«Usar mal tratamientos antipiojos causa resistencia»

La dermatóloga niega que la pediculosis se dé por falta de higiene, es «al revés» dice. La experta asegura que hay que tener cuidado con la prevención.

Ha comenzado el colegio y con ello la época dorada de la pediculosis en la cabeza. Pero, ¿por qué en la escuela y a qué se debe que sean los niños los principales afectados? La pediculosis se puede producir en cualquier lugar. Lo que en la escuela es más sencillo que se produzca un brote y muchos niños, especialmente los más pequeños de entre tres y diez años, se infecten debido a que comparten gorros, diademas y demás objetos que sitúan en sus cabezas además de juntarlas frecuentemente. Ese mayor contacto es lo que los hace más vulnerables pero no significa que sean objetivo prioritario de los piojos de cabeza. De hecho, una vez un niño se contagia no es extraño que sus padres también los sufran por el mismo fenómeno de cabeza con cabeza. Compartir el cepillo con ellos, la almohada o sábanas y la ropa pueden ser también una forma de transmisión ya que el piojo permanece vivo fuera de la cabeza entre 24 y 48 horas. Se suele asociar su aparición con la falta de higiene o el tipo y longitud del pelo, ¿es eso cierto? En absoluto tiene que ver con la falta de higiene aunque esté muy extendida esta idea, lo que suele provocar mucha vergüenza entre quienes los sufren y sus familias. Pero lo cierto es que es al revés. Los piojos suelen preferir los cabellos limpios ya que es más fácil adherirse a ellos y una vez instalados no desaparecen por mucho que se lave el pelo. Sí que denota una mala higiene la existencia de pijos de cuerpo o pubis pero no en los de la cabeza. Respecto al tipo de pelo suelen producirse menos infestaciones en afroamericanos por el grosor del pelo y su rizo que hace más difícil su adherencia y los cabellos largos presentan mejores posibilidades de camuflaje de cara a su erradicación. Se habla mucho últimamente de los llamados súper-piojos que se han detectado en Estados Unidos, ante los que los sistemas de erradicación tradicionales ya no tienen efectividad. ¿Este fenómeno también se produce en España? Es cierto que se detectan casos en los que los brotes son más difíciles de erradicar ya que hay padres que utilizan champús o colonias antipiojos como medida preventiva y esto lo que hace es provocar resistencia cuando realmente son necesarios. Estas resistencias suelen producirse especialmente por el mal uso de las permetrinas, compuesto más frecuente en los tratamientos. No obstante, existen otros tratamientos más naturales como siliconas, aceites minerales o vinagre, entre otros. En cualquier caso, ante una pediculosis resistente lo más recomendable es consultar con el dermatólogo sin ningún tipo de culpabilidad o vergüenza porque se trata de una afección más. Si los tratamientos habituales no pueden utilizarse preventivamente, ¿hay algún otro tipo de medida para evitarlos en lo posible? Para prevenirlo es muy importante la información, alertar al colegio en cuanto detectemos su existencia para compartir la información; educar a nuestros hijos para que procuren no compartir sus utensilios de higiene personal y pasarles de forma periódica la liendrera (peine de púas estrecho) para poder detectar lo antes posible su aparición. El uso de gominas, lacas o espumas, entre otros, no es tampoco una mala idea ya que complica la adherencia del piojo al pelo y en el caso de las niñas enviarlas al colegio con el pelo recogido.