Un campeón por triplicado
De niño leía revistas americanas especializadas y soñaba con ser uno de aquellos ‘hombres de hierro’ que idolatraba. Y lo consiguió. La historia del triatlón en la isla de Gran Canaria no tiene sentido sin la implicación y hazañas de Antonio Gómez Pérez. Todo comenzó en la Cícer, en la capitalina Playa de Las Canteras. Año 1989…
Allí participó en su primer triatlón el que ya por entonces hacía sus pinitos en el ciclismo con el Club Guanarteme. «Y me quedé enganchado», recuerda como si todavía estuviera sufriendo aquel día de «espectacular oleaje en la playa».
Tres años después su implicación ya era máxima. Tras presidir la federación insular en el 91, donde «logramos muchas cosas, promociones por los colegios e institutos, cursos, creamos la primera selección de Canarias que fue al Nacional», relata, Gómez decide dejar la federación para centrarse en competir y justo ahí comienza una gran carrera junto al CT Gran Canaria (1992), donde «cinco triatletas nos dedicamos a entrenar muy duro. Ese año hicimos buenos puestos en pruebas de distancias olímpicas, entramos entre los 30 mejores de España», recuerda.
No era más que el comienzo de algo grande. Gómez ficha por el Volcano lanzaroteño y allí toma su primer contacto con el Ironan de Lanzarote y la distancia larga.
Y entonces Antonio Gómez explota: campeón de Canarias en las distancias olímpica y larga, y quinto nacional (1996); primer español en el Ironman de Lanzarote (98), una hazaña que nadie había logrado antes; y su gran sueño, clasificación para el Ironman de Hawaii (99). Habían pasado diez años desde su primer triatlón en la Cícer.
Allí se codea con los mejores del mundo y hace historia al ser el primer grancanario en cruzar la meta de la prestigiosa prueba: «La última recta está muy cerrada al público y entras medio zombi porque estás al límite, todo el mundo gritando, la música a tope, y cuando entras oyes como dicen tu nombre Increíble», relata al detalle con entusiasmo.
Tras repetir experiencia al año siguiente, donde mejora su puesto (del 213 al 196), a Antonio Gómez le quedarían aún fuerzas para otro de sus mayores logros. Esta vez en equipo, defendiendo los colores del CT Piratas, y tras dos subcapeonatos y un tercer puesto, el isleño lograba al fin proclamarse en Ibiza campeón nacional en el 2004.
Hoy, Antonio Gómez combina su profesión de profesor de Educación Física con la otra faceta que le apasiona, la de orientar/entrenar a atletas de diferentes especialidades (triatlón, duatlón, maratón). Y aún le queda mucha cuerda.