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Tras la apertura de la cuarta fase de la circunvalación -de momento parcial-, el Cabildo y el Ayuntamiento esperan por el Estado para acometer las grandes obras viarias de la ciudad. La prioritaria es la reordenación de Plaza de América, que elimina los semáforos de la rotonda y obliga a girar en El Rincón para ir a la GC-23.
CANARIAS7 inicia este martes una serie con los tres proyectos principales que, en materia de carreteras, el Cabildo ha remitido al Ayuntamiento, una vez abierta la cuarta fase de la circunvalación. Se trataría de acabar con los principales puntos negros del tráfico en la capital, empezando por la salida de los túneles de Julio Luengo hacia la GC-2. El proyecto, que tiene un presupuesto de 8,12 millones de euros, debe ser aún incluido en el convenio de carreteras Canarias-Estado, lo que depende de que se forme gobierno en España y del orden de prioridades que establezca la Comunidad Autónoma. De momento, en el listado fijado por el Cabildo, las obras de la capital están por detrás del proyecto Agaete-La Aldea (187 millones), el desdoblamiento Bañaderos-Pagador (75 millones, aunque no tiene cobertura de planeamiento) y las mejoras de los enlaces de la GC-1 en Melenara, Las Huesas y La Mareta (7,51 millones). En el caso de la capital grancanaria, el proyecto prioritario sería el del enlace de la Plaza de América. Básicamente, se trata de eliminar los semáforos en la rotonda en la que conectan la circunvalación GC-23, la carretera del Norte GC-2 y los túneles de Julio Luengo. Para ello, se prohibirá el acceso a la rotonda del tráfico que venga de Julio Luengo y de Guanarteme. La solución que se da a estas circulaciones es seguir recto, como si se fuera a ir al centro comercial Las Arenas, y realizar un cambio de sentido por una nueva vía que se construirá bajo el puente de El Rincón. «Esta actuación, aun cuando aumenta los recorridos a realizar por los usuarios, mejora las condiciones de fluidez del tráfico y evita las retenciones dentro del túnel, situación muy peligrosa», explica el consejero de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres. La solución también redundará en una mejora de la fluidez del tráfico que viene de la circunvalación (GC-23) en dirección tanto a Guanarteme como a la carretera del Norte (GC-2) ya que al quitarse los semáforos se consigue que haya movimientos directos, sin paradas. Y lo mismo ocurrirá en Julio Luengo, donde la mayor parte del tráfico seguirá recto por la GC-2, evitando así las retenciones que en estos momentos generan los semáforos de la rotonda en el carril derecho de los túneles. El proyecto obliga a construir un cuarto carril en el margen derecho de la autovía, en sentido Norte, y otro en sentido la capital.
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