Paul Biya, el presidente de 92 años que renueva mandato en Camerún... y son ocho
Solo el guineano Obiang Nguema ha tenido una presidencia más larga que el veterano camerunés, cuya elección ha provocado violentas protestas que han dejado cuatro muertos
Nadie se ha sorprendido con el anuncio de la victoria de Paul Biya en las elecciones presidenciales de Camerún, anunciada este lunes por el Consejo ... Constitucional de dicho país africano. El jefe de Estado obtiene su octavo mandato consecutivo y alberga la esperanza de ampliar sus 42 años a la cabeza del Ejecutivo. Esta prolongada estancia tan sólo es superada por Teodoro Obiang Nguema, que ostenta el récord planetario de permanencia, con cuarenta y cinco en la dirección de Guinea Ecuatorial.
No existía una verdadera expectación ante la proclamación oficial, pero sí que se han producido demostraciones de repulsa antes unos resultados que los contrarios al veterano dirigente de 92 años consideran amañados. Cuatro personas fallecieron en los disturbios que tuvieron lugar el domingo en Douala, la capital económica del país, y otras dos han fallecido cerca de la residencia de Issa Tchiroma Bakary, el líder de la oposición, en la ciudad septentrional de Garoua. El rival de Biya ya se había autodeclarado ganador de los comicios presidenciales pero tan sólo ha obtenido el 35,2% de los sufragios frente al 53,7% del vencedor.
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La tensión se ha incrementado en el país tras la presentación de los resultados. Los disturbios se repiten en Garoua y Douala, mientras que los comercios y las escuelas permanecen cerrados en la capital Yaoundé. El político derrotado ha denunciado que francotiradores apostados en tejados de varios edificios de la primera localidad disparan sobre los concentrados y las agencias internacionales han difundido imágenes de hombres armados encaramados en la parte superior de algunas residencias.
La situación política de Camerún es muy complicada con diversos conflictos de intensidad desigual. En 2014, los yihadistas de Boko Haram irrumpieron en el territorio desde Nigeria y, aunque el Gobierno declaró cuatro años que la invasión había sido neutralizada, los insurgentes del Estado Islámico de África Occidental, grupo heredero del anterior, prosiguen sus ataques en la Provincia de Extremo Norte, de mayoría musulmana. Pero la mayor tensión se concentra en las regiones de Noroeste y Suroeste, de población anglófona en un Estado francófono que fue colonia gala. Las manifestaciones locales en pro de concesiones culturales y administrativas, celebradas en 2016, fueron brutalmente reprimidas y el descontento derivó en una guerra de guerrillas que aún prosigue. La contienda ha provocado más de 6.000 muertos, más de 700.000 desplazados y una estrategia militar de tierra quemada en la región que los insurgentes denominan Ambazonia.
La oligarquía cuenta con el apoyo de Francia, su principal socio comercial, y Estados Unidos, que se beneficia de la explotación de los hidrocarburos
La lucha contra la pobreza y la corrupción agita las concentraciones antigubernamentales en las grandes ciudades. Camerún es un país rico en petróleo y gas, minerales y producción agrícola, pero el 40% de su población subsiste en condiciones de miseria, sobre todo en las zonas rurales y en el norte. La oligarquía que detenta el control de la economía cuenta con el apoyo de Francia, su principal socio comercial, y Estados Unidos, el mayor beneficiado en la explotación de los hidrocarburos.
La larga estela de Biya, el presidente interminable, se proyecta sobre todo la clase política, incluso la enemiga. Tchiroma es un político voluble que ha alternado la oposición al régimen con su apoyo e, incluso, la inclusión en gobiernos al hacerse cargo de las carteras de Transporte y Empleo, entre otros cargos. Su último alejamiento de las tesis oficiales tuvo lugar hace tan sólo unos meses con la intención de asumir la dirección de una coalición antigubernamental.
Delicada salud
Esta oportunidad llegó tras la imposibilidad de que Maurice Kamto, el tradicional líder opositor, accediera a las elecciones. Pero incluso este respetado político ha colaborado con Biya, el único presidente que conoce la gran mayoría de la ciudadanía. La maltrecha salud del estadista, que acude con frecuencia a clínicas suizas, había albergado la posibilidad de que renunciara al poder y designara un sucesor, circunstancias que no se ha producido.
Camerún es una democracia bajo sospecha. Además de las constantes violaciones a los derechos humanos en las zonas bélicas, Amnistía Internacional denuncia el enjuiciamiento de los individuos críticos con el régimen y también se documenta la violencia contra los periodistas, práctica propiciada por la aplicación de la ley antiterrorista. En su alocución de este lunes, el presidente agradeció la confianza depositada y prometió trabajar por un «Camerún pacífico, unido y próspero». Curiosamente, el dirigente, que ganó en 7 de las 10 provincias, se impuso con cifras arrolladoras en Bamenda, la mayor ciudad del territorio insurgente que recurre a la lengua inglesa.
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