Corea del Norte lanza el cuarto misil balístico en menos de una semana

Mientras Kim Jong-un logra con el disparo un número récord de pruebas armamentísticas en menos de una semana este año, Seúl y Washington llevan a cabo maniobras militares conjuntas en la zona con la participación del portaaeronaves 'Ronald Reagan'. Ambos gobiernos han aumentado sus operaciones en materia de seguridad ante la posibilidad de que Pyongyang acometa actos «provocativos», como ensayos nucleares. Durante la jornada, han realizado una serie de entrenamientos junto a la Marina japonesa.

Washington y Seúl, por su parte, refuerzan las relaciones bilaterales durante la visita de Harris. «Todas las mañanas empiezo el día leyendo el informe del presidente (Joe Biden) y habla de los principales puntos de conflicto, de las prioridades y las tropas en el extranjero», subrayó la vicepresidenta norteamericana. «Hacéis que los compromisos se hagan realidad, así que estamos agradecidos. Sé que no siempre es fácil, pero marca la diferencia en las vidas de muchas personas que quizá no conozcáis nunca», agregó en alusión a sus soldados, que «sirven codo con codo con los coreanos. Entrenan juntos y están comprometidos con el trabajo de forma solidaria y con un objetivo común, que es el de mantener la seguridad y la estabilidad en la región».

Desde la frontera intercoreana, Harrís observaba ambos extremos con unos prismáticos. «La Zona Desmilitarizada nos recuerda la diferencia drástica que hay entre las dos partes desde las últimas siete décadas. En el sur se ve una democracia próspera, innovación... Y en el norte una dictadura brutal, flagrantes violaciones de los Derechos Humanos y un programa armamentístico ilegal. EE UU y el mundo entero buscan una paz duradera en la península de Corea, donde Pyongyang deje de ser una amenaza», declaró con rotundidad.

En su visita a Seúl, la vicepresidenta norteamericana ensalzó la alianza con Corea del Sur mediante un encuentro con su presidente, Yoon Suk Yeol. En la reunión concordaron que los lazos entre ambos países «siguen siendo un eje de estabilidad y prosperidad» en la región. Harris también reafirmó el compromiso de «disuasión» de Estados Unidos con el país y reiteró el objetivo de lograr la desnuclearización de la península, al tiempo que condenó los últimos lanzamientos por parte de Corea del Norte y su «retórica nuclear provocativa».

El Reino Unido también se unió a la petición de Washington. «Insto a Corea del Norte a cambiar su rumbo y abandonar su programa de armas balísticas», señaló el ministro de Exteriores, James Cleverly. De la misma manera, aplaudió la iniciativa del presidente surcoreano para ofrecer apoyo económico a su vecino del norte –una medida que calificó de «audaz»–, aunque reprochó a Pyongyang de responder a las propuestas de Seúl con misiles balísticos.

Al disparo de hoy se suman los dos de corto alcance que lanzó ayer y a otro del pasado domingo. Kim Jong-un ha dado luz verde a diecinueve lanzamientos de misiles balísticos en lo que va de año. La Inteligencia surcoreana, por su parte, ha alertado que su vecino del norte tiene previsto realizar un ensayo nuclear entre el 16 de octubre y el 7 de noviembre en Punggye Ri, donde posee un túnel e instalaciones preparadas para este tipo de pruebas.