Un gran ejercicio de suspense
Javier Suárez.
Sábado, 26 de octubre 2013, 20:51
Grand Piano o cómo un ejercicio de cine a la vieja usanza puede ponerse en pie gracias al empuje de dos visionarios ilusionados por contar y hacer que otros cuenten historias bajo su paraguas.
Esta película está dirigida por Eugenio Mira, pero no cabe duda de que la mano de Adrián Guerra, el grancanario que la produce y en este caso asociado con Rodrigo Cortés, director de Buried o Luces Rojas está presente durante todo el metraje.
Aquí tenemos una historia que podría haberse rodado en los años 50 o 60 de Hollywood, ya que nos cuenta una trama con pocos personajes, dividida en tres actos muy claros, y con la imagen, la música, el sonido e, incluso, los silencios perfectamente conjuntados.
Elijah Wood hace de un pianista que ha tenido un problema en el pasado y que, varios años después, vuelve a enfrentarse a su público, pero sin haber dejado todos sus miedos atrás. A su antagonista lo estamos oyendo durante todo el metraje, pero solo aparece al final del mismo, y durante el acto vemos pasar a personajes que entran y salen dando un toque muy Hitchcock a la película.
Escribir de Grand Piano y venirme a la mente títulos como Crimen Perfecto o Rebeca es todo uno. Aquí, Eugenio Mira logra embaucarnos desde unos maravillosos títulos de crédito hasta una escena final que hace que uno se replantee todo lo que se ha visto y salir del cine deseando ver la película otra vez para seguir encontrando los múltiples guiños cinéfilos que tenemos a nuestra disposición.
Elijah Wood, cuya sombra del hobbit Frodo es muy alargada, vuelve aquí a hacer un ejercicio de interpretación absolutamente espectacular, y espero que esta película española, porque sí, queridos amigos, hablamos de un cine completamente español, salvo en su lenguaje y protagonistas, tenga una presencia destacada en la próxima edición de los Goyas.
Yo, por mi parte, muy orgulloso de que una persona nacida en Las Palmas de Gran Canaria haya luchado por cumplir sus sueños y esté haciendo feliz a tanta gente. Como curiosidad, aunque los títulos de crédito son largos, les recomiendo que aguanten hasta el final, porque salen en los mismos las empresas canarias que han apostado por este proyecto y el logo de nuestra querida tierra. En fin, un gran ejercicio de suspense, llamado Grand Piano, que no deben perderse en su sala de cine favorita.
