Un derbi con cuentas pendientes
Es hora de derbi, es hora de venganza tras una derrota en Tenerife que no se olvida. Una cita para no alterar el curso de la historia que dice que Gran Canaria es un territorio blindado para el Iberostar. Un choque con la mirada ya puesta en los playoffs donde el Herbalife quiere, como mínimo, mantener el quinto puesto en la Liga.
Difícil imaginar mejores ingredientes para el inicio de la segunda vuelta. Los Herbalife Gran Canaria-Iberostar Tenerife son duelos siempre marcados en rojo en el calendario por los dos equipos, por las dos aficiones. Pero esta vez este rojo es rojo sangre para los locales.
No olvida la marea amarilla la sonrojante derrota (65-63) sufrida durante la primera vuelta en la isla vecina. Sonrojante no por lo abultado en el marcador, sino por la pobre imagen ofrecida, de las peores de la temporada. Tal y como explicó Albert Oliver ayer a CANARIAS7: «Lo que realmente dolió del partido en Tenerife fue que no estuviéramos bien, que no llegáramos a nuestros mínimos».
«Es un partido que hay que ganar sí o sí», lo tiene claro el base catalán. Lo contrario sería escribir una página nueva en la historia del club amarillo, pero de forma negativa; y es que el conjunto tinerfeño nunca ha ganado en Gran Canaria en toda su historia. «Nos jugamos el honor de la Isla», ruge Eulis Báez, el capitán sabe de lo que habla.
Pero a pesar de la demoledora estadística, no será, ni mucho menos, un paseo. Llega al Arena un Iberostar muy mejorado del de principio de campaña. Con el cambio de técnico, Txus Vidorreta sustituyó a Alejandro Martínez en noviembre, el Iberostar ha sufrido una gran mejoría, sobre todo a domicilio.
Cuenta con siete victorias en la primera vuelta el conjunto tinerfeño, tres menos que el representativo, de las cuales cuatro de ellas han llegado en la pista de Obradoiro, Bilbao, Fuenlabrada y Baskonia. Todos ellos conjuntos que disputarán la Copa del Rey en A Coruña en febrero, «no es que hayan ganado al último clasificado precisamente», avisa García Reneses, consciente el técnico del peligro.
«Pero eso no significa que que les tema», puntualiza Reneses, y es que el Gran Canaria tiene argumentos de peso para llegar con confianza al duelo. Solo el todopoderoso Barcelona ha sido capaz de mancillar la cancha insular en la Liga y el Estrasburgo en la Eurocopa, mostrando una gran fiabilidad bajo el calor de su público.
El regreso a Ian O'Leary y Javi Beirán a la Isla pondrán el punto emotivo al derbi. El primero, aunque tuvo un comienzo irregular, como el resto del equipo, se le nota cada vez más adaptado a la dinámica y en clara mejoría en su primera temporada en el Canarias. Por su parte, el madrileño es una de las referencias del conjunto de Vidorreta, que junto a Richotti y Sekulic, tratarán de liderar a su equipo a una victoria histórica en casa de su más acérrimo enemigo.
El Iberostar no será el único rival al que tenga que hacer frente hoy los de García Reneses. Por un lado, dos de sus mejores jugadores llegan al choque con problemas físicos. Kevin Pangos y Alen Omic serán duda hasta última hora, el primero no termina de recuperarse tras su golpe en el pómulo, y al segundo le está pasando factura tantos viajes en avión, y llega con algunas molestias en la espalda. Y por otra parte está el cansancio acumulado. Llegó el jueves por la mañana la expedición claretiana procedente de Rusia, tras una paliza de viaje tras el encuentro de la Eurocopa que les obligó a dormir en el avión, y tan solo han tenido viernes y sábado para preparar el esperado choque.
Pero a pesar de todos estos problemas Aíto lo tiene claro: «Tenemos que superar las dificultades y mirar al futuro, y el futuro comienza en el derbi». Un derbi en el que ambos conjuntos tratarán de dignificar el baloncesto canario y donde el Herbalife intentará confirmar su condición de mejor equipo de las islas.