La detención del ex primer ministro de Pakistán Khan desata violentas protestas

Mientras Khan acudía este martes a una comparecencia ante un tribunal, agentes de las fuerzas paramilitares rodearon su vehículo y lo detuvieron. El vicepresidente del partido Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI), Faisal Chaudhri, calificó la operación como un «secuestro» tras denunciar que los abogados habrían sido «sometidos a torturas». Aunque los cuerpos de seguridad negaron haber utilizado la fuerza, las declaraciones y las imágenes de los acompañantes del político con heridas en el rostro que publicó la oposición en las redes sociales provocaron que decenas de partidarios de Khan salieran a las calles en varias ciudades del país.

La Policía de Islamabad reforzó la seguridad en la capital, donde los manifestantes bloquearon las carreteras de acceso. Mientras, en las localidades de Karachi y Lahore, los agentes tuvieron que recurrir a gases lacrimógenos y cañones de agua para aplacar las revueltas populares. El Gobierno decretó la «máxima alerta».

Sobre Khan pesa una decena de investigaciones por corrupción. El ministro del Interior paquistaní, Rana Sanaulá, explicó que el líder de la oposición había eludido la corte justificando problemas de salud o por echar en falta mayor seguridad. Khan resultó herido en noviembre pasado tras ser tiroteado en medio de protestas contra el actual Gobierno.