La gente del Valle de Agaete cumplió ayer con su Rama por San Pedro, pero un desgraciado accidente que se saldó con la muerte de una de las participantes tiñó de amargura la fiesta. Una mujer de mediada edad se precipitó unos 30 metros ladera abajo y murió de camino al hospital. La Rama le guardó un minuto de silencio.
La caída se produjo en torno a las 09.30 horas porque fue a esa hora cuando recibió la alerta el 1-1-2. La mujer, M.C.B.Q, española y de 49 años, según la Guardia Civil, bajaba con su pareja desde los bosques de Tamadaba, a donde, como manda la tradición, había ascendido a la búsqueda de las ramas que luego hay que bajar al Valle de Agaete y presentar ante San Pedro. Pero ella no pudo. En pleno descenso por el camino real, en un tramo muy escarpado conocido como Vervique y que ya sufrió un desprendimiento de piedras hace dos años, la mujer resbaló o dio un mal paso, y, pese a los intentos de su pareja por evitar su caída, según contaron al menos testigos presenciales, se precipitó unos 30 metros ladera abajo, lo que le produjo politraumatismos de carácter grave. La intervención heroica de un vecino de Agaete, por los datos que facilitó ayer el nuevo alcalde del pueblo, Juan Ramón Martín, frenó a la víctima en su caída. Allí el sendero discurre en zigzag y le dio tiempo a pararla aún a riesgo de su vida. Uno de los bomberos que acudió al rescate aseguró a este periódico que apenas unos metros más abajo hubiera caído por un precipicio.
La abrupta orografía del terreno y la lejanía del punto del accidente, casi a la mitad de la altura de las paredes verticales que separan Tamadaba del Valle de Agaete, complicaron las maniobras de auxilio. Participaron efectivos de Cruz Roja, de bomberos del Consorcio de Emergencias de Gáldar y rescatadores del helicóptero del GES, del Gobierno de Canarias, aeronave que logró izar el cuerpo de la mujer, aún con vida, a eso de las 10.45 horas. Pero nada pudo hacerse por salvarla. Antes de salir de la ladera ya había entrado en parada cardiorrespiratoria. Allí mismo se le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar que continuaron en el helicóptero que la trasladó al Hospital Doctor Negrín y luego ya en la ambulancia medicalizada. No hubo suerte.
El alcalde lamentó ayer profundamente lo sucedido y anunció que espera un informe para estudiar posibles medidas. Sin embargo, la fiesta continuó según lo previsto, aunque cuando llegó a la plaza de San Pedro se le dedicó un minuto de silencio y la bandera de la fiesta fue bajada a media asta en señal de luto.