Triunfo en las barricadas
Un teatro Pérez Galdós abarrotado despidió con una sonora ovación al elenco del musical Los Miserables, que se estrenó este viernes en Las Palmas de Gran Canaria. La obra cumplió con todas las expectativas gracias a un montaje de primer nivel que mantuvo a los espectadores enganchados a esta historia de valores y lucha en las barricadas durante casi tres horas.
Era un momento muy esperado para los miembros de la compañía Stage Entertaiment. Una hora antes del comienzo de la obra en los camerinos, los artistas no paraban de un lado a otro, con los nervios a flor de piel, por lo que se les venía encima: «Es que después de haber visitado varias ciudades, teníamos ya muchas ganas de subir al escenario de un teatro de verdad, con la gente a nuestro lado y esta atmósfera mágica que tiene el Pérez Galdós», suspiraba Daniel Anglés, director residente en España de esta obra basada en la novela de Víctor Hugo. Fuera, en los exteriores del coliseo de Triana, ya se iba acercando el público para asistir a este momento único, puesto que se trata de la primera vez que se representa Los Miserables en Gran Canaria en sus 28 años de dilatada historia. A las 19.30 horas se abrieron las puertas y poco a poco se fue abarrotando el Pérez Galdós que vio como a las ocho en punto, un grupo de convictos hacía acto de presencia en el escenario con la música del prólogo de fondo. El teatro se transformó en un instante en la Francia revolucionaria del siglo XIX, un país donde se desarrollaron numerosas historias cargadas de valores que perduran en el tiempo como la lucha por la libertad y la revolución del pueblo llano. También en este musical hay un gran componente emocional, con historias de pasión, sueños rotos y amor, que no dejan indiferente a nadie, todo ello con la música de fondo de Schönberg y Boublil. Esta partitura se ha convertido en parte de la memoria musical de millones de personas que han disfrutado con esta obra y que han hecho de temas como Soñé un sueño, Un día más o Sálvalo, grandes himnos. «Cuando sube el telón es un momento único. Se trata de una enorme responsabilidad el poder ofrecer este musical, que es el más importante del mundo, a la gente de esta Isla. Son unos privilegiados porque van a disfrutar de algo único y en un teatro que aporta una magia especial», señalaba Daniel Anglés. La ovación, que se prolongó por varios minutos al término de la función, resume las sensaciones experimentadas con Los Miserables.
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