Un doloroso compás de espera para la familia de Juani Ramos
M.R.M.
Martes, 30 de agosto 2016, 01:00
La familia de Juani Ramos, la vecina del barrio capitalino La Paterna desaparecida, aguarda, sumida en la desesperación y la angustia, la llegada de noticias relacionadas con el paradero de la mujer once días después. La investigación policial, que está bajo secreto de sumario, continúa centrada en el entorno de la mujer.
Once días han transcurrido desde que Juani Ramos fuese vista por última vez, cuando, supuestamente su expareja, con la que tenía una buena relación, la dejase en la puerta de su casa la madrugada del sábado 20 de agosto. Desde entonces hay abierto un interrogante que no se cerrará hasta que los investigadores den con el paradero de la mujer, de 58 años, y que regenta su propio negocio, Víveres July, situado en el barrio capitalino.
Desde que se detectó su desaparición en la mañana del domingo del 21 de agosto, cuando no fue a visitar a sus padres como era habitual, lo único que se conoce es que su teléfono móvil está desconectado.
La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, pero la Policía sospecha de su entorno, y por ello se han llevado a cabo rastreos de los teléfonos móviles de las personas más cercanas a la mujer, de inmuebles y coches, así como de correspondencias que guardaba la desaparecida, según informaron a este periódico fuentes cercanas al caso. Hasta el momento, no se han encontrado pruebas que se relacionen con su desaparición y no se han llevado a cabo detenciones.
Aunque la familia está convencida de que a Juani «se la llevaron», y la Policía busca en su entorno, los investigadores no han cerrado ninguna línea de investigación. Entre ellas se encuentra una marcha voluntaria por parte de la mujer, una hipótesis que rechaza la familia de Juani, que reitera que «ella no tenía problemas familiares ni personales» como para desaparecer.
Con respecto a las informaciones que han relacionado a la expareja de Juani con su desaparición, su familia destaca el carácter «posesivo» del hombre. «Fue la última persona que lo vio y la relación que tenían eran de idas y venidas. Ella fue la que tomó la decisión de dejarlo y si él no lo aceptó, el ser posesivo puede llevar a cometer errores, y eso es lo que pensamos todos», declaró una persona cercana a la mujer a este periódico. Esta misma persona manifestó su incredulidad ante la declaración de la expareja de la desaparecida, que dijo que al dejarla en su casa «no vió como entraba al portal».
La Policía continúa buscando por tierra y aire con la Unidad de Guías Caninos y con helicópteros, pero la investigación avanza más lento de lo previsto porque la falta de pistas y testimonios dificulta el trabajo de los investigadores. Mientras tanto, sus familiares llevan once días sumidos en la amargura y la incertidumbre.