «Quiero que sepáis que (...) para cualquier cosa que podamos hacer por Japón, ahí estaremos», ha insistido.
La primera ministra, por su parte, ha ensalzado los lazos entre Japón y EE UU como «la alianza más grande del mundo». Tampoco ha escatimado alabanzas personales para el presidente, a quien ha adelantado su pretensión de apoyar su candidatura al Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos diplomáticos en Oriente Medio.
Ambos países han confirmado asimismo el acuerdo que zanjó los aranceles universales de Trump. EE UU impondrá sobrecargos del 15% a las importaciones japonesas, un nivel inferior al inicial, y a cambio Japón realizará una inversión de 550.000 millones de dólares (472.000) en proyectos estadounidenses, cantidad que de manera extraordinaria la Casa Blanca podrá manejar a su antojo.
Frente común
El pacto más novedoso, sin embargo, atañe a las tierras raras. Trump y Takaichi han acordado impulsar la inversión, producción y comercialización de estos materiales críticos, un sector para el que el presidente ya se ha asegurado la colaboración de otros países durante su gira asiática, en particular Tailandia, Malasia y Australia.
EE UU trata así de limitar su vulnerabilidad ante el monopolio de China sobre las tierras raras, esenciales para la industria global, los cuales ha convertido en su principal arma durante la guerra comercial entre ambos países, estableciendo exhaustivos controles a su exportación.
Por otro lado, Trump se ha reunido con un grupo de familiares de ciudadanos japoneses que fueron llevados por la fuerza a Corea del Norte entre 1977 y 1983. Los allegados han mostrado su confianza en la labor mediadora del presidente y expresado su esperanza de que la visita a Japón suponga un impulso para la repatriación de todos los secuestrados.
Su captura pertenece a un episodio oscuro de la historia del espionaje asiático. Se supone que los norcoreanos capturaron a varios jóvenes ylos llevaron a su país para que enseñarán japonés y las costumbres niponas a los espías del régimen. La mayoría de los desaparecidos tenía unos 20 años de edad. Trump ya trató este asunto con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, durante su primer mandato en la Casa Blanca, y las familias de los desaparecidos confían ahora en que pueda reactivar estas conversaciones.
A lo largo de este martes Trump pondrá rumbo a Corea del Sur para asistir al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrado en la ciudad de Gyeongju. Con motivo de esta cita está previsto que el jueves mantenga una reunión con el líder chino Xi Jinping, su primer cara a cara desde su regreso a la Casa Blanca, que debería oficializar el acuerdo ultimado este fin de semana para poner fin al conflicto comercial entre ambos países, cuyos detalles todavía se desconocen.
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